Los síntomas de la menopausia no siempre acaban a los 60: algunas alternativas para aliviar las molestias físicas y emocionales

Si bien la Terapia de reemplazo hormonal es comúnmente recomendada, no es la única opción; otros tratamientos no hormonales ofrecen soluciones viables y efectivas para mejorar la calidad de vida

Los anticonceptivos hormonales generan, en algunas usuarias, afectaciones en su salud física y mental. La susceptibilidad y el estilo de vida de las mujeres, sobre todo cuando están cerca de la menopausia, influyen en la sintomatología - crédito Jesús Aviles/Infobae

Cada 18 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Menopausia, una fecha que busca sensibilizar a la población y a los sistemas de salud sobre los desafíos que enfrentan las mujeres durante esta etapa natural de sus vidas. Aunque comúnmente se asocia la menopausia con mujeres entre 45 y 55 años, estudios recientes en Colombia han revelado que sus efectos pueden extenderse mucho más allá de esa franja etaria, afectando la calidad de vida física y mental de mujeres mayores de 60 años.

Este escenario plantea una necesidad urgente de atención en el país, dado el impacto desafiante y duradero que los síntomas menopáusicos tienen sobre esta población.

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Persistencia de los síntomas en mujeres mayores

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la menopausia es un proceso biológico que puede traer consigo una serie de síntomas físicos y emocionales, como sofocos, insomnio, ansiedad y sequedad vaginal. Aunque la mayoría de las mujeres experimentan este proceso entre los 45 y 55 años, investigaciones recientes sugieren que los síntomas pueden persistir más allá de los 60, afectando de manera significativa su bienestar.

Los sofocos y bochornos son los síntomas más comunes de la menopausia - crédito Ruber Internacional/Europa Press

Un estudio llevado a cabo por el doctor Franklin José Espitia-De La Hoz en 2024, examinó a 117 mujeres mayores de 60 años en el departamento de Quindío para identificar la prevalencia y severidad de los síntomas menopáusicos. Los resultados revelaron que alrededor del 10% de estas mujeres continuaban experimentando síntomas, destacando los sofocos y bochornos como los más comunes, que afectaron al 80% de las encuestadas. Sin embargo, la sintomatología no se limita a estos signos más conocidos.

Síntomas físicos y su impacto en la calidad de vida

El estudio de Espitia-De La Hoz también reveló otros síntomas significativos, como la sequedad vaginal y la dispareunia; que es el dolor que se experimenta durante las relaciones sexuales, que afectaron a más del 58% de las mujeres, reflejando el impacto del Síndrome Genitourinario de la Menopausia (SGUM). Esta condición no solo genera incomodidad física, sino que afecta la vida sexual y la autoestima de las mujeres mayores.

Además, un 65% de las participantes reportaron problemas sexuales, mientras que un 68% experimentó problemas musculares y articulares, destacando la prevalencia de dolores y fatiga. En el plano psicológico, un 17% de las mujeres encuestadas manifestaron síntomas de depresión y ansiedad, lo que subraya la necesidad de abordar estos problemas desde una perspectiva integral que contemple tanto el bienestar físico como emocional.

Algunas mujeres presentan problemas articulares y musculares en la etapa de la menopausia - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

Otro estudio, llevado a cabo en 2023 por la Universidad del Quindío, titulado ‘Los significados de la menopausia, una mirada desde la teoría de las transiciones’, arrojó que muchas mujeres viven esta fase con ansiedad y desasosiego, especialmente aquellas que carecen de un sistema de apoyo adecuado. Esta falta de orientación contribuye a que la menopausia se viva de manera desfavorable, aumentando el riesgo de depresión y otros trastornos emocionales.

Factores de riesgo y agravantes

El estudio de Espitia-De La Hoz también identificó varios factores de riesgo que agravan la severidad de los síntomas menopáusicos en esta población. Entre los principales destacan el tabaquismo y la menopausia precoz. Las mujeres que atravesaron la menopausia antes de los 45 años presentaron un riesgo 3,87 veces mayor de experimentar síntomas graves en etapas posteriores de la vida, en comparación con aquellas que iniciaron este proceso más tarde. Asimismo, las mujeres fumadoras mostraron casi el triple de probabilidad de presentar síntomas intensos.

