La relación entre la cantante Shakira y Gerard Piqué abarcaba más allá del matrimonio. Ambos compartían también varios negocios, entre ellos un lujoso restaurante del que formaban parte como socios y que cerró sus puertas tras la pandemia. Se trata de Blue Spot, un establecimiento con terraza incluida situado en plena Barceloneta que antes de su cierre se había convertido en uno de los lugares de moda de la ciudad. Ahora, tres años después de su clausura, el restaurante vuelve a abrir sus puertas, aunque esta vez sin la colaboración de la expareja.
El antiguo Blue Spot ha sido rebautizado como Azul Rooftop Barceloneta, un proyecto liderado por Romain Fornell, reconocido chef de Caelis. Azul Rooftop se incorpora al grupo de hostelería Goût Rouge, dirigido por el chef Fornell, quien también supervisa otros siete establecimientos en la capital catalana, incluyendo La Plasshola, Cafe Turó y Casa Tejada. Fornell, un talentoso chef francés afincado en Barcelona, hizo historia al obtener su primera estrella Michelin a la temprana edad de 24 años, convirtiéndose en el cocinero más joven en recibir tan prestigioso reconocimiento. Con la estrella de Caelis, que recibió solo unos años más tarde, Romain Fornell se erigió como el único cocinero francés en conseguir una estrella Michelin en Francia y otra en España.
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El recién abierto Azul Rooftop promete convertirse en el próximo place to be de la capital catalana. El local volvió a abrir sus puertas el 5 de mayo de este año, devolviendo así a la ciudad de Barcelona la oportunidad de disfrutar de su privilegiada localización, su terraza y sus vistas espectaculares. Aunque el local es el mismo, la decoración del inmenso y luminoso restaurante es ahora algo más elegante, acorde también a lo que ha ocurrido en la carta, con un ticket medio que sobrepasa los 80 euros por comensal, según explica Time Out Barcelona.
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El establecimiento cuenta con varios comedores, terraza y reservados y se caracteriza por su cocina con vistas al mar Mediterráneo, sus cócteles y sus espectáculos de música en directo. El local abre sus puertas con un nuevo horario de apertura, con servicios los miércoles y jueves de 17:00 a 03:00 y de viernes a domingo de 13 a 03:00.
En cuanto a la oferta gastronómica, Fornell vuelve a apostar por su ya conocida cocina mediterránea con toques afrancesados, con una carta que gira en torno a las carnes y los pescados a la brasa. El producto de calidad es la estrella en la cocina de la terraza, con platos como el rodaballo, el rape de tripa negra, el secreto ibérico o el wagyu de Burgos. Su menú viaja desde el picoteo más clásico, con tapas como las croquetas, el gazpacho o los mejillones, hasta propuestas tan originales como la escórpora frita con mahonesa de chipotle y la ensalada de remolachas con burrata y pistacho, pasando por arroces y mariscos.
Blue Spot, así era el restaurante fallido de Shakira y Piqué
Los orígenes de este restaurante se remontan a verano de 2018, cuando Blue Spot abrió por primera vez las puertas de su espectacular terraza. Dejando a un lado a los afortunados que probaron su cocina en las primeras semanas desde su apertura, el resto del mundo conoció la existencia del Blue Spot gracias a una publicación de Shakira. La cantante compartió en su Instagram una foto con su entonces pareja Gerard Piqué, en la que aparecían en un restaurante, junto a una frase: “¡Anoche fue noche de cita!”. Como se mostraba en la misma publicación, se trataba del Blue Spot.
Este establecimiento, situado junto al mítico hotel W de Barcelona, estaba gestionado por la Compañía de Lobos y contaba entre sus socios con los propios Shakira y Piqué. Según informó en su momento el diario Expansión, más allá de la gestión gastronómica, la propiedad era de la sociedad Logobeach, donde participaban el jugador y la cantante junto a otros socios.
Desde su apertura y también gracias a la publicidad de los propios socios, el restaurante se convirtió en uno de los lugares de moda de la Ciudad Condal. Según informaba 20minutos, la cocina de Blue Spot se especializaba en cocina de mercado, con arroces y pescados a la brasa como los principales protagonistas. A pesar de su decoración y ubicación de lujo, los precios de su carta no eran los de un restaurante exclusivo. Es más, el ticket medio era de unos 50 euros.
El éxito del local se vio frenado, como ocurrió con tantos otros negocios, con la llegada de la pandemia. Blue Spot cerró durante el confinamiento y, a diferencia de otros locales gestionados por la Compañía de Lobos, no apostó por ningún tipo de servicio de delivery, la alternativa que muchos negocios usaron para sobrevivir aquellos duros meses. Cuando se levantaron las restricciones, Blue Spot no volvió a abrir.
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