La mejor tapa de Zaragoza y dónde encontrarla: parece un dulce pero lleva carne

El XXVIII certamen de tapas de la provincia ha destacado las innovaciones culinarias de la región, fortaleciendo su posición como referente gastronómico.

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Ganadores del premio a la
Ganadores del premio a la mejor tapa de Zaragoza (Concurso de Tapas de Zaragoza y Provincia)

La gastronomía ha vuelto a demostrar que la creatividad y la tradición pueden ir de la mano, especialmente cuando se trata de tapeo. El Concurso de Tapas de Zaragoza y Provincia, que este año ha celebrado su vigésima octava edición, mostró lo mejor de la innovación culinaria de la región, consolidándose una vez más como el evento gastronómico más relevante de Aragón y el certamen oficial de tapas más antiguo de España.

“El restaurante La Cava ha logrado el premio a la Mejor Tapa de Zaragoza y Provincia con su Donuts Maño”, se indica desde el sitio web del concurso. Ronald Cabrera es el talento detrás de esta innovadora propuesta. El Donuts Maño es una tapa con apariencia de dulce tradicional, pero en su interior esconde una sorprendente mezcla de sabores: carrillera de cerdo Duroc de Teruel al chilindrón, glaseada en su jugo con reducción de vino de las Cinco Villas de Ejea de los Caballeros y tierra de Jamón Monrroyo.

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Este trampantojo gastronómico ha sabido conquistar al exigente paladar del jurado presidido por María José Meda, chef del único restaurante de Teruel con Estrella Michelín, El Batán de Tramacastilla. La dirección del Restaurante La Cava, donde se puede degustar esta tapa, es María Zambrano 28, un sitio que se ha vuelto parada obligatoria para los amantes de las tapas y para quienes buscan experiencias culinarias memorables.

Por otro lado, para quedase con el segundo premio, Braseria Fire presentó una no menos sorprendente creación: el Ferrero chipiado. Según el certamen, se trata de un “bombón explosivo relleno de guiso de chile mexicano, cuello de Ternasco de Aragón IGP con falsa avellana de paté de ternasco, gel de frutas del bosque y envoltura de pan de oro marinado con una nube de Moscatel Anayón”. Esta tapa, que mezcla la riqueza local con influencias internacionales, puede hallarse en la Calle de Santiago 12 y es una clara muestra de la audacia y el buen hacer de los chefs zaragozanos.

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La competencia no se quedó corta en presentar variedad y calidad y, según el evento, otros platillos notables incluyeron una innovadora banderilla: “Cóctel de tomate cherry con reducción de vodka”, presentada sobre sirope de albahaca por St. Michel, dándole un tercer lugar muy merecido. Esta creativa tapa se puede probar en la Calle de San Miguel 50, donde seguramente será el inicio de un recorrido por los sabores más atrevidos de la ciudad.

El jurado

El evento fue organizado por la Asociación Profesional de Empresarios de Cafés y Bares de Zaragoza, y el jurado que coronó a estos ganadores contó con una representación de lujo en la gastronomía aragonesa y nacional: Eduardo Salanova, chef del Espacio N de Esquedas (Huesca); Marisa Barberán, chef del Restaurante La Prensa (Zaragoza); Carlota Casasnovas y Carolina Plou, jefas de cocina del Restaurante Callizo de Aínsa (Huesca) —cada uno de estos chefs cuentan con una Estrella Michelín—; y Susana Casanova, ganadora de la vigésima quinta edición del Concurso Oficial de Tapas de Zaragoza y Provincia y vencedora del I Campeonato Oficial de Tapas y Pinchos de España.

Los amantes de la buena mesa y los curiosos gastronómicos tienen en Zaragoza un escenario inmejorable para descubrir que en la comida también hay espacio para la sorpresa. Y es que la tapa, esa mínima expresión de la cocina que encierra un universo de sabores, demuestra una vez más ser una puerta gastronómica gigante que espera ser explorada. Con la llegada de estas innovaciones al concurso, Zaragoza y su provincia siguen posicionándose como destinos indiscutibles para el tapeo, donde la tradición se encuentra con la modernidad y consigue, con éxito, seducir a los paladares más exigentes.

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