En España se producen algunos de los mejores quesos del mundo. Ya sean curados, semicurados o frescos, de vaca, oveja o cabra, los españoles somos grandes aficionados del queso en todos sus formatos. Y, para los amantes de este producto, hay un restaurante valenciano que es un verdadero paraíso.
El proyecto comenzó de la mano de Alberto Javier Santos, bloguero especializado en quesos que, tras años dedicados a difundir su amor por este producto, decidió fundar Quesomentero Cheesebar, un restaurante que abrió sus puertas en 2015 para dedicarse al mundo del queso en Vila-real, en la provincia de Castellón. Hasta el día de hoy, Alberto ha sido Jurado Catador en distintas Ferias del Queso por todo el país, y ha organizado eventos y catas para todo tipo de grupos. Ahora, Quesomentero Cheesebar cuenta con tres locales, uno de ellos en Vila-real (Avenida de la Murà 11), otro en Castellón (Calle Navarra 58) y el último en la capital valenciana (Calle Maestro Clavé 8).
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Este local centrado en el queso se incluye en la lista de Soletes, elaborada año tras año por la Guía Repsol. Se trata de una distinción más desenfadada que los clásicos Soles, un sello que reconoce establecimientos como chiringuitos, heladerías, cafeterías o vinotecas y que también incluye este restaurante como recomendación. La guía lo define como “un ‘cheesebar’ en pleno corazón de la ciudad, donde los locos del queso se relamerán con las más de 100 referencias que proponen y que logran que cada visita sea distinta”.
El paraíso de los amantes del queso
En lo que a la carta se refiere, Quesomenteros ofrece una larga y muy variada lista de opciones, por supuesto todas con el queso como protagonista o acompañante. En este cheesebar se pueden probar productos del mar como las sardinas, acompañadas de Idiazabal ahumado. También se puede degustar su selección de ibéricos de bellota acompañados de una de sus tablas de queso, que incluyen desde 1 hasta 10 variedades distintas.
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En cuanto a los platos principales, de su carta se pueden elegir opciones como el pan bao, las tostas o los fundibles, cazuelas de queso fundido que incluyen variedades como el Camembert, la Torta del Casar o el Taleggio. Otra de las opciones más llamativas de la carta son los tratiflette, un pastel francés de patata con queso que triunfa en el restaurante valenciano. Pero si plato estrella son sin duda los Panmenteros, unos bollitos de pan rellenos de queso hasta los topes, con diferentes toppings y cocinado al horno.
El local cuenta con dos menús, ambos con el queso como absoluto protagonista. El primero, Cheese Lover, ofrece una tabla de degustación de quesos, croquetas de verdura o de jamón, platos especiales como Mac’n cheese y croc mesié, y un postre, coulant de chocolate. Con bebidas, pan y café y chupito incluido, este menú tiene un coste de 33 € por persona.
El segundo, el menú Quesomentero, ofrece una tabla de degustación de quesos, las croquetas de verdura o de jamón, ensalada de mascarpone con un toque de sal rosa del Himalaya, jamón de pato, pipas, pasas y vinagreta de miel, panmentero español con arzúa - ulloa y jamón ibérico, y de postre, tarta de queso. Incluye bebida, panes de sabores, café y chupitos. De nuevo, este segundo menú tiene un coste de 33 € por persona.
Pero Quesomentero no es únicamente un restaurante para comer o cenar. En este cheesebar también cuentan con una tienda donde podrás llevarte a casa una pieza de las muchas variedades de quesos que guardan en sus vitrinas. Incluso allí se organizan catas y cursos para aquellos que quieran conocerlo todo sobre este delicioso producto lácteo.