Situado a la misma distancia de Madrid que de Toledo, 35 km, Illescas conserva intactas las raíces históricas que lo hacen especial. Este pueblo toledano destaca por su grandioso yacimiento celtíbero, su patrimonio histórico y arquitectónico y sus obras de arte, lo que lo convierte en un destino de interés turístico sin igual.
Pero, además, en este municipio, a solo media hora del centro de Madrid, se puede degustar una de las mejores cocinas de autor de todo el territorio manchego. En Illescas se encuentra El Bohío, uno de los pocos restaurantes de Castilla-La Mancha galardonados con una estrella Michelin. En su cocina, Pepe Rodríguez, chef y jurado de MasterChef España, cocina platos que homenajean a la tradición culinaria de la zona, mezclando sabores por los que bien merece la pena una visita.
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En 1934, la abuela del chef, Valentina, llegó desde Cuba hasta esta región mesetaria. Al llegar, observó que en la carretera entre Madrid y Toledo no había ningún lugar donde sentarse a comer y “repostar”. En cuestión de meses, todo aquel que viajaba entre las dos ciudades paraba en El Bohío a probar su famosa receta de perdices escabechadas.
De la abuela Valentina, el restaurante pasó a las manos del padre de Pepe, novillero y fotógrafo taurino, quien forró todas las paredes de fotografías taurinas y objetos del gremio. Aquella versión taurina de El Bohío se vio obligada a cerrar sus puertas durante la postguerra. No fue hasta 1971 que los Rodríguez volvieron a abrir El Bohío. Fue entonces cuando Pepe comenzó a ayudar en el negocio familiar, cuando apenas 17 años, uniéndose a la plantilla como camarero.
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Al ahora galardonado chef nunca se le había pasado por la cabeza meterse en la cocina. Pero, como cuenta en su página web, “no fue para ganar premios. Fue para salvar el negocio”. Gracias a su cocina, que rescata el legado culinario de La Mancha y los adapta a los sabores y productos de hoy, el restaurante ha conseguido el reconocimiento de guías y críticos de gran importancia.
La cocina manchega de Pepe Rodríguez
Lentejas con butifarra, las sopas de ajo de toda la vida, la pringá del cocido… Estos son solo algunos de platos ancestrales que se actualizan, se reinventan y se recrean hoy en los menús de El Bohío. Los ingredientes artesanales de primerísima calidad son clave para estas elaboraciones, que se reúnen en tres menús degustación diferentes, sujetos a variaciones estacionales y pequeños cambios de los chefs.
Por un lado, encontramos el menú Tradicional, el más económico de todos, por un precio de 80 €. Esta degustación incluye dos snacks de bienvenida, así como seis platos principales, un postre y un dulce para acompañar el café. Entre los platos más tradicionales de este menú se encuentran algunos como las Lentejas con butifarra y croqueta de jamón o el Gazpachuelo manchego, mojete de tomate y anchoa. A estas recetas se unen otras con sabores sorprendentes como el Tartar de quisquilla, patata, yema curada y sopa de pimentón o Jarrete de jabalí con berenjena ahumada y yogur especiado.
Además, en El Bohío se puede disfrutar de un completo Menú Degustación: dos snacks, nueve platos salados y tres dulces para conocer a fondo la cocina de Rodríguez. Su precio es de 155 euros por persona y los comensales que lo elijan podrán disfrutar de elaboraciones como los Piquillos al pilpil, bacalao y aire de cebollino; La Pringá del cocido, berza y su caldo; o los Gazpachos manchegos de cerdo ibérico y curry verde.
La última de las tres opciones es un menú de Temporada que incluye platos elaborados con los sabores del momento. En este momento, el menú incluye platos como muslo de pichón relleno con ajopringue, la ensalada de trucha y mano de cerdo o el tartar de quisquilla con patata y yema curada. Este menú, que cambia conforme avanzan las estaciones, tiene un precio de 105 € e incluye tres snacks, cinco platos salados y tres dulces. En todas las opciones, el maridaje se abona por separado, con precios que van desde los 70 euros hasta los 130.
Illescas, una parada en el camino entre Madrid y Toledo
Este pueblo, cercano a Toledo pero próximo también al centro de Madrid, sorprende con su plaza Mayor y su iglesia de Santa María. Su arquitectura tradicional y su ambiente acogedor hacen de Illescas un destino encantador.
Como puntos de interés, destaca en este municipio el yacimiento celtíbero de El Cerrón y restos de la época de la Reconquista, como la Puerta de Ugena de Alfonso VI. De época posterior es la iglesia de la Asunción, siglo XIII, y el Hospital de Nuestra Señora de La Caridad, siglos XVI y XVI.
Los amantes del arte también tienen en Illescas un destino perfecto, pues el municipio cuenta con una importante colección de obras de El Greco resguardada en el Museo La Caridad Reina, situado en el Hospital-Santuario de La Caridad. Esto, sumado a otros puntos de interés como la Casa-Museo de Cervantes o el Museo de Coches de Cine, hacen de Illescas un punto medio perfecto para una parada en el camino.