El restaurante con estrella Michelin que está en uno de los pueblos más bonitos de España y a menos de 2 horas de Madrid

Ubicado en una antigua casona del siglo XVIII, este restaurante es el lugar ideal para degustar la cocina manchega en su versión más innovadora

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Catedral de Sigüenza, Guadalajara.
Catedral de Sigüenza, Guadalajara.

Hacer una breve escapada rural y huir del ruido y del alboroto de las grandes ciudades siempre es un buen plan. Aún mejor si incluye comer en uno de los mejores restaurantes del país. En uno de los pueblos más bellos de toda Castilla-La Mancha Se trata de El Doncel, un restaurante que ha formado parte de la historia de Sigüenza desde 1860. Este restaurante se ubica en una antigua casona de piedra del siglo XVIII y, en sus orígenes, albergaba una antigua fragua. Más adelante, se convertiría en una fábrica de cacao y fue el primer restaurante con una estrella Michelin en Guadalajara.

Enrique Pérez, chef, junto a su hermano Eduardo Pérez, jefe de sala, son la cuarta generación de hosteleros de una familia que ha cambiado el panorama gastronómico en esta provincia manchega. Ambos comenzaron su trayectoria ayudando en el negocio familiar, echando una mano a sus padres durante los fines de semana.

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Más adelante, los hermanos salieron de Sigüenza para formarse profesionalmente, teniendo Enrique la oportunidad de estudiar cocina en la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Teruel y de aprender en templos como Zalacaín. En 2001, toma las riendas del negocio familiar junto a su hermano Eduardo, e impone una nueva filosofía de cocina, apostando por los contrastes para ofrecer gastronomía moderna en un espacio rústico pero renovado.

Chef Eduardo Pérez, del restaurante El Doncel (Restaurante El Doncel)
Chef Eduardo Pérez, del restaurante El Doncel (Restaurante El Doncel)

Esta antigua casona del siglo XVIII es el lugar ideal para degustar la cocina manchega en su versión más innovadora, aunque también es el destino perfecto para alojarse en la ciudad medieval. El Doncel abrió sus puertas como hotel de dos estrellas en 1973 y, ahora, ofrece 14 habitaciones que fusionan modernidad e historia con paredes de piedra y detalles del máximo confort.

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Producto autóctono y dos menús con esencia

La cocina de Enrique Pérez se basa en el producto autóctono de temporada, elaborado con las técnicas y estilos más tradicionales. Pero, además, el chef no duda en investigar a fondo sabores y combinaciones novedosas, creando así una cocina creativa y moderna que juega con productos de la tierra y otros más difíciles de encontrar.

Plato del chef Eduardo Pérez (El Doncel)
Plato del chef Eduardo Pérez (El Doncel)

Todo este proceso, que lleva más de 20 años gestándose en este restaurante de Sigüenza, se ve reflejado en su oferta gastronómica, dividida en dos menús degustación diferentes. Por un lado, encontramos el Menú Gastronómico, una propuesta que el chef elabora a su gusto y siguiendo las exigencias del mercado. El resultado es una degustación de tres aperitivos y snacks y 10 pases salados, que se complementan con dos postres y unos pequeños dulces caseros para finalizar. El precio de este menú gastronómico es de 128 euros por persona, aunque no incluye maridaje.

Pero, además, El Doncel ofrece otro menú, el ‘Esencia y Sabor’, una oferta más económica que nos permite conocer a fondo la cocina de Enrique Pérez por 78 euros por comensal. Este menú incluye tres aperitivos y snacks, tres entrantes, un pescado, una carne, un prepostre, un postre y una serie de pequeños dulces caseros.

Algunos de los platos que reflejan a la perfección la cocina del chef madrileño son el Bombón de queso de cabra y romero, el Jamón de pato curado en cera de abeja, el Tartar de trucha con mango, sisho verde y tocino Ibéricol, las Albóndigas de corzo o el Arroz meloso con oreja suflada.

Sigüenza, uno de los mejores destinos rurales para 2024

La villa ha sido elegida por la OMT para forma parte de los 'Best Tourism Villages'

Situada a tan solo hora y media en coche de la capital española, Sigüenza, cuyo nombre hereda de un antiguo vocablo celtíbero, es el segundo lugar más visitado de Castilla-La Mancha. Esa pequeña ciudad, ubicada al norte de la provincia manchega de Guadalajara, es uno de los destinos más bellos de la comunidad, un enclave cuya naturaleza y patrimonio arquitectónico llaman la atención de cientos de miles de personas cada año.

No en vano, Sigüenza ha sido elegida este año por la Organización Mundial del Turismo para formar parte de la iniciativa Best Tourism Villages by Umwto, una distinción que reconoce a aquellos pueblos y ciudades pequeñas que constituyen un ejemplo de destino turístico rural con bienes culturales y naturales, que preservan y promueven los valores, productos y estilos de vida rurales y que tienen un claro compromiso con la innovación y la sostenibilidad en todas sus vertientes.

Sigüenza, en Guaalajara (ShutterStock).
Sigüenza, en Guaalajara (ShutterStock).

De Sigüenza llama especialmente la atención su impresionante patrimonio arquitectónico, que fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1965. El castillo, la catedral y la plaza Mayor son los tres puntos de obligada visita de la ciudad, si bien cualquiera de las calles de Sigüenza está repleta de edificios civiles y religiosos de enorme belleza.

El entorno de Sigüenza es también un lugar privilegiado para los amantes de la naturaleza y el turismo activo, con espacios naturales impresionantes, sendas para el senderismo y oportunidades para realizar excursiones a los pintorescos pueblos cercanos, entre otros atractivos. La ciudad es un destino que combina historia, arquitectura, cultura y naturaleza, sin dudas una escapada imperdible de fin de semana.

Pero, además de su patrimonio histórico-artístico y entorno ambiental y cultural, el municipio de Sigüenza pone encima de la mesa una cocina de prestigio. Y no solo de la mano de Enrique Pérez. En Alcuneza, pedanía de Sigüenza, está El Molino de Alcuneza, el restaurante de Samuel y Blanca Moreno que brilla con sus menús degustación y sus panes artesanales. Este restaurante, también con una estrella Michelin, se ubica en la casona de un antiguo molino harinero y brilla a nivel nacional por sus propuestas gastronómicas.

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