La importancia de la higiene en la cocina ha quedado de manifiesto una vez más gracias a la publicación realizada por un usuario de X, que destaca el riesgo de manipular alimentos con las manos sucias. El experto en alimentos Miguel A. Lurueña compartió en la plataforma digital una imagen que contrasta dos rebanadas de pan: una tocada con manos limpias y otra con manos sucias, luego de esperar unos días. La evidencia salta a la vista en la fotografía adjunta al comentario; un pan se mantiene en buen estado, mientras que el otro muestra un preocupante crecimiento de moho.
Este experimento ha sido popularizado por una educadora de EEUU J.A. Metcalf y ha sido emulado para concienciar sobre la importancia de una correcta higiene en la manipulación de alimentos. Los alumnos involucrados en el estudio original tomaron rebanadas de pan –previo lavado de manos con agua y jabón para unos y sin dicha higiene para otros–, las colocaron en bolsas individuales y las sellaron, esperando un período para observar los resultados.
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Tras los días de espera, el resultado fue claro: la rebanada expuesta a las manos limpias no mostró alteraciones significativas, en cambio, la rebanada tocada por manos sucias evidenció un desarrollo de moho, lo que ilustra el resultado de la contaminación y la proliferación de microorganismos.
Sin embargo, Lurueña hace una advertencia esencial, señalando que la presencia de microorganismos patógenos no es siempre visible al ojo humano. Un alimento con mal aspecto probablemente se encuentre en mal estado, pero la ausencia de signos visibles de deterioro no garantiza que el alimento sea seguro para su consumo. Pone como ejemplo una tortilla que ha estado ocho días en el refrigerador, la cual podría tener un buen aspecto pero no ser apta para el consumo.
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Para el especialista, la clave para prevenir este tipo de contaminación se fundamenta en prácticas de seguridad alimentaria básicas, como respetar las fechas de caducidad, lavar las manos antes de manipular cualquier alimento, refrigerar adecuadamente los productos perecederos y cocinar los alimentos a temperaturas que aseguren la eliminación de posibles patógenos. Además, recomienda lavarse las manos varias veces durante el proceso de preparación de alimentos.
El ejercicio visual compartido por Lurueña sirve como una potente herramienta educativa y un recordatorio de las buenas prácticas de higiene, fundamentales en la prevención de enfermedades transmitidas por alimentos. Esta demostración refuerza el mensaje de que la seguridad alimentaria comienza con gestos tan sencillos como la higiene básica de las manos, y recalca la importancia de no subestimar los procesos de manipulación de alimentos en el ámbito doméstico.