A raíz de la muy fuerte caída del consumo, los precios de los alimentos registraron una notable desaceleración en los últimos meses, en línea con lo que viene sucediendo con la inflación en general. Pero las bajísimas temperaturas del invierno le jugaron una mala pasada al plan del Gobierno de mostrar cifras cada vez más bajas en este sector. La inflación de alimentos por ahora no sigue cayendo a raíz de los productos estacionales, que desde junio crecen fuerte debido al impacto que las heladas provocan en las distintas producciones, especialmente las verduras, tubérculos y legumbres. Y agosto no será la excepción.
Durante julio, de acuerdo con información oficial a la que accedió Infobae, mientras que las carnes treparon 5,6%, los huevos subieron 3,1% y las frutas y hortalizas, 23,9% y 28,9%, respectivamente. Se trata de datos que surgen del Sistema Electrónico de Publicidad de Precios Argentinos (SEPA), que se nutre de información que diariamente los supermercados le envían al Gobierno. No incluye la información del canal tradicional, que sí incorpora el Indec en el IPC, pero la información final no difiere tanto.
Si se excluyen los productos frescos, que subieron fuerte el mes pasado, la canasta del supermercado creció 1,8% durante todo el mes, 1 punto menos que lo que había subido durante junio. Dentro de ella, alimentos y bebidas sin alcohol aumentó 1,5%; bebidas alcohólicas, 3,1%; cuidado personal, 1,8%; y productos de limpieza, 2,4%. Y si se desagrega alimentos, el rubro que más se incrementó en julio fue el de azúcar, dulces y golosinas (4,5%), pero el resto se movió en torno al 2%. Las gaseosas, aguas y jugos bajaron 3,1% sus precios, lo que refleja la pérdida de consumo que está registrando ese sector. A nivel interanual, la canasta de super completa acumula un aumento de 268 por ciento.
Los productos sensibles
De acuerdo con el SEPA, de los productos considerados sensibles, el arroz fue el que más se incrementó durante julio (6,9%). Otros como el aceite de girasol, la harina de trigo, las leches, las pastas secas y la yerba, por el contrario, registraron subas que no superaron el 1,3% en el mes. A su vez, los mayores aumentos del mes fueron las salsas de tomate, que treparon en promedio 21,4%, los vinos espumantes (15,2%) y el champagne, con 8,7% de suba.
La misma tendencia general está sucediendo durante los primeros días de este mes. En alimentos, son los frescos los que llevan la delantera, según la información que manejan en el Gobierno. Las hortalizas acumulan, al 9 de agosto, una suba de 2,8%, en tanto que las frutas, esta vez, por ahora registran caída. Dentro del subrubro carnes, la porcina se disparó este mes, con un alza del 25% acumulado, en tanto que la aviar trepó casi 5% y el pescado, 2,45%. La carne vacuna, por el momento, se mantiene casi sin variaciones (trepó apenas 0,96%).
A nivel general, la canasta de los supermercados con frescos incluidos muestra, en estos primeros días del mes, un incremento de 1,4%, versus 1,5% que había subido en el mismo período de julio. Esa misma canasta sin frescos acumula un aumento de 1%, frente a 0,8% del mes anterior.
Más allá de que en gran medida sea explicada por la recesión y la fuerte caída en las ventas –en julio las ventas en los super mostrarían una contracción de 20%, según datos preliminares de la consultora Scentia–, en el Gobierno festejan esta desaceleración de los alimentos y remarcan que lo que sube más tiene que ver justamente con la estacionalidad, con el clima frío y las pérdidas productivas.
Creen, tal como le dijo el ministro de Economía, Luis Caputo, a los empresarios y lo repitió públicamente, que la inflación se está desplomando y que en algún momento del año podría llegar al 0%. Por lo pronto, la núcleo ya se ubica en torno al 2%, lo cual es muy alentador, admiten en los despachos oficiales.