Faltan menos de 24 horas para que Vicio, el delivery de hamburguesas de Aleix Puig, ganador de la séptima edición de Masterchef, abandone el mundo virtual y comience su etapa física. El nuevo local de Vicio abrirá sus puertas al público en el paseo del General Martínez Campos, 43, y lo hará el viernes 6 de octubre, prometiendo ser un antes y un después en el desarrollo de la marca.
Hasta ahora, el delivery era el terreno de juego de Aleix Puig y Oriol de Pablo, fundadores y CEO de la marca. “Entonces en mi ciudad el delivery no existía, cuando se lo contaba a mi abuela me decía que si estábamos locos, porque no entendía como una marca podía generar ingresos con este modelo”, explica Puig a los medios en la inauguración de su nuevo local. Lo cierto es que sí, el delivery funciona, especialmente después de unos años de pandemia en el que era, prácticamente, la única opción posible. “Ahora tenemos el valor de irnos a hacer la compra un martes, llegar a casa, poner la nevera perfecta, mirar y decir: ‘Me voy a pedir algo’. Pedir a domicilio ya no es una necesidad, es un hábito que hemos creado”, asegura el fundador, original de Manresa.
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No obstante, el gran mercado sigue estando en la calle. Más del 70% de las consumiciones en restauración en España se siguen haciendo en un restaurante físico, con unas sillas y unas mesas que, como comensales, aún seguimos priorizando. Es por ello que, desde la marca de origen catalán, han decidido comenzar una expansión de locales que, si todo va como Aleix prevé, acabará con 15 restaurantes físicos en España en 2024.
Aunque Vicio ya contaba con un local híbrido en la calle Vía Augusta de Barcelona, en cuyo interior hay un sitio reservado para comer, este nuevo espacio supone un concepto completamente diferente. Este nuevo restaurante tiene capacidad para dar servicio a más de 50 comensales y sigue un formato híbrido, es decir, servirá como restaurante al uso, además de como dark kitchen para el delivery y como lugar de recogida de take away.
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El nuevo espacio es un auténtico emblema de la marca, con la clásica ‘V’ de Vicio impresa, grabada o proyectada en cada superficie imaginable. Con 200 m², distribuidos en dos plantas, el local pretende transportarnos a un club de moda de la ciudad de Nueva York, con elegante música electrónica de fondo y luces de neón por todas partes. En este sentido, el proyecto de interiorismo lo ha realizado External Reference, mismo estudio que también ha liderado el diseño de sus nuevas y polémicas oficinas.
Este siguiente paso empresarial sigue la línea de rápido crecimiento que ha experimentado Vicio en sus escasos tres años de vida. Han pasado de tener 6 empleados a una plantilla de 600 personas y de cerrar el año pasado con cerca de los 20 millones de facturación y duplicarlo en este 2023 con una previsión de 40 millones de euros. Tras este pistoletazo de salida, VICIO prevé abrir más nuevos restaurantes con Barcelona y Madrid, sus dos mayores mercados, como primeros objetivos, aunque también continuarán con su estrategia de dark kitchens para probar suerte en otras zonas de España (Alicante, Murcia, Bilbao o Santander podrían ser los próximos en probar una de sus ‘vurgers’).
Tres pilares para sobrevivir en la competición de las ‘burgers’
Aleix Puig es consciente de que están metiendo la cabeza en un universo muy competitivo, probablemente en el que más a día de hoy. “Madrid parece la cuna de las hamburguesas”, comentaba entre risas el co-CEO y co-fundador de la empresa. Con grandes players nacionales e internacionales en juego, los chicos de Vicio confían en sus tres pilares fundamentales para conseguir un éxito en la capital.
El primero de ellos es la tecnología, que se traduce en velocidad. “Cuando venís a Vicio lo que queréis seguramente es comer lo más rápido posible, este no es el típico restaurante de mesa larga y tendida, somos un restaurante bastante rápido”, explica Aleix. La rapidez y efectividad ya eran clave para la marca antes de abrir sus restaurantes. Desde sus inicios, los informáticos de Vicio se pusieron a trabajar en ‘VeryClever’, un software propio de gestión de los pedidos que les permite actuar con velocidad y sin fallos.
El producto es el segundo valor clave para Aleix. “El marketing capta al cliente, pero el producto es lo único que consigue retenerlo”, asegura el CEO, una frase que considera un lema personal y de marca. “Seguimos haciendo las hamburguesas en plancha con smash a mano, hacemos las patatas pochadas cada mañana y los huevos con cazuela de hierro como los hacía la abuela”, explica, mostrando su cocina abierta y con cristaleras, que permite ver las planchas, freidoras y sifones que trabajarán sin descanso en su nuevo restaurante.
Pero, si algo es Vicio, es marca y, por lo tanto, marketing. “Hay un aura alrededor de Vicio que hace que arrastremos a mucha gente y esto creo que es el poder de la marca”, asegura Aleix. Su equipo de comunicación, encargado de campañas tan polémicas como aquella lona viral en la que Jessica Goikoechea ‘pinchaba’ a algunos de sus competidores, trabaja para que todo el mundo pueda reconocer la marca, el logo y sus colores. “No solo basta con que el producto esté muy bien y que sea muy rápido, si realmente no enamoramos al cliente con algo un poquito más allá que una simple transacción”, concluye Puig.
Así será la carta del nuevo restaurante de Vicio en Madrid
La carta del restaurante físico de Vicio será una continuación de todo lo que ya se puede encontrar en la opción de delivery y take away de la marca. Vicio ofrecerá sus clásicas burgers entre las que destacan la clásica Cheeseburger y su versión Trufada, además de la recién mejorada burger “La Pollos”. Por supuesto, no faltarán sus variedades de patatas fritas como las smoked bacon cheese fries (queso mimolette ahumado y bacón asado) y las parmesan truffle fries (crema de trufa negra con parmesano). El postre es un indispensable en la carta de VICIO, y se podrá escoger entre el Cheesecake de Nutella y el Tiramisú de Oreo.
Sin embargo, Aleix no descarta ampliar sus opciones ahora que, por fin, cuenta con un restaurante con mesas donde servir sus hamburguesas. Lo primero que le viene a la mente (sin ningún tipo de compromiso) son los helados, un producto que siempre han querido vender, pero que, en la forma en la que ellos lo deseaban, era imposible en formato delivery.