Los alimentos ultraprocesados forman parte de la dieta de muchas personas. Es complicado evitarlos cuando son tan abundantes y fáciles de consumir, porque en la mayoría de las ocasiones ya vienen elaborados y listos para comer. El elevado consumo de estos alimentos ha motivado un estudio del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) que demuestra que una dieta basada en ellos tiene muchas carencias y no es saludable.
Los científicos del USDA han presentado un menú de prueba de siete días compuesto únicamente por alimentos ultraprocesados. El listado de comidas obtuvo una puntación de 86 sobre 100 puntos en el Índice de Alimentación Saludable. Sin embargo, ha resultado ser alto en sodio y bajo en granos enteros.
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El estudio, publicado en Science Direct, señala que no hay que caer en el error de pensar que está hablando de la peor categoría de ultraprocesados, sino de aquellos que copan los supermercados y las estanterías de todas la cocinas. Es decir, hay muchos alimentos que son ricos en nutrientes, a pesar de su nivel de procesamiento que, por línea general, suelen superar las recomendaciones de sodio y azúcares añadidos.
¿En qué falla la dieta?
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Marialaura Bonaccio del IRCCS Istituto Neurologico Mediterraneo Neuromed en Italia, ha explicado que “los efectos adversos para la salud bien documentados de la UPF no están exclusivamente relacionados con el bajo contenido nutricional de estos alimentos, sino que probablemente se desencadenan por factores no nutricionales, como aditivos alimentarios, contaminantes de plásticos, alteración de la matriz alimentaria, etc.”
¿De qué alimentos habla el estudio?
Uno de los alimentos que se incluyen es el yogur, que es una buena fuente de nutrientes, aunque tienen conservantes y azucares añadidos; los panes, panecillos y tortillas, que se consumen con frecuencia, cuando son los productos integrales los que contribuyen a la ingesta de energía y nutrientes; las latas de garbanzos, judías o tomate triturado, que de comprarlas en una frutería forman parte de una alimentación saludable pero al venir envasado se observa que puede llevar un porcentaje sal, ácido cítrico o cloruro de calcio.
Otro ejemplo que ponen son los productos de charcutería como el pavo ahumado rallado: que contiene pechuga de pavo, agua, pavo blanco, almidón alimentario modificado, contiene menos del 2% de sal, dextrosa, fosfatos de sodio, carragenina, propionato de sodio , diacetato de sodio, benzoato de sodio, ascorbato de sodio, nitrato de sodio.
Además, hubo otros productos que se incluyeron: claras de huevo líquidas, jugo de naranja light, papas asadas congeladas, salmón con limón y pimienta, nori tostado, leche ultrafiltrada, atún con pimienta negra, arroz integral y quínoa con ajo, sal y pimienta. Y se agregaron anacardos, kéfir de fresa y garbanzos tostados con miel.
Al final este estudio destaca los desafíos de categorizar los alimentos como “sin procesar”, “mínimamente procesados” o “ultraprocesados”, así como las posibles consecuencias de advertir contra el consumo de todos los alimentos ultraprocesados en interés de la salud pública.