Especialmente en España, la siesta sigue siendo una tradición casi sagrada. Justo después de la comida, a primera hora de la tarde, los españoles nos tomamos nuestro rato de descanso, a veces con una cabezadita incluida. La siesta ha sido una práctica continuada durante décadas, incluso en otros lugares fuera de la Península. En Grecia hay una expresión “Ores kinis isihias” que significa ‘tiempo de silencio’ y que llega incluso a la legislación: existe en Grecia una ley que prohíbe oficialmente el ruido y la música entre las 15 y las 17 horas, con el objetivo de respetar el descanso durante esta sensible hora del día.
Pero no es necesario dormir durante horas para notar en nuestro organismo los efectos de una siesta. Con una simple ‘power nap’, una cabezada corta durante el día que puede ser de 20 o 30 minutos, podemos conseguir aumentar nuestra memoria y creatividad, mejorar la percepción y reducir el riesgo de enfermedades cardiacas y el nivel de estrés. A pesar de que esta tradición esté llena de beneficios, no siempre podemos disfrutar de un descanso como este, ya sea porque estemos en plena jornada laboral o porque hayamos salido fuera a comer. Para estos casos, un restaurante en Barcelona parece haber encontrado la solución.
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The Lobster Roll BCN es un restaurante ubicado en la calle de Muntaner, a pocos metros de la Plaza de Catalunya, que se especializa en bocadillos de cangrejo y otros platos de origen estadounidense. Este local, que tiene los bocadillos como estrella absoluta, ofrece a sus clientes una zona de descanso en la que tumbarse a descansar después de una copiosa comida, una idea de lo más original que seguro que muchos agradecen.
El proyecto nació hace poco más de un año de la mano de la pareja Yutong Dai y Xiaoyong Chi, los cuales conocieron esta especialidad americana durante un viaje. Quedaron prendados del sabor y jugosidad de estos bocadillos rellenos de langosta y quisieron traerlos hasta Barcelona, siendo los primeros en servirlos en la Ciudad Condal. La originalidad de sus bocadillos va de la mano de su propuesta: una zona pensada para una siesta bien merecida que acoge a turistas y trabajadores de la zona que buscan un lugar donde reposar el almuerzo.
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La zona de descanso del restaurante ha sido instalada por una nano franquicia llamada ‘Nappuccino Corner‘, que ya funcionaba antes de que la joven pareja china decidiera instalar esta idea en el Lobster Roll. Además de una barra y una zona con mesas y sillas donde disfrutar de sus jugosos bocadillos de bogavante, el local cuenta con un espacio de literas de madera acolchadas donde echarse un rato para hacer la digestión.
Estas siestas vienen con unas reglas establecidas. No está permitido compartir cama, pues están pensadas para una siesta en solitario, y solo se pueden disfrutar durante una hora. Para disfrutar de este servicio no hay que pagar ningún extra, pues está incluido en el precio de la comida. Eso sí, habrá que avisar con antelación, ya que cuentan con un número reducido de camas.
Las cápsulas o napping pods no están totalmente cerradas para no provocar claustrofobia, aunque se cierran con una cortina para asegurar la privacidad. Esta cabina se parece a una cama convencional e incluye un colchón y almohadas, así como una lámpara y enchufes para cargar tus dispositivos.
¿Qué es el lobster roll?
En cuanto a lo que se sirve en este restaurante, la pareja decidió centrar su carta en el famoso Lobster Roll, un plato originario de Nueva Inglaterra (EEUU) que sustituye la clásica salchicha del perrito caliente por carne de langosta. Convertido en toda una institución gastronómica en los estados costeros de Nueva Inglaterra, ya desde los años setenta, allí el lobster roll sigue ostentando el título de bocadillo veraniego por antonomasia.
Su nacimiento tuvo lugar en un pequeño restaurante de Maine llamado Perry’s que en el año 1930 decidió sustituir en su carta la salchicha del hot dog por carne de langosta. Más adelante, en los años 70, este bocadillo comenzó a venderse en los puestos callejeros de Maine y, poco a poco, en el resto del país. Ahora, también ha llegado a España, donde lleva algo más de un lustro calando poco a poco entre los amantes de los bocadillos originales.
Los de Lobster Roll BCN están rellenos de gambas, cangrejo y bogavante fresco del Atlántico, así como de otros productos del mar como el atún, el salmón ahumado o los calamares, que recuerdan al clásico bocadillo que se sirve en los bares madrileños. En lugar de servirlo en pan de perrito caliente, como se suele hacer en Estados Unidos, aquí utilizan un brioche francés con mantequilla de limón. Como acompañante, seis salsas diferentes que le dan aún más sabor a este hot dog del mar.