La depresión es uno de los trastornos mentales más frecuentes hoy en día y se estima que un 6,7% de la población española sufre algún tipo de depresión en la actualidad, según cifras de la Confederación Salud Mental España. En general, la depresión se caracteriza por la presencia de sentimientos de tristeza, de desesperanza o de un vacío, así como ganas de llorar o la pérdida de interés o placer por hacer las actividades que antes disfrutaba.
La depresión puede provocar arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca importancia. Sin embargo, no todos los tipos de depresión son iguales y existen maneras de diferenciar el uno del otro. Aunque lo que se conoce como la depresión endógena se suele diagnosticar simplemente como un trastorno depresivo mayor hoy en día, este tipo de depresión se diferencia por sus causas, ya que se provoca por la herencia biológica, y no como consecuencia de circunstancias externas.
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Aunque la causa exacta del trastorno depresivo no se conoce, los expertos apuntan a que podría producirse como una combinación de factores genéticos, biológicos, medioambientales y psicosociales.
Qué es la depresión endógena y cuáles son sus síntomas
Anteriormente se distinguía entre la depresión endógena y la depresión exógena a través de la presencia o no de un acontecimiento estresante o traumático en la vida del paciente justo antes del inicio del trastorno. La depresión endógena ocurre cuando hay una ausencia de este tipo de eventos y cuando no existe ninguna causa aparente. Por otro lado, la depresión exógena o depresión reactiva se provoca, principalmente, por factores externos.
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Los síntomas de la depresión endógena son muy similares a los de otros tipos de depresión e incluyen:
- Sentimientos de tristeza o de desesperación
- Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba
- Fatiga
- Falta de motivación
- Problemas con la concentración, los pensamientos o tomar decisiones
- Problemas con el sueño
- Aislamiento social
- Pensamientos de suicidio
- Dolor de cabeza o muscular
- Pérdida de apetito o atracones
Cómo se trata la depresión endógena
Las opciones de tratamiento para la depresión endógena son las mismas que existen para otros tipos de depresión: una combinación de terapia y medicamentos. Hay diferentes fármacos que ayudan a aliviar los síntomas del trastorno depresivo, según la Clínica Mayo de Estados Unidos, y la gran mayoría de los antidepresivos actúan sobre los neurotransmisores que contribuyen a la comunicación entre las neuronas cerebrales.
Algunos de los medicamentos más populares incluyen los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, que suelen ser los primeros fármacos recetados por el médico o especialista, ya que causan menos efectos secundarios molestos y, por lo general, menos problemas a dosis más altas que otros tipos de antidepresivos.
La Confederación Salud Mental España estima que el 6,7% de la población de España está afectada por la depresión, exactamente la misma cifra de personas con ansiedad. En ambos casos, las cifras son más del doble entre mujeres (9,2%) que en hombres (4%). La confederación también calcula que más de la mitad de las personas con un trastorno mental que requiere tratamiento no lo reciben.