Tras su coronación, el monarca Carlos III había designado que el país galo sería su primer destino como rey de Inglaterra. No obstante, y a pesar de que este viaje estuviese previsto para el mes de marzo, las movilizaciones contra la reforma de las pensiones en Francia, algunas de ellas con carácter violento, obligaron al presidente francés a anular el encuentro. “Esta decisión ha sido tomada por el Gobierno francés y el británico tras una llamada telefónica entre el presidente de la República y el rey, con la intención de acoger a su majestad Carlos III en las condiciones que corresponden a nuestra relación de amistad”, aseguró Macron al anunciar la noticia.
De esta manera, seis meses después de lo previsto en un principio, el miércoles 20 de septiembre, los reyes de Reino Unido pudieron iniciar su visita al estado francés. Este viaje, que tiene prevista una duración de tres días, llevará a Carlos III y a la reina Consorte Camila hasta la famosa ciudad de Burdeos. Sin embargo, antes de eso, la primera parada obligada tuvo lugar en torno a la gran cena del Palacio de Versalles.
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Una cena sin foie gras
La reina Isabel II adoraba el típico foie gras francés. Sin embargo, por primera vez desde Jorge VI, padre de la monarca, este producto no se encontraba entre las opciones de cena de un rey de Inglaterra. Este hecho fue una petición expresa del monarca inglés, ya que, por compromiso ecológico, así como por su especial sensibilidad a la causa animal, ya en el año 2022, y a través de una carta abierta, Carlos III prohibió el consumo de este alimento en cualquier cena real.
Por contra, el queso fue uno de los grandes protagonistas de la cena. Y es que el monarca es considerado un gran amante de este producto. Por ello, durante el convite se presentó una tabla de quesos directamente traída de Alsacia y de la quesería de Bernard y Jean-François Anthony, quien trabaja para varios restaurantes con estrellas Michelin y se mostraba muy orgulloso de volver a servir a la Casa Real de Inglaterra. En esta ocasión, Anthony escogió un plato de queso Stilchelton Comté envejecido durante 30 meses.
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Cuatro grandes cocineros se encargaron de preparar el menú
El objetivo era que no fallara ningún detalle. Por ello, se contactó con cuatro de los grandes cocineros franceses para guisar los platos de las 150 personas invitadas. En este sentido, los tres estrellas Michelin, Yannick Alléno y Anne-Sophie fueron quienes prepararon la comida junto al pastelero de fama mundial, Pierre Hermé y el chef oficial del Palacio del Elíseo, Fabrice Desvisgnes.
En este contexto, el menú contó con un compuesto de bogavante azul y cangrejo con un velo de almendras frescas y un toque de gel de menta y coco, un entrante imaginado por la chef Michelin Anne-Sophie Pic. Como plato principal se sirvió una receta de Alléno. Esto es, un plato de aves de Bresse marinadas en champán con su extracción de maíz tostado acompañado de boletus.
Finalmente, gracias a Pierre Herme los comensales degustaron un macaron persa de Isfahan confeccionado con una sutil combinación de agua de rosas, frambuesas y lichis.
Los invitados a la cena de gala en Versalles
La lista de esta exclusiva gala estaba compuesta por unos 150 invitados. Así, numerosos rostros conocidos se vistieron con sus mejores trajes para acudir a esta memorable ocasión. De entre ellos, destacan algunos como Carole Bouquet, Emma Mackey, Charlotte Gainsbourg, Hugh Grant e incluso Mick Jagger.