El índice de Precios al Consumidor (IPC-Costo de Vida) aumentó durante febrero un 4,7% y se ubicó por encima del 3,9% de enero, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). En ese marco, la suba en la división Alimentos y bebidas no alcohólicas fue la de mayor incidencia en la mayoría de las regiones con un incremento de 7,5 por ciento.
Lo más relevante en la división fue el incremento de verduras, tubérculos y legumbres, donde se destacaron –al igual que en enero- la lechuga, con una disparada del 72,7% en el precio, también el tomate, la papa y la cebolla. En ese sentido, registraron fuerte aumentos las frutas, especialmente el limón y la naranja, con alzas de 27% y 19,8%, respectivamente.
La división de Alimentos y bebidas no alcohólicas fue la de mayor aumento del mes a nivel nacional, además de ser la de mayor incidencia en todas las regiones: en el promedio, aportó más de 2 puntos porcentuales a la suba del Nivel general.
Entre los 10 alimentos que más subieron en febrero sobresale la lechuga, con un fuerte incremento de 72,7%, seguido por el tomate, también por kilo, que tuvo un alza de precios del 40,8%. El podio lo completó la cebolla (por kilo), al registrar un aumento de 30,8 por ciento.
Más atrás figura el limón, por kilo, con un alza de 27%; la docena de huevos de gallina, que aumentaron 22,5%% la naranja por kilo, cuyo precio saltó un 19,8% y la papa, con un incremento de 16, 3 por ciento.
La lista de los 10 alimentos que más aumentaron en el segundo mes del año la completan la leche en polvo –subió 15,9%-; la carne picada, que tuvo un incremento de 11,7%, y el kilo de manzana, con una suba de 10,9 por ciento.
La división de Alimentos y bebidas no alcohólicas fue la de mayor aumento del mes a nivel nacional, además de ser la de mayor incidencia en todas las regiones: en el promedio, aportó más de 2 puntos porcentuales a la suba del Nivel general
Cuando se observan los cortes de carne, los mismos registraron alzas significativas. La paleta tuvo una suba de 7,8% en febrero, seguida por la nalga, que registró un alza de 7,7% y por el cuadril, con un incremento de 6,6%. En tanto, el asado subió un 2,8%, mientras que el pollo aumentó 4,8% y el filet de merluza tuvo una suba de 8,3 por ciento.
En ese marco, el consumo de carne continúa en niveles históricamente bajos y sin vistas a una recuperación que la ubique nuevamente en valores promedio históricos. Según un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de las Carnes (CICCRA), febrero tuvo un consumo per cápita al año de 48 kilogramos, lo que significó una caída del 1,8% respecto a lo registrado en el mismo mes del 2021.
Esto significa que durante el segundo mes del año los argentinos consumieron el equivalente a 0,9 kilos menos por habitante al año, 2,4 kilos por debajo de los registrados en febrero de 2020 y 7,1 kilos menos que en el mismo período de 2019. De esta manera, el registro de este año se convirtió en el peor para este mes, por lo menos, desde 2005, según marcó el trabajo realizado por la entidad empresaria.
El Índice de Precios al Consumidor estuvo en por encima de lo que esperaban las estimaciones oficiales y las proyecciones de consultoras privadas. El año continúa así con un ritmo inflacionario que el Gobierno considera elevado y que prepara el terreno para una primera parte del 2022 con una situación de precios elevada.
Sucede pese a que el Ejecutivo puso en marcha una serie de congelamientos de precios de productos de consumo masivo, entre ellos alimentos, en una canasta amplia de 1.321 artículos y que contó con el consenso de las empresas del sector.
Mientras tanto, a fines de enero de 2022, los analistas de mercado que releva el Banco Central todos los meses proyectaron que la inflación minorista para este año se ubicará en 55 por ciento.
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