El café juega un papel muy importante en la vida cotidiana y las tradiciones de los colombianos. De hecho, la mayoría de connacionales toma café como parte de un ritual matutino y parte de su rutina diaria en las mañanas.
Además, es una bebida fundamental en muchos países, especialmente durante el desayuno. No solo proporciona un impulso de energía gracias a la cafeína y otros beneficios para la salud, sino que también se ha convertido en un culto social.
Sin embargo, el impacto de su consumo en la salud cognitiva de los adultos mayores ha sido tema de debate entre los expertos.
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Un estudio reciente reveló que, aunque el consumo de café puede tener aspectos positivos, su ingesta en exceso podría contribuir a la aceleración de problemas relacionados con la memoria y otras funciones cognitivas.
El estudio fue presentado el 30 de julio de 2024 en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer (AAIC), y publicado por el portal ‘Medscape’. En este se analizó el consumo de café y té en relación con la inteligencia fluida, que mide habilidades cognitivas como el razonamiento abstracto y la capacidad de reconocer patrones.
La inteligencia fluida es la capacidad de resolver problemas nuevos, razonar de manera abstracta y adaptarse a situaciones cambiantes. A diferencia de la inteligencia cristalizada, que se refiere a los conocimientos acumulados a lo largo de la vida, esta tiende a disminuir con la edad.
Kelsey R. Sewell, Doctor en Filosofía del Advent Health Research Institute en Orlando y quien lideró la investigación, le dijo al diario Medscape Medical News: “El consumo moderado de café no parece tener efectos negativos, pero excederse puede no ser recomendable”. Su advertencia está basada en los resultados de un estudio de gran tamaño que evaluó a más de ocho mil personas mayores de 60 años.
El estudio abarcó a más deocho mil adultos mayores del Biobanco del Reino Unido, que contiene información genética y de salud detallada. Los participantes fueron seguidos durante un periodo de casi nueve años, y se les realizó un seguimiento cognitivo a través de varias pruebas de memoria y razonamiento lógico.
Los resultados revelaron que las personas que consumían entre una y tres tazas de café diarias mantenían una mejor capacidad cognitiva que aquellas que tomaban cuatro o más tazas al día. Además, quienes nunca la tomaban también mostraban una preservación de sus funciones cognitivas en comparación con los grandes consumidores.
Hay que tener en cuenta que el café contiene una serie de compuestos bioactivos, como la cafeína, el ácido clorogénico y algunos antioxidantes, que pueden tener efectos beneficiosos para la salud. Además, investigaciones previas han sugerido que su consumo podría reducir el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
Sin embargo, este nuevo estudio advierte que consumir café en exceso, especialmente en la tercera edad, podría no ser tan beneficioso como se pensaba. “Nuestros resultados muestran que el alto consumo de café puede acelerar el deterioro cognitivo con el paso del tiempo”, destacó Sewell.
Según los investigadores, uno de los mecanismos posibles detrás de estos hallazgos podría ser la cafeína. Aunque este compuesto puede mejorar la atención y el rendimiento a corto plazo, el consumo excesivo podría afectar los patrones de sueño y, a largo plazo, alterar las funciones cerebrales de manera negativa. Además, la falta de un descanso adecuado puede tener un impacto directo en la salud del cerebro, especialmente en los adultos mayores.
En conclusión, los expertos recomiendan que, a partir de los 60 años, las personas presten atención a su consumo de café. Mantenerse dentro de los límites de una o tres tazas diarias podría ser una estrategia segura para aprovechar los beneficios de la bebida sin correr riesgos innecesarios para la salud cognitiva.
“Más estudios son necesarios para comprender completamente los mecanismos detrás de su impacto en el cerebro, pero nuestros hallazgos sugieren que es prudente moderar el consumo en personas mayores”, concluyó Sewell.