El bar que José Andrés recomienda en Córdoba: casi 100 años de historia, una carta de tapeo y un precioso patio andaluz

José Andrés es uno de los chefs españoles más polifacéticos. Su trabajo como cocinero y líder de sus muchos restaurantes de cocina española se combina con las labores solidarias que coordina en World Central Kitchen. Aun así, el chef de origen asturiano, ubicado en Estados Unidos, sigue teniendo tiempo para hacer otra de las cosas que más le gusta: viajar y probar restaurantes nuevos.

Ahora, el chef ha comenzado un nuevo proyecto que tiene como objetivo acercar la cocina de calidad a todo el mundo. Se trata de The Chef’s List, una lista de restaurantes que el cocinero asturiano ha podido probar y que recomienda a sus seguidores en ciudades a lo largo y ancho del planeta. Barcelona, Nuevo México o Washington DC son algunos de los lugares elegidos, aunque también otros lugares de la geografía española como es el caso de Córdoba. Entre sus recomendaciones se encuentra una taberna histórica ubicada en pleno corazón del casco histórico de la ciudad cordobesa, una de las más bellas del sur español.

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La ciudad califal, conocida por su impresionante gastronomía, sus típicos callejones de paredes blancas y sus preciosos monumentos históricos, fue también uno de los escenarios de su docu-serie, José Andrés y familia en España, un proyecto de HBO Max en el que el chef y sus hijas recorrían las ciudades españolas más emblemáticas para probar lo mejor de su tradición gastronómica.

En uno de los capítulos, José Andrés y sus hijas visitaron Córdoba para disfrutar de su historia, su cultura y su gastronomía. Juntos, recorrieron el Puente Romano, la Mezquita-Catedral y la Judería y acabaron en uno de los establecimientos más famosos de la zona y el restaurante que José Andrés recomienda a aquellos que quieran visitar Córdoba. Se trata de Casa Pepe de la Judería, una taberna típica andaluza con más de 80 años de historia y una localización de ensueño.

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La familia quiso visitar el restaurante y acercarse a su concurrida barra, mientras daba buena cuenta de algunas copas de vino y sangría y de las especialidades de la casa. Probaron las alcachofas confitadas con jamón ibérico, las berenjenas con miel de caña, el salmorejo, la mazamorra y los pinchitos de cordero. Las jóvenes resultaron fascinadas y su padre quiso aprovechar para enseñarles sobre la herencia árabe en la gastronomía cordobesa y la importancia del buen producto.

Esta taberna se presenta con el mismo nombre desde 1930, cuando comenzó su historia de la mano de José Jiménez Aroca. Ahora están al frente Miguel Cabezas y Lola Carmona, quienes mantienen intacta la distribución y decoración de esta auténtica taberna tradicional cordobesa, incluidas la barra de mármol y la piquera. Este bar cordobés se ubica en una casa antigua, de cuya fachada blanca impoluta cuelgan macetones, flores y balcones que se engalanan durante la Semana Santa.

Pero el encanto del lugar, en plena judería, se respira en todas sus salas, cada una con un nombre y decoración propias pero siempre con el orgullo cordobés como protagonista. Sorprende por su interior, con un patio andaluz tradicional donde se disfruta de un ambiente único. Sin duda, la localización más demandada es sin duda su terraza habilitada en su azotea, con envidiables vistas a la Mezquita-Catedral.

Su cocina de mercado, tradicional cordobesa aunque con toques actuales, ha conquistado a muchos, locales y también turistas. Su carta muestra un innegable orgullo hacia los productos más laureados de la provincia: aceites de oliva virgen extra, vinos generosos, vinagres, jamón ibérico y quesos tienen un papel fundamental.

Su famoso rabo de toro, del que cocinan kilos y kilos todos los días, es una de sus especialidades. También lo es el salmorejo, por supuesto, y su predecesora, la mazamorra cordobesa, que elaboran de la manera más tradicional. Se sirve con una guarnición de confitura de puré de membrillo de Puente Genil, almendras laminadas y algunos brotes, además de un chorro de aceite de oliva virgen de alguna de las cuatro D.O. con las que cuenta la provincia de Córdoba.

Entre sus tapas más deliciosas se encuentran las berenjenas con miel de caña, clásico de la ciudad andaluza, y los flamenquines, de tamaño extragrande, un filete de lomo envuelto en una tira de jamón ibérico de la D.O. de Los Pedroches, mojado en huevo y pan rallado y frito.