Omeraki, el restaurante del cocinero Alberto Chicote en Madrid, ha abierto sus puertas a amigos y chefs amateurs para un nuevo proyecto: menús a ‘4 manos’ llenos de sabor, emoción y trabajo en equipo. El pasado miércoles 10 de mayo, fue el turno de Rosa Tovar, antigua profesora de cocina del chef y experta en el estudio de los orígenes históricos y culturales de las cocinas de todo el mundo. La escritora y cocinera se unió a Chicote en la cocina central de su restaurante para elaborar un menú conjunto que solo los comensales presentes pudieron degustar.
Además de escribir sobre cocina y asesorar a algunos de los mejores chefs del país, Rosa Tovar ha dirigido una explotación agraria experimental y también fundó una empresa de catering de alta cocina con un salón de degustación de repostería. Desde hace más de 10 años, Tovar dicta sus lecciones de cocina en la escuela Alambique, una de las más prestigiosas de Madrid. Allí formó a Alberto Chicote, que más tarde también se convertiría en maestro en esta escuela.
Te puede interesar: La polémica paella de Dabiz Muñoz con chiles chipotles que provoca críticas: “Eso es arroz y nada más”
Rosa Tovar no será la única que se una al cocinero en las cocinas de Omeraki. Alberto tiene en mente invitar a sus fogones a esos ‘cocinillas’ que no son profesionales, pero que sienten pasión por la alta cocina, para que experimenten lo que es preparar un menú con un equipo profesional. “No será la última vez que invitemos a amigos a que cocinen en casa. ¡Atentos!”, decía el cocinero y presentador en su cuenta de Instagram.
Te puede interesar: El plato de Mallorca que encanta a Dabiz Muñoz
El menú a ‘4 manos’ de Chicote y Tovar
Chicote invitó a su antigua profesora a decidir los platos que le gustaría preparar y luego él, completó la propuesta con sus propias creaciones. El resultado fue un menú de trece bocados donde se mezcla la vanguardia del cocinero y la tradición de la gastronomía histórica, la especialidad de Rosa Tovar.
Para abrir el apetito antes de los aperitivos, la degustación comenzó con una combinación de pan y mantequillas, concretamente mantequillas de polen y de wasabi para untar en un pan tostado en robata. Acompañando a las mantequillas, una explosión de sabor con una pasta de cinco ajos en el mortero.
La cena comenzó con cuatro aperitivos, dos por cada cocinero. Rosa Tovar apostó por un bocadito de rillette de esturión, un paté deshecho en fibras que normalmente se hace de carne pero que, en esta ocasión, se elaboró con pescado. Colocaron este paté sobre unos sopes mexicanos, una tortilla gruesa y ancha hecha a base de yuca, aceite de oliva, pimienta, clavo y cayena. El segundo aperitivo de la cocinera eran sus famosas galletitas de achiote y macís rellenas de queso de cabra. Para completar la oferta de aperitivos, Chicote propuso un gazpacho de verduras asadas con sorbete de tomate y albahaca y una almeja de la ría gallega acevichada en fruta de la pasión.
De los aperitivos pasamos a los entrantes, uno por cada uno de los chefs encargados de esta cena. Rosa Tovar decidió comenzar con una morisqueta filipina, un arroz frito al estilo chino acompañado de los sabores del chorizo, el apio y la cebolleta crudos, un aliño de soja, y una tortilla cortada en fideos para coronar. Por su parte, Chicote también optó por mezclar los sabores orientales con productos conocidos con su espárrago blanco confitado en AOVE, en infusión de soja, hojas de curry y mandarina.
En los principales, los comensales pudieron probar una parpatana de atún glaseada en su jugo y una paletilla de corzo en zirbaya andalusí con puré de zanahoria. El toque dulce lo dieron dos postres: el helado de azafrán con bizcocho de pistachos de Rosa y el original y misterioso postre ‘mi media naranja’ de Chicote. Finalmente, para acabar este banquete a cuatro manos, los cocineros sirvieron dos miniaturas dulces: unas perrunillas caseras con teja de almendras y una trufa de chocolate blanco con jengibre confitado.
Seguir leyendo: