La taberna madrileña de Martín Berasategui donde probar sus platos más castizos a precios ajustados

“Los alegres andaluces, los señoriales castellanos, los recios del norte, los disfrutones levantinos, los bohemios catalanes…”, todos ellos conforman la esencia de Madrid, la capital en la que todo el mundo, incluso los nacidos fuera de ella, pueden encontrar su casa. Como homenaje a esta tierra y las diferentes personas y culturas que la han trasformado con el paso de los años, Martín Berasategui abrió hace solo unos meses Madrí Madre, una taberna castiza que ofrece creaciones en formato de pinchos y tapas.

Ubicada a pocos metros de la concurrida Plaza de España, este restaurante luminoso y cuidadosamente decorado replica el ambiente informal de una taberna castiza, esas que llenan las calles de Madrid de tapas, cañas y platos tradicionales. Berasategui ha querido reunir, en una carta escueta, algunos de sus pinchos preferidos, así como las elaboraciones que le recuerdan a la ciudad de Madrid: su versión de los callos o de las patatas bravas se pueden probar en las mesas de Madrí Madre.

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Para este nuevo proyecto, que abrió sus puertas el 14 de abril de este mismo año, Berasategui ha querido rodearse de la mejor compañía. El jefe de cocina de la taberna es Iñaki Rodaballo, cocinero vitoriano con una larga trayectoria y varios premios gastronómicos a sus espaldas. Sus recetas, muy inspiradas por la tradicional comida de los ‘txocos’, comparten carta con las del chef con más estrellas Michelin. Todo ello se puede disfrutar en este local de la calle Ferraz por unos precios ajustados; el ticket medio de comer o cenar en Madrí Madre está entre 30-35 euros por cabeza, un precio muy inferior al que se suele encontrar en otras propuestas del cocinero.

Entre sus opciones de entrantes se encuentran clásicos como las ‘Croquetas de Martín’, hechas de jamón ibérico y ricota o de espinacas (4 por 9 euros) o las patatas bravas de txistorra (9 euros). Además, como opción de tapeo, se pueden probar algunos embutidos gourmet, como puede ser el mix de cecina Black Angus y paleta ibérica de bellota (20 euros).

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Tanto los amantes del pescado como los más carnívoros encontrarán opciones con las que disfrutar al máximo en Madrí Madre. En cuanto a la carta del mar, la selección de Berasategui incluye la opción de probar el mejor pesado fresco del día, cocinado en tres vuelcos. Esta es, sin duda, una de las técnicas de cocina más famosas del chef, en la que el horno se baña tres veces con un refrito de aceite, ajo y vinagre de sidra. Los apasionados de la carne, por su lado, podrán hincarle el diente a su chuleta de ternera madurada durante 90 días, acompañada de una guarnición.

En esta carta breve también se encuentran bocados como el Sandwich Tintín (13,5 €), una combinación de la cremosidad del tocino, la exquisitez del queso de cabra y la frescura de la rúcula y sopas frías como el gazpacho (12 €), además de clásicos de la infancia del chef como las albóndigas en salsa con patatas fritas (18 €).

En lo que respecta a los postres, en la carta de Madrí Madre se puede encontrar los clásicos de siempre con un punto gourmet, como la cocotte de chocolate o el mítico flan de Berasategui. Todo ello maridado con unos vinos a la altura y cañas bien frías y bien tiradas como cualquier taberna madrileña merece.