En diciembre pasado, el consumidor en supermercados o comercios pagó por los alimentos casi tres veces y medio el precio que recibió el productor agropecuario que los entregó a la cadena comercial en el campo. Es decir, se mantiene en niveles altos la brecha de valores que existe entre los mencionados sectores de la cadena comercial.
Según el informe mensual de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en el último mes del 2022, “los precios de los productos agropecuarios se incrementaron 3,4 veces desde que salieron del campo (origen) hasta que llegaron a la góndola (destino)”. Es decir, los consumidores pagaron $3,4 por cada $1 que recibieron los productores (dicho de otra forma, $2,94 por cada $10) de los 24 agroalimentos que componen la canasta del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la entidad.
A todo esto, se señaló que la participación de los productores en el precio final de los alimentos, varía según cada actividad: en general, el precio final de venta de las materias primas agropecuarias rondan casi el 27%. Allí por ejemplo, el productor de papa recibe casi un 50% del precio de góndola mientras que los hortícolas que entregan sus zanahorias, solo reciben un 10%. Además, en diciembre pasado los precios de la canasta ganadera que compone el indicador realizado por la entidad se multiplicaron tres veces desde el campo hasta la góndola. Es decir que por cada peso ($1) que recibió un productor ganadero, el consumidor debió pagar $3.
Por otro lado, entre los productos relevados por CAME que exhibieron las menores brechas entre el precio pagado en origen y el valor abonado en las góndolas, se destacaron la papa (cuyo precio en el campo fue 2 veces el monto pagado por el consumidor), una tónica similar mostraron los huevos (2,2 veces), la berenjena (2,3 veces), el pollo (2,3 veces) y la frutilla (2,4 veces).
Para el caso de las mayores brechas que presentó la diferencia entre los precios entre el productor y consumidor durante diciembre último, se anotó la zanahoria, cuyo precio en las góndolas fue 9,9 veces el valor pagado en las tranqueras. Al respecto, el informe de CAME refirió que “en origen se registró un aumento mensual del 93% en los precios recibidos por el productor y en destino se registró una variación mensual del 40%”. Además, la manzana roja fue el segundo producto con mayor brecha entre productor y consumidor, ya que en el último mes del 2022 su precio se multiplicó 8,8 veces desde que salió del campo hasta llegar al consumidor, y en origen se registró una suba mensual del 10%.
Precios
Por su parte, en destino se observó que los precios crecieron, en promedio un 15%, donde el zapallito presentó un precio en la góndola que se ubicó 8,4 veces por arriba del valor abonado en el campo. “El consumidor pagó $8,4 por cada $1 cobrado por el productor por producir zapallitos”, explicaron desde la CAME.
Respecto a los precios en origen se observó una suba del 0,5% mientras que en destino el aumento de precios respecto de noviembre fue de 5%. Para el caso de la pera, en diciembre último la brecha estuvo en 7,8 veces. Sobre los precios se observó que en origen tuvieron una caída mensual de 2,1%. En destino se observó que mensualmente tuvo una variación de 13%. En la mandarina, dicha brecha fue de 6,7 veces entre el valor pagado en el campo y en las góndolas. En origen se observó un aumento de 2,4%, mientras que en destino se registró una suba de 32,5%.
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