Las alubias mejoran la salud intestinal de los supervivientes de cáncer colorrectal

Receta de la abuela y cuchara en mano: las alubias mejoran la salud de las personas que han sido pacientes de cáncer colorrectal. Así lo sostiene un nuevo estudio del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas (Estados Unidos) publicado en la revista científica eBIOMedicine, que indica que incluir estas legumbres en la dieta de los supervivientes de este tipo de cáncer refuerza su salud intestinal en solo ocho semanas.

Los encargados de la investigación incorporaron una ración diaria de alubias blancas a sus comidas habituales. Esto provocó cambios positivos en el microbioma intestinal, asociado con la prevención del cáncer y la mejora de los resultados del tratamiento. Los cambios se manifestaron en un aumento de la diversidad alfa (bacterias beneficiosas para nuestro organismo) y una disminución de las bacterias patógenas (las que pueden provocarnos enfermedades).

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“Observar un cambio en la diversidad del microbioma solo con una intervención dietética es raro, y este estudio subraya la capacidad de un alimento prebiótico fácilmente disponible para provocar tales cambios”, ha señalado Carrie Daniel-McDougall, la líder de la investigación. El microbioma puede verse alterado por varios factores, como la obesidad, la mala alimentación o los problemas gastrointestinales.

Los pacientes de cáncer colorrectal experimentan una severa inflamación por estos cambios, lo que puede comprometer su supervivencia. Incluso después del tratamiento y una vez ya superada la enfermedad, una dieta deficiente y un microbioma intestinal desequilibrado pueden tener efectos negativos sobre la persona. Las alubias blancas están repletas de fibras, aminoácidos y otros nutrientes beneficiosos para el intestino, que pueden ayudar a las bacterias beneficiosas del colon a prosperar, favoreciendo la salud inmunitaria y regulando la inflamación.

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Y es que las alubias no parecían provocar inflamación intestinal ni afectar gravemente a los hábitos intestinales, algo que es crucial para los supervivientes y pacientes del cáncer colorrectal. Como explica el estudio, cuando los participantes del experimento dejaron de comer las judías, los efectos positivos se desvanecieron rápidamente.

Con estas conclusiones, el estudio pone de relieve el papel terapéutico de los alimentos ricos en prebióticos naturales, al mismo tiempo que subraya aún más la necesidad de ajustes dietéticos consistentes y sostenibles para los pacientes con cáncer de alto riesgo. La intención de los investigadores es buscar otros alimentos prebióticos que tengan propiedades similares a las de las alubias y ver cómo los cambios en el microbioma afectan a los pacientes sometidos a inmunoterapia.

Las judías blancas no son solo beneficiosas para los supervivientes de cáncer colorrectal, sino para la amplia mayoría de la población. Al ser ricas en ácido fólico (una vitamina importante para la formación de nuevos tejidos), su consumo es especialmente beneficioso para la etapa de crecimiento que se da durante la infancia, la adolescencia, y también durante el embarazo.

Por otra parte, sus pocas calorías las convierten en un alimento ideal para una dieta con la que se pretenda perder peso, porque tienen un gran poder saciante que calma el apetito y ayudan a no picar entre horas. Además, bloquean la absorción de carbohidratos en el organismo, ayudan a mantener unos niveles normales de azúcar en sangre gracias a sus inhibidores de la alfa-amilasa y reducen el colesterol.