El bar de Barcelona con más de 200 años en el que Hemingway y Picasso brindaron con absenta y Rosalía y Rauw Alejandro grabaron un videoclip

Este mítico bar, fundado en el año 1820, mantiene toda la esencia de la Barcelona más bohemia

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Bar Marsella, el bar más antiguo de Barcelona (Flickr)
Bar Marsella, el bar más antiguo de Barcelona (Flickr)

Los bares de nuestras ciudades son lugares con historia y mucho encanto, testigos de cenas y tragos, discusiones y conversaciones, peleas y amores, debates y acuerdos. Algunos de ellos cuentan con cientos de años de historia y se han convertido en verdaderas reliquias de la cultura gastronómica de ciudades como . Allí, en pleno corazón del barcelonés barrio del Raval, se encuentra el bar Marsella, un establecimiento emblemático que ha tenido a los más grandes artistas e intelectuales como clientes habituales.

Este mítico bar, ubicado en el cruce entre las calles de Sant Pau y Sant Ramon, fue fundado en el año 1820 y hoy en día mantiene toda la esencia de la Barcelona más bohemia. El local transporta en el tiempo a todo aquel al que entra, gracias a que mantiene aún su decoración original desde hace 200 años: lámparas colgantes, espejos gastados, mosaicos en el suelo y mesas de mármol. Este ambiente pintoresco hace que el bar Marsella no solo sea un destino gastronómico y de fiesta en la Ciudad Condal, sino que, además, sea uno de los puntos de interés para los turistas nacionales e internacionales que visitan Barcelona.

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Las paredes del Marsella han visto pasar la historia reciente de España, con épocas que han marcado para siempre la estética y la memoria del bar. Una de las reliquias más llamativas del bar Marsella son sus carteles, que rezan “Prohibido cantar” y “Prohibido estacionarse en las mesas”. Se colgaron allí para evitar las reuniones clandestinas de artistas e intelectuales durante el régimen franquista y, a día de hoy, se mantienen intactos.

Las mesas que ahora ocupan turistas y curiosos antes acogieron a grandes figuras históricas de la Barcelona del siglo XIX. Hablar del Marsella es hablar de los incomprendidos artistas e intelectuales que pasaban horas entre sus paredes, brindando con absenta y debatiendo sobre cultura, arte o política. Pablo Picasso, Salvador Dalí o Ernest Hemingway son solo algunos de los genios habituales del Marsella. La bebida que atraía estos y otros hacia el bar, la absenta, sigue siendo la estrella del bar.

Además de ofrecer este licor tan característico del movimiento bohemio y haber acogido a artistas de la talla de Hemingway, el Marsella también ha sido escenario en películas y videoclips. Entre ellas destacan algunas como la comedia dramática Vicky Cristina Barcelona (2008), del director estadounidense Woody Allen, protagonizada por Javier Bardem y Penélope Cruz. Pero en este local también se han grabado videoclips como el de Vampiros, la última canción de Rosalía y Rauw Alejandro.

La absenta que hacía delirar a artistas e intelectuales

En el Marsella se utiliza absenta catalana preparada especialmente para el bar, una fuerte bebida alcohólica de tonos amarillentos que contiene regaliz y, según la leyenda, hace delirar a quien la prueba. Aún se sirve como se hacía antes, con un tenedor de postre posado sobre la boca del vaso, dos terrones de azúcar y una botella de agua. Quien la pruebe debe seguir el ritual tradicional, colocando el tenedor sobre la copa para apoyar ahí el terrón de azúcar y dejar caer el agua gota a gota sobre el azúcar para que caiga a su vez sobre la absenta.

Copas de absenta en el bar Marsella (annebethvis / Flickr)
Copas de absenta en el bar Marsella (annebethvis / Flickr)

El ‘hada verde’, como también se conoce a esta intensa bebida, comenzó siendo un elixir en Suiza, pero fue en Francia donde se hizo popular. Era el trago de confianza de los artistas del París de finales del siglo XIX y principios del XX, tales como Oscar Wilde, Van Gogh, Baudelaire, Manet o Picasso, entre otros, que consumían absenta porque, supuestamente, inducía a la inspiración artística. Se caracteriza por un sabor anisado, con un fondo amargo de tintes complejos debido a las hierbas que contiene, principalmente, Artemisia absinthium.

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