Por el ritmo de suba de precios de las últimas semanas entre las frutas y verduras, la Secretaría de Comercio anunció un nuevo acuerdo con supermercados y el Mercado Central de Buenos Aires para fijar los valores de una canasta durante un mes, con una cobertura limitada a la Ciudad y el Gran Buenos Aires.
La canasta incluirá una canasta compuesta: papa negra ($189), tomate redondo ($299), lechuga de estación ($569), manzana ($399), cebolla ($189) y banana ecuatoriana ($470) y banana subtropical ($360), detallaron desde Comercio.
“La posibilidad de construir esta canasta, que representa a lo más consumido por los argentinos y argentinas, nos resulta muy importante porque el sector mostró una altísima volatilidad y se vio en la suba de precios. Eso nos invita a anunciar estos precios por 30 días e inaugurar un mecanismo de abordaje que mes a mes iremos renovando”, destacó Tombolini durante la presentación del acuerdo en la Secretaría de Comercio.
En ese sentido, ponderó el trabajo en conjunto con el Mercado Central y los operadores y celebró “el compromiso no con el Estado nacional, sino con cada argentino y cada argentina en la zona de AMBA que espera ver un precio estable en las góndolas”.
Y cerró: “Este acuerdo también sigue la instrucción del ministro Sergio Massa, en el marco de una hoja de ruta, de orden fiscal y de acumulación de reservas, se complementa con el aumento de la oferta de bienes y la construcción de acuerdos precios, bajo la idea de llevar orden y previsibilidad a la mesa de los argentinos”.
En enero, según el Indec, el rubro de frutas y verduras tuvo un incremento de 11,6 por ciento. Una canasta mensual en el AMBA relevada por el organismo estadístico reflejó que el tomate redondo fue remarcado en 64,8%, la naranja tuvo un incremento de casi 50%, la papa de 24,7%, el limón tuvo una suba de 13,2% y la cebolla de 8,9 por ciento.
Los alimentos tuvieron un peso relevante en la inflación de este mes. Según un informe de C&T Asesores Económicos, “febrero suele ser un mes de inflación relativamente baja pero no fue así este año. En gran medida, este comportamiento anormal se debió a la suba de 9,2% que tuvo el rubro de alimentos y bebidas, el de mayor ponderación. En líneas generales hubo una aceleración de todos sus principales componentes, pero el aspecto más destacado fue el aumento de 20% en la carne, proceso que ya se había iniciado enero y que se acentuó en febrero”.
La consultora LCG, por su parte, midió recientemente que “durante la tercera semana del mes de febrero el Relevamiento de Alimentos y Bebidas LCG marcó un incremento del 0,5% semanal, desacelerando casi 1,2 puntos porcentuales respecto a la semana previa”. “Esta semana el porcentaje de productos con aumento de precios disminuyó drásticamente en 23 puntos y se ubicó en un 7% de la canasta total. Estas dinámicas erráticas podrían estar relacionadas con los aumentos de precios aprobados por el programa de Precios Justos”, continuó LCG.
Según un informe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), el incremento en los precios de los alimentos en nuestro país el año pasado promedió el 5,7% mensual, cifra que lo ubica como el más elevado de la región, mientras que el promedio de diez países de América latina dio, en cambio, 1 por ciento.
En el arranque de 2023, el mismo dato marcó 6,8% para el país, mientras que para la región fue de 0,9%, con lo cual la brecha se amplió a 7,7 veces. Incluso, en la comparación directa con algunos países es más la diferencia: 13 veces la de Brasil; 10,1, la de Perú y 9,3 veces, con relación a Bolivia.
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