Madrid cuenta con espacios muy especiales, restaurantes que convierten una comida o cena en mucho más que una simple experiencia gastronómica. Entre los restaurantes más curiosos de la ciudad se encuentra un local nacido en 2015, pero con una historia de más de un siglo. Este trampantojo gastronómico parece una ferretería pero, en realidad, es una antigua tienda convertida en local gastronómico, un restaurante que cuenta con el beneplácito de guías como la Repsol o la prestigiosa Michelin.
Ferretería Restaurante, ubicado en el número 57 de la calle Atocha, se encuentra en lo que antes era una antigua ferretería, la que fue la más antigua de Madrid, abierta en 1888. Tras ser reformado y convertido en restaurante en 2015, el local mantuvo su nombre, y parte de su decoración, conservando muchos de los muebles y utensilios que se utilizaban entonces.
“Algo importantísimo para mí fue respetar el local y su historia, creando un espacio y un ambiente único donde todo el mundo se sintiera bienvenido y disfrute de lo que nosotros denominamos mucho más que una experiencia gastronómica”, cuenta María Antonia Escapa, fundadora del restaurante, en su página web.
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Además de su salón, ubicado en la que fue la antigua tienda, el restaurante cuenta con otro espacio justo encima, el Taller Ferretero, un espacio con comodidades como cocina, mesa de reuniones, equipo multimedia o hilo musical pensado para realizar eventos, presentaciones o reuniones.
Tapas, platos para compartir y postres
La comida está a la altura del curioso entorno de Ferretería, una carta basada en la cocina tradicional, aunque actualizada con productos de máxima calidad. Para abrir boca antes del festín, la oferta de este restaurante madrileño comienza con tapas como los Tigres Ferreteros (2,5 €), la croqueta de jamón o de cecina de León (3 €) o el buñuelo de morcilla de León (6 €). Continúa con grandes clásicos de la cocina de tapeo española, con platos como las patatas bravas, aunque en este caso renovadas con una deliciosa espuma de calabaza (8 €).
En Ferretería también se pueden pedir platos para poner en el centro y hacer un picoteo compartido, con elaboraciones como el txangurro a la donostiarra (20 €) o las gambas al ajillo estilo Ferretero (22 €). Tablas de embutidos, ensaladas, platos de carne y pescado o recetas basadas en las hortalizas completan esta carta, que pone su broche final con postres artesanos tan curiosos como el lienzo de chocolate texturizado (9 €) o el puzzle de frambuesa (9 €).
El propio restaurante define su oferta gastronómica a partir del “producto nacional y de temporada, tratado con respeto y mucho mimo”. Ferretería también dispone de menús para grupos, que oscilan entre los 65 y los 85 euros por persona. Su oferta de cócteles tampoco se queda atrás, con opciones clásicas como la Caipirinha y otras más innovadoras como el Spicy Paloma, hecho con tequila, zumo de pomelo y limón, sirope de arándano rojo y sirope especiado.
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