Por otro lado, un mayor nivel educativo se presentó como un factor protector. Las mujeres con mayor escolaridad reportaron síntomas menos graves, lo que sugiere que la educación y el acceso a información adecuada pueden jugar un papel crucial en la manera en que las mujeres enfrentan la menopausia.

Repercusiones emocionales y sociales

El bienestar emocional de las mujeres suele verse afectado durante la menopausia, lo que afecta, incluso, su desempeño laboral - crédito Freepik

Más allá del impacto físico, los síntomas menopáusicos también afectan el bienestar emocional y social de las mujeres mayores de 60 años. Espitia-De La Hoz encontró que el 27% de las mujeres evaluadas presentaban síntomas severos que requerían tratamiento, y un 20,51% reportó que estos síntomas afectaban gravemente su capacidad de trabajo. Asimismo, un 15,38% señaló que experimentaba dificultades en el cumplimiento de sus responsabilidades del hogar.

La sequedad vaginal, la dispareunia y otros problemas urogenitales también afectan las relaciones de pareja, generando tensiones emocionales y disminuyendo la frecuencia de las relaciones sexuales. Este impacto en la vida íntima de las mujeres puede derivar en sentimientos de aislamiento y baja autoestima, empeorando su salud mental.

Tratamientos alternativos para el manejo de síntomas

La Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH) sigue siendo uno de los tratamientos más eficaces para combatir los síntomas menopáusicos. Según Gissela Lizbeth Amancha y Miriam Ivonne Fernández, en su estudio de 2024, la TRH puede mejorar significativamente la calidad de vida de las mujeres menores de 60 años, especialmente aquellas que no presentan comorbilidades.

Alternativas no hormonales

Para las mujeres que no desean o no pueden recurrir a la TRH, existen otras opciones. Una reciente revisión publicada en la Revista Colombiana de Obstetricia y Ginecología evaluó el uso de antidepresivos para tratar los síntomas vasomotores en mujeres en peri y posmenopausia. Los doctores Mónica Flores-Ramos y Jesús Rafael Aguilera-Pérez destacaron que los estrógenos continúan siendo el tratamiento de elección para estos síntomas, pero en muchas mujeres están contraindicados o no son aceptados. En su lugar, los antidepresivos pueden ofrecer una alternativa viable.

Los estrógenos suelen ser utilizados en la Terapia de Reemplazo Hormonal, que funciona para mejorar los síntomas de la menopausia - crédito Shutterstock

La investigación, titulada ‘Uso de antidepresivos para el tratamiento de los síntomas climatéricos’, revisó estudios publicados entre 2002 y 2011. Los resultados sugieren que antidepresivos como la sertralina, fluoxetina, citalopram y venlafaxina pueden aliviar los síntomas vasomotores, como los bochornos, y mejorar trastornos del sueño, irritabilidad y labilidad emocional.

Aunque los estudios revisados muestran resultados prometedores, los autores subrayan la necesidad de más investigaciones que confirmen la eficacia y seguridad a largo plazo de estos medicamentos en la población general.

Las terapias psicológicas, como la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), también han mostrado eficacia, pues ayuda a las mujeres a modificar patrones de pensamiento y a desarrollar estrategias para lidiar con el estrés y las emociones negativas. Según un folleto de salud mental de la menopausia, creado por la doctora Louise Newson, especialista en menopausia y el profesor Jayashri Kulkarni, director del Monash Alfred Psychiatry research centre (MAPrc) y jefe del Departamento de Psiquiatría de la Central Clinical School de Melbourne, Australia, la TCC es una opción segura y recomendada para mejorar el bienestar emocional.

