En Colombia, la salud cardiovascular se ha convertido en una preocupación creciente. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), las enfermedades isquémicas del corazón representaron el 16,8% de las defunciones en el primer trimestre de 2024, consolidándose como la principal causa de muerte en el país.
Este aumento es especialmente alarmante en la población femenina, en la que las condiciones cardiovasculares están afectando a más mujeres jóvenes que en décadas anteriores. Las causas detrás de este fenómeno no son simples, y hay una variedad de factores, desde los cambios hormonales hasta el estilo de vida, que contribuyen a esta prevalencia.
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“Las mujeres están experimentando un aumento en enfermedades cardíacas, especialmente después de la menopausia. Se dice que una de cada cuatro mujeres mayores de 65 años tiene enfermedad cardiovascular”, explicó el doctor Giovanni de la Cruz, jefe de la Unidad de Diagnóstico Cardiovascular de la Clínica del Country.
Asimismo, explicó que uno de los factores clave en el aumento de las enfermedades cardíacas entre las mujeres es la menopausia. Durante este periodo, los niveles de estrógeno –una hormona protectora del sistema cardiovascular– disminuyen significativamente, lo que incrementa el riesgo de enfermedades del corazón.
“La caída en los niveles de estrógeno tiene un impacto directo sobre la salud arterial de la mujer, lo que explica por qué las enfermedades cardíacas son más prevalentes después de la menopausia”, aseguró el experto.
Además, los estudios indican que las mujeres suelen presentar síntomas cardiovasculares diferentes a los hombres. En lugar del típico dolor en el pecho, las mujeres a menudo experimentan fatiga, disnea y náuseas, lo que dificulta un diagnóstico temprano y preciso. Este comportamiento “atípico” de la enfermedad puede retrasar la atención médica, aumentando así el riesgo de complicaciones graves como infartos.
Más allá de los factores biológicos, los estilos de vida juegan un papel importante. El sedentarismo, la mala alimentación y el estrés crónico han aumentado entre las mujeres en las últimas décadas, lo que ha elevado las tasas de hipertensión, obesidad y diabetes, tres factores de riesgo que están directamente relacionados con las enfermedades cardiovasculares.
Según un informe de la Sociedad Interamericana de Cardiología, las mujeres en América Latina, incluida Colombia, están cada vez más expuestas a estos riesgos debido a la adopción de hábitos alimenticios poco saludables y la falta de actividad física regular.
Para revertir esta tendencia, es fundamental que las mujeres tomen conciencia de los factores de riesgo modificables y adopten medidas preventivas desde edades tempranas. “Algunos de los factores de riesgo, como el tabaquismo, la presión arterial, el colesterol (que puede controlarse no solo con medