El curioso restaurante dentro de un tren con vagones del siglo XIX que está recomendado por la Guía Michelin

Sus dos antiguos vagones restaurados se convierten en el escenario ideal para una cena romántica o una celebración especial

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El restaurante ferroviario recomendado por la Guía Michelin (El Vagón de Beni)
El restaurante ferroviario recomendado por la Guía Michelin (El Vagón de Beni)

A la hora de recomendar los mejores lugares donde comer en España, la Guía Michelin tiene muchos factores en cuenta. Por supuesto, la buena comida es el criterio primero y fundamental. No obstante, hay otros factores que convierten a un restaurante en un lugar digno de visitar, como puede ser por ejemplo el espacio en el que se encuentra. Una de estas recomendaciones, que destaca por el ambiente tan especial en el que se encuentra, es un curioso restaurante decorado a modo de pequeña estación y ubicado en la localidad madrileña de Hoyo de Manzanares, en plena sierra de Guadarrama. Se trata de El Vagón de Beni, un restaurante que, desde 1994, sirve su deliciosa comida en dos antiguos vagones de tren restaurados.

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Todo el conjunto conforma una suerte de pequeña estación fruto de la idea de Benito Celestino, su creador y propietario. En el año 1987, Benito Celestino, propietario del restaurante, tuvo la idea de reformar un antiguo vagón de tren, para rememorar los antiguos coches-restaurantes en los que la comida, el placer de viajar y el lujo se mezclaban. En el año 1989 adquirió el primer vagón de tren, ‘El Vagón Grande’, un vagón de madera de 1931, que compró en los desguaces de Renfe. El proceso de restauración fue lento y costoso, cinco años en los que este litógrafo apasionado por los trenes dedicó todo su tiempo libre al proyecto. Finalmente, en 1994 daba comienzo la andadura de Le Vagón de Beni como restaurante.

Cuatro espacios para viajar sin moverse de Madrid

El restaurante ferroviario cuenta ahora con cuatro espacios diferentes, todos ellos inspirados en el mundo del tren. El Vagón 1931 es uno de ellos, un coche clásico de madera que data de los años 30 del siglo XX y que funcionaba como coche taller de intervención local, en el que una cuadrilla de operarios viajaba para arreglar la vía cuando había un descarrilamiento. El Vagón Alfonso XIII es otro de los coches donde se puede comer o cenar en este restaurante, un lugar en el que sentirse como el rey Alfonso XIII y Victoria Eugenia viajando a Cataluña en este coche de vía estrecha.

Interior del Vagón 1931 (El Vagón de Beni)
Interior del Vagón 1931 (El Vagón de Beni)

La Chimenea es el tercer espacio disponible, un precioso salón de té inglés decorado con piezas de maquetas de trenes Marklin, de gran valor para los aficionados a maquetas de miniaturas de ferrocarril. El cuarto y último espacio, el Apeadero, se convierte en la opción perfecta para los días de buen tiempo: se trata de una terraza ubicada en el apeadero de la estación, desde donde se pueden disfrutar las preciosas vistas de los dos vagones, espaciosa y con un pequeño jardín que refresca los calurosos días de verano.

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El Apeadero, la terraza del restaurante (El Vagón de Beni)
El Apeadero, la terraza del restaurante (El Vagón de Beni)

Cocina actual, elaborada y con productos de calidad

Pero el entorno y su especial ambiente no es lo único por lo que merece la pena visitar este restaurante en Hoyo de Manzanares. La guía Michelin ha reconocido este año por primera vez el restaurante de Benito, gracias a una cocina que define como “una cocina actual elaborada”. Cuentan con una carta corta aunque llena de sabores variados que, además, incorpora semanalmente sugerencias de platos que cambian según los productos del mercado.

En su carta encontramos entrantes como las Croquetas del Vagón, hechas de carabineros (19,50 €) o la Terrina de hígado de pato, gel de manzana verde, picada de frutos secos con reducción de Pedro Ximenez (23,50 €), así como productos para tapear como el jamón ibérico denominación de origen de los Pedroches, Córdoba.

La oferta de platos principales del restaurante El Vagón de Beni se divide en dos secciones. La carta Del Mar consta de platos como el bacalao confitado a baja temperatura con calabaza asada, puerros y crema de porrusalda (25,00 €) o la merluza de pincho en salsa verde con berberechos (25,00 €), además de opciones tan originales como la corvina con noodles salteados con zanahoria, pak choi y salsa de coco y zanahoria (25,00 €) . Por su parte, la carta De Los Prados permite probar platos de deliciosa carne de calidad como el lomo de vaca Gallega madurado (32,00 €)o el solomillo de ciervo con crema de castañas y meuniere de trufa (24,50 €).

Tarta de queso y rulo de cordero lechal de El Vagón de Beni (Instagram / @elvagondebeni)
Tarta de queso y rulo de cordero lechal de El Vagón de Beni (Instagram / @elvagondebeni)

Los postres son otro de los puntos fuertes de este curioso restaurante, con opciones como la tarta de queso horneada al momento (8,00 €), el arroz con leche cremoso templado con helado de canela (8,00 €), o el bizcocho cremoso de chocolate negro al 64% con helado de violetas (8,00 €).

Desde 35 hasta 155 euros

Todos estos platos se utilizan para elaborar los menús fijos que se sirven en El Vagón de Beni. Por un lado, se encuentra disponible el Menú Ejecutivo, con el que se incluye un entrante, un segundo, postre y café y una consumición por 35,00 € por persona. Para degustar más de la cocina de Benito, se puede optar por el Menú Gastronómico, que incluye aperitivo, cuatro platos y un postre por 45 € por persona, a lo que se pueden sumar cuatro copas de vino, agua y café por 60 €. Aún más se puede probar con su Menú Degustación, con dos aperitivos, cinco platos y dos postres por 60 € (sin incluir la bebida).

Además de todas estas opciones, los vagones-restaurante de Benito se pueden alquilar para ocasiones especiales, ya sea para celebraciones como bodas o eventos o simplemente para una velada romántica, cerrando un vagón para que dos personas disfruten de una velada en exclusiva en el Vagón de Alfonso XIII. El precio de la cena en un vagón privado, con un ramo de flores o una botella de vino, es de 155 euros por comensal.

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