Así mismo, otras alternativas son los remedios herbales y terapias complementarias: Aunque los estudios sobre su efectividad son limitados, algunas mujeres optan por hierbas como la hierba de San Juan, la rhodiola o el ginseng indio (ashwagandha) para aliviar síntomas como el insomnio o la ansiedad. Sin embargo, es esencial tener en cuenta que estos productos naturales no están exentos de riesgos y deben utilizarse bajo supervisión médica.

infusión de lavanda, una bebida natural y relajante, conocida por sus propiedades calmantes y beneficios para la salud - Crédito ilustrativa Infobae

Finalmente, la acupuntura ha mostrado cierto alivio en los síntomas físicos de la menopausia, mientras que la aromaterapia, utilizando aceites esenciales como la lavanda, puede promover la relajación y el bienestar general, lo que va de la mano de la meditación como herramienta alternativa al proporcionar un enfoque holístico que ayuda a reducir el estrés y promover el bienestar emocional.

Cambios en el estilo de vida: la importancia de una buena nutrición

Más allá de los tratamientos médicos, adoptar un estilo de vida saludable es fundamental para mitigar los síntomas de la menopausia, permitiendo a las mujeres afrontar mejor esta etapa de transición.

Infobae Colombia conversó con Camila Duque, nutricionista y dietista egresada de la Universidad Javeriana de Cali, con énfasis en nutrición deportiva y nutrición clínica. La experta, cuyo campo de acción engloba cualquier paciente que necesite acompañamiento en esta área, relató la manera en que una mujer puede hacer más llevaderos los síntomas de la menopausia.

Duque destacó que uno de los enfoques esenciales para manejar los cambios hormonales que se experimentan con la menopausia es la adopción de hábitos alimenticios adecuados, tanto antes como durante esta transición, para preparar el cuerpo y mejorar la salud en general.

Mantener una dieta equilibrada con alimentos ricos en vitaminas y minerales ayuda a regular las hormonas en la menopausia - crédito Getty Images

Respecto de los hábitos saludables indispensables para antes de la menopausia, la nutricionista señaló: “Es crucial que las mujeres empiecen a regular ciertos aspectos de su vida, como la actividad física y la nutrición, para manejar mejor los cambios hormonales que están por venir”.

En este sentido, destacó que la alimentación rica en calcio y vitamina D juega un papel fundamental en el mantenimiento de la salud ósea y general. Además, recomienda el consumo de productos lácteos bajos en grasa y alimentos como el salmón, atún, huevos y alimentos fortificados, que ayudan a contrarrestar la deficiencia común de esos nutrientes en mujeres menopáusicas.

La especialista en nutrición también hizo énfasis en la importancia del calcio, especialmente porque durante la menopausia aumenta el riesgo de osteoporosis: “Los lácteos bajos en grasa, como el yogur y los quesos maduros, son excelentes fuentes de calcio que también ayudan a la salud intestinal, lo que a su vez tiene un impacto en el bienestar emocional de las mujeres”.

A medida que las mujeres se acercan a la menopausia, Duque recomienda incluir en la dieta alimentos ricos en fitoestrógenos —compuestos vegetales que pueden ayudar a regular los niveles hormonales—, estos se encuentran en alimentos como la soja, el tofu, la linaza y las semillas, y han demostrado tener un impacto positivo en la salud hormonal: “Es importante integrar estos alimentos para mantener un ciclo menstrual más equilibrado antes de la menopausia y ayudar a reducir algunos de los síntomas asociados”, explica la nutricionista.

Una dieta desequilibrada puede agravar el estrés y la ansiedad durante la menopausia - crédito Getty Images

“Una dieta desequilibrada se refleja en la salud mental; el estrés y la ansiedad pueden empeorar si el cuerpo no está recibiendo los nutrientes necesarios para funcionar correctamente”, afirmó Duque. Por ello, sugirió prestar atención no solo a lo que se consume, sino a los factores emocionales y sociales que influyen en el bienestar general, como el estrés laboral o las relaciones interpersonales.

Embarazo en la perimenopausia: formas sanas de evitarlo o tenerlo

A pesar de que en la menopausia las mujeres pierden sus capacidades reproductivas, debido a la falta de ovulación, hay posibilidades de embarazo justo antes de su llegada, que es la etapa de transición conocida como perimenopausia. Y, aunque son pocas las probabilidades, pueden generar preocupación en las mujeres, no solo porque no deseen ser madres, sino porque se aconseja tener hijos antes de los 30 años por cuestiones de salud de las mujeres, según explicó a Infobae Colombia la médica endocrinóloga de la Universidad Nacional Martha Rocío López.

