El rechazo al peso argentino y la escasez de dólares en un contexto alcista y de cepo cada vez más estrecho, sumados a la reapertura de la circulación fronteriza, provocó la aparición en Misiones de dos nuevas divisas con cotización “alternativa”: el real (la moneda brasileña) y el guaraní (la moneda paraguaya) “blue”.
Al no poder hacerse de dólares, quienes pretenden hacer compras del otro lado de la frontera o simplemente preservar sus ahorros en una moneda cuyo valor no se diluya tan velozmente empezaron a demandar la moneda brasileña o la paraguaya, algo que ya se había empezado a notar desde antes de la habilitación internacional entre Puerto Iguazú y Foz de Iguazú (Brasil), y entre Posadas y Encarnación (Paraguay).
Así aparecieron las versiones blue del real y el guaraní, consigna el diario “El Territorio”. Prácticamente toda la demanda se canaliza a través del mercado informal, con “arbolitos” comprando y vendiendo las monedas brasileña y paraguaya. “Siempre hubo guaraníes en la venta, pero ahora se comenzó a ofrecer en la calle porque hay disponibilidad en el mercado y se apunta a generar un nuevo mercado y otra alternativa” consignaron fuentes locales al diario de mayor circulación en la provincia de la tierra colorada.
Pase por acá
La demanda está de hecho forzada al mercado informal, ya que las casas de cambio están mayormente cerradas, por la escasez de operaciones y porque la compra por vía bancaria es muy limitada. El estrechamiento del cepo cambiario hizo escasear cada vez más la provisión de dólares en el interior de la Argentina.
En la Argentina, salvo la cotización del peso contra el dólar y el euro, no hay “mercado” contra otras monedas. En el caso del guaraní, la cotización que se toma como punto de partida es la de éste respecto del dólar, que es de 6.800 guaraníes por unidad de la moneda norteamericana. Luego, dividiendo esa cotización por la del peso frente al dólar se obtiene la relación entre el peso y el guaraní, que oscila así entre 34 y 35 guaraníes por peso, según la cotización que se tome.
La brecha es mayor al 40%, margen que se toman los cambistas para aceptar dinero argentino y cambiarlo de alguna manera por una divisa de mayor liquidez, como el dólar
Los argentinos pueden sentir por un instante que el peso es más “valioso” que el guaraní, pero la moneda paraguaya tiene un valor bastante estable, con una inflación anual promedio cercana al 4% desde hace varios años. Cualquier pretensión de superioridad se desploma cuando se tiene en cuenta la brecha entre los tipos vendedor y comprador, que es mayor al 40%, margen que se toman los cambistas para aceptar dinero argentino y cambiarlo de alguna manera por una divisa de mayor circulación, como el dólar.
Del lado paraguayo, los pesos pueden ser aceptados por quienes necesiten o pretendan hacer compras del lado argentino o colocar el dinero a interés, si consideran que pueden ganar con la operación, según el cambio al que hicieron la operación.
Por sí misma, la apertura de la frontera con Paraguay reactivó la demanda de guaraníes del lado argentino, pues muchos residentes de Posadas, antes de cruzar a Paraguay prefieren ir ya provistos de la moneda paraguaya y no viajar con la duda acerca de si del otro lado aceptarán pesos, o a qué precio.
Solidaridad cara
Para la compra, en los mercados informales la relación es de 35 guaraníes por peso, y para la venta de entre 45 y 55 guaraníes. Tomando el valor medio (50), es una brecha enorme, del 42 por ciento. Pero es mejor que en las Casas de Cambio, donde las relaciones son de 38 y 72, una brecha de casi el 90% en la que están incluidos los impuestos. Para el real, la diferencia en casas de cambio, si se consigue, es de $ 15,83 para la compra y $ 30,25 para la venta, casi el 100%, que –de vuelta- incluye el 30% del impuesto “solidario” y el 35% de anticipo de impuesto a las Ganancias).
En Bernardo de Irigoyen, otra localidad fronteriza donde siempre hubo movimiento cambiario tanto oficial como paralelo, vinculado al movimiento turístico, pese a la reciente apertura del corredor con Dionisio Cerqueira hasta ahora hubo pocos cruces entre uno y otro lado por ende pocas operaciones de cambio. informó El Territorio. Allí la cotización “blue” es de 32 guaraníes por peso, similar a la que se ofrece en Posadas, la capital misionera.
Turismo y divisas
La reapertura del movimiento turístico internacional, con una moneda que a los argentinos les encarece muchísimo viajar por el mundo y a los extranjeros les abarata visitar la Argentina podría ser una oportunidad para que el BCRA acreciente sus escasas reservas, si las divisas de quienes ingresan fluyen por canales formales. Por eso el Central habilitó en la semana que los turistas extranjeros abran desde el exterior cajas de ahorro bimonetarias (en pesos y en dólares) en un banco local, para usarlas luego con tarjeta, valorizando los dólares al tipo de cambio “bolsa”, operación que le pueden facilitar los propios bancos. Muchos dudan de la eficacia de la medida, pero lo cierto es que el Gobierno se apuró, al día siguiente, en avisar a los extranjeros que arriban a Ezeiza que pueden cambiar sus dólares a $ 180, como notó Diana Mondino. “Qué eficiencia! Ya actualizaron la cartelería en Ezeiza”, notó no sin ironía la economista, muy activa en la red social Twitter.
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