El restaurante ubicado en unas termas romanas donde puedes comer las recetas más auténticas de la Antigua Roma

En el pueblo de Aljucén se encuentra el hotel rural Termas Aqua Libera, un lugar diferente que recrea una casa romana con todas sus estancias

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Restaurante Aqua Libera (Fotografía de Diego Casillas)
Restaurante Aqua Libera (Fotografía de Diego Casillas)

¿Alguna vez te has preguntado cómo se disfrutaba de la cocina en la Roma Imperial? El Imperio Romano ha tenido una gran influencia en la cocina y en su evolución hasta día de hoy. De las inmensas tierras que conformaban su imperio llegaban a sus puertos en Hispania toda clase de viandas procedente de los más diversos territorios, productos deliciosos que hacía de la cocina romana una de las más sofisticadas e interesantes de la época.

De esta civilización de la Antigüedad Clásica se conservan solo algunas recetas, que nos dan a entender cómo vivían y se alimentaban hace más de veinte siglos los romanos que ocupaban la Península Ibérica. Existe un restaurante extremeño que ha querido recrear esta cultura gastronómica, un comedor ubicado dentro de un hotel con termas romanas que, como homenaje a la historia romana de Mérida, trata de recuperar lo mejor de la vida en época imperial.

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En el municipio de Aljucén, a poco más de 10 kilómetros de Mérida, Noemí y Santiago regentan el hotel rural Termas Aqua Libera, un lugar diferente que recrea una casa romana con todos los espacios que estas tenían, incluidas las termas, para transportar a sus visitantes directamente hasta esa época. Además de sus suites romanas, sus termas y sus atrios o patios interiores, el hotel cuenta con un curioso restaurante donde probar los platos más tradicionales de la cultura gastronómica de la Antigua Roma.

En Aqua Libera tratan de mantener la fidelidad histórica en cada detalle. “Santiago es arqueólogo y trabaja en Mérida”, cuenta Noemí a Infobae España. “En Mérida lo que más se estudia es la época romana. Empezamos porque queríamos abrir unas termas y ha ido avanzando el proyecto, reinvirtiendo los beneficios para ir ampliando”.

Los comensales que van a su restaurante, con capacidad para unas 20 personas, pueden comer en un triclinium, un comedor tradicional romano, donde antiguamente se recostaban los personajes más pudientes de las ciudades romanas, un salón con divanes donde se tumbaban para disfrutar de sus banquetes, conversando relajadamente alrededor de una mesa baja. El de Aqua Libera es un triclinium de jardín, con vistas al peristilo, un patio rodeado de columnas con una piscina en su interior.

Vista desde el triclinium (Aqua Libera)
Vista desde el triclinium (Aqua Libera)

Aquellos que se acerquen hasta Aljucén para comer o cenar en este hotel rural pueden disfrutar, tumbados en los divanes, de un menú degustación compuesto por platos escogidos directamente de los recetarios de la Antigua Roma. En el centro se ubica un pequeño estanque donde flotan barcos con los aperitivos, que son impulsados por los comensales para que naveguen entre unos y otros.

Cocina romana del recetario de Apicio

Mientras los comensales se relajan en el triclinium, sus platos se preparan en una cocina recreada como los fogones romanos, para hacer las mejores recetas del surtido culinario imperial. “Lo que se ha conservado es un poco gastronomía de ricos”, explica Noemí. Sin embargo, gracias a los recetarios y libros de la época, podemos hacernos una idea de cómo se cocinaba entonces. “Es una gastronomía muy rica, aunque haya productos que no se puedan utilizar como son los que vienen de América, el tomate, la patata, el pimiento... Pero hay muchísima variedad de productos, de carnes, pescados, verduras y frutas”. Muchas recetas que disfrutamos ahora son muy parecidas a las de entonces, platos que han ido evolucionando y adaptándose hasta llegar a nuestra época.

La cocina de Aqua Libera trata de recrear los platos más consumidos en la época romana, elaboraciones que siguen paso a paso las recetas de hace siglos. “Cada vez más personas se interesan por la recreación histórica y le dan valor a estos detalles, al hacer una receta como dicen las fuentes. Somos muy frikis en ese aspecto, no nos inventamos nada”, asegura la dueña de estas curiosas termas romanas.

En estas elaboraciones se utilizan los productos muy comunes en la cuenca del Mediterráneo, condimentados con hierbas aromáticas, pimienta, comino, miel y otros ingredientes de la época imperial. “Intentamos encontrar todos los ingredientes, aunque ya no se utilicen”, explica Noemí. Para mantener la fidelidad histórica de sus platos, se basan en algunas de las cientos de recetas conservadas de la época, sobre todo del libro De re coquinaria (Sobre materia de cocina), un recetario en latín escrito por Apicio, aunque también de autores como Marcial, Columela, Plinio, Catón, Virgilio...

El menú degustación romano de Aqua Libera

Su menú degustación comienza con los entrantes o gustatio, que incluyen platos como el Moretum de Virgilio (un queso majado con hierbas frescas), lentejas con castañas en forma de hummus con especias, el Epityrum de Catón (aceitunas con aceite, vinagre y especias) o mejillones a la Apiciana con salsa de ajedrea. Como platos principales o Prima Mensa, se ofrecen elaboraciones como el atún con salsa de Paladio, con miel y mostaza, acompañado de ensalada al aceite de Liburnia o la carrillera de cerdo a la manera de Apicio, con salsa de cidra y con guarnición de Apotermo.

Albóndigas de cardo de Apicio con piñones y especias (Aqua Libera)
Albóndigas de cardo de Apicio con piñones y especias (Aqua Libera)

El banquete finaliza con la Segunda Mensa, el postre, donde se pueden probar delicias como la crema de piñones o un postre tradicional de queso y miel. Todo este festín se acompaña de vino aromatizado, mosto o agua y pan.

El precio de este menú es de 37 euros, un coste que también incluye los vestidos de romanos que puedes pedir, para sentirte como en un verdadero banquete de la Antigüedad Clásica. Además de esta degustación, se pueden pedir platos sueltos en su carta, con elaboraciones que van desde los 5 hasta los 16 euros. Las comidas o cenas se hacen específicamente para la ocasión, por lo que, si quieres vivir la experiencia de comer con tus amigos o familiares en un banquete romano, hay que reservar con antelación.

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