No obstante, por diversos factores, entre los que se incluyen los cambios de proyección de vida de las mujeres, que esperan desarrollarse profesionalmente y disfrutar de otras actividades y experiencias antes de adquirir la responsabilidad de la maternidad, varias de ellas postergan o anulan por completo la posibilidad de un embarazo.

Aunque la ovulación es menos frecuente en la perimenopausia, el riesgo de embarazo sigue presente - crédito Getty Images

Eso quiere decir que están supeditadas al uso de métodos anticonceptivos, entre ellos los hormonales, durante muchos años. El uso prolongado de estos dispositivos o pastillas no es aconsejable, teniendo en cuenta que generan afectaciones en la salud física y mental de las mujeres, que, de por sí, en la menopausia empiezan a experimentar cambios incómodos en su cuerpo.

Se puede hacer seguimiento de la ovulación, por ejemplo se puede usar métodos de barrera como el preservativo. Otra opción sería un anillo, que se llama Oura, que da la información de sueño, la información del día de la ovulación, del día de la fertilidad, el manejo de la temperatura, el manejo del moco cervical, mirar cuando es el primer día de ciclo, el primer día de sangrado”, explicó la experta.

El dispositivo intrauterino es otra opción disponible para mujeres de todas las edades. Sin embargo, la endocrinóloga indicó que no suele recomendarlo porque es un cuerpo extraño que ingresa al cuerpo y que causa mucho dolor en las pacientes, sangrado abundante y anemia, que es la falta de glóbulos rojos sanos en la sangre.

En ese sentido, recomienda optar por métodos de planificación que no sean antifisiológicos, ya que suelen generar efectos adversos en las usuarias e, incluso, pueden poner en riesgo sus vidas.

Durante la perimenopausia, el uso prolongado de anticonceptivos hormonales puede influir en la salud emocional - crédito Shutterstock

Es importante que las mujeres mayores de 35 años consideren la planificación, teniendo en cuenta que tener hijos en edades avanzadas puede implicar serios problemas de salud para ellas y para los bebés. De acuerdo con Mayo Clinic, que cuenta con una oficina informativa en Colombia, los embarazos múltiples son más comunes cuando se está en una edad avanzada.

Esto se debe a que los cambios hormonales podrían provocar la liberación de más de un óvulo al mismo tiempo. Por otra parte, las tecnologías de reproducción asistida, como la fertilización in vitro, también pueden influir en esto”, precisa el sitio web oficial de Mayo Clinic.

Asimismo, se incrementa el riesgo de tener diabetes gestacional, por lo que es importante que controlen su glucosa en la sangre optando por una alimentación sana y el ejercicio constante. Si la diabetes no es tratada como se debe, el bebé puede nacer más grande que el promedio, lo que implica que la mujer puede tener lesiones durante el parto. Además, hay mayores probabilidades de que haya un parto prematuro y que el bebé tenga complicaciones de salud.

La presión arterial también se eleva durante el embarazo en edad avanzada y, para evitar afectaciones de salud, será necesario, en algunos casos, tener el bebé antes de tiempo. En ese mismo sentido, la mujer tiene más riesgo de tener un parto por cesárea y el bebé, por su parte, puede nacer con bajo peso y con afecciones cromosómicas, como síndrome de Down.

Para las mujeres que desean evitar el uso de anticonceptivos hormonales, el monitoreo de la fertilidad y los métodos de barrera son alternativas seguras durante la perimenopausia - crédito Shutterstock

La edad también influye en la probabilidad de que se pierda el bebé por un aborto espontáneo. “Las investigaciones indican que el aumento del riesgo de aborto espontáneo puede deberse tanto a la disminución de la calidad de los óvulos con la edad como al mayor riesgo de padecer afecciones crónicas. Las afecciones crónicas pueden incluir presión arterial alta o diabetes”, precisa.

Si lo que se desea es quedar embarazada, no es necesario el uso de métodos de planificación. Sin embargo, es necesario hacer un control prenatal, ejercitarse, tener una dieta saludable, no consumir alcohol, tabaco o sustancias psicoactivas y aumentar de peso prudentemente.