El restaurante madrileño especializado en ternera a la brasa en el que cocinas tu propia carne y pagas menos de 15 euros

La carne es la protagonista del festín, más específicamente la ternera criada en los montes de Toledo que se sirve en este restaurante de Collado Villalba

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Carne de ternera en La Vaquería (La Vaquería Villalba)
Carne de ternera en La Vaquería (La Vaquería Villalba)

Madrid está lleno de restaurantes donde probar buena carne. Pero hay algunos que se diferencian del resto, ya sea por su originalidad, su calidad, su ubicación o su precio. La Vaquería, en Collado de Villalba, tiene algo que lo distingue del resto: son los propios clientes los que se preparan la carne, a su gusto, sobre una parrilla de carbón de encina.

Ubicado a pocos metros del ayuntamiento de Collado de Villalba, en este restaurante ofrecen un menú que permite disfrutar a fondo de la buena carne. Por un precio de 28,90 euros para dos personas (14,95 por comensal), se puede degustar una selección de carnes de ternera criada a la antigua usanza que llama la atención de cientos de clientes cada semana.

Y es precisamente esta la protagonista del festín, la carne, más específicamente carne de ternera criada en los montes de Toledo. Normalmente, suelen servir babilla, la cara anterior del muslo del animal. La carne se corta justo antes de servirse de forma que mantenga todo su sabor e intensidad y se sirve, cruda, en una bandeja. Cada mesa cuenta con una parrilla con carbón de encina y los comensales puede prepararla a su gusto.

El menú para dos de La Vaquería (La Vaquería Villalba)
El menú para dos de La Vaquería (La Vaquería Villalba)

Dependiendo de la estación del año, este menú basado en la carne de ternera se puede sustituir por otras carnes de temporada. Durante los meses de verano, el restaurante recomienda a sus clientes cambiar la ternera de su menú por pato, lo que eleva el precio a 31,50 € por cada pareja. En invierno, por otro lado, proponen su menú de solomillo de ciervo, también por 31,50 €.

Además de la carne, este menú incluye una ensalada de tomate, lechuga y cebolla junto con un aliño de aceite de oliva virgen extra. Dan el punto de color unas crujientes patatas fritas. Las compran en Madrid, Valladolid o Sevilla, dependiendo de la temporada, buscando siempre aquellas destinadas especialmente para freír. En los meses en los que ya no hay producción nacional, en La Vaquería adquieren las patatas frescas en otros países como Holanda. Las cortan y las fríen en aceite de oliva virgen extra, justo antes de servirlas, de modo que estén crujientes y calientes. Para acompañarlo todo, desde el restaurante incluyen salsas.

Además de este menú para dos, en La Vaquería tienen una carta de entrantes sencilla, pero que incluye ingredientes de calidad: queso curado traído desde Palencia, espárragos, paté de campaña, rillettes de pato o hígado de bacalao ahumado son algunos de los platos que se pueden probar para ir abriendo el apetito.

Collado Villalba, donde probar la comida más típica de la Sierra de Guadarrama

El municipio serrano de Collado Villalba, a menudo llamado, a secas, Villalba, está en el noroeste de la Comunidad, a 41 km de la ciudad de Madrid. Se encuentra en la cuenca del río Guadarrama y se eleva a unos 900 metros sobre el nivel del mar, gracias a los picos de la sierra que comparte nombre con este curso fluvial.

Collado Villalba, situado en la sierra de Madrid (Getty)
Collado Villalba, situado en la sierra de Madrid (Getty)

Gracias a que el río Guadarrama atraviesa este municipio, Collado Villalba posee una llamativa gastronomía repleta de productos de proximidad y platos característicos de la cocina madrileña. En sus restaurantes se pueden probar guisos como callos a la madrileña y carnes como el solomillo, las parrilladas, los chorizos artesanales, el conejo, el pato, la ternera o el cabrito.

Además de su naturaleza y su gastronomía, el patrimonio histórico y artístico de Collado Villalba también lo convierte en un destino favorable para aquellos madrileños que busquen pasar el día fuera de la ciudad. Todo ello gracias a monumentos como la Iglesia de Nuestra Señora del Enebral, erigida entre los siglos XVI y XVII, o la Piedra del Concejo, situada junto al Ayuntamiento y clasificada como Bien de Interés Cultural con categoría de Sitio Histórico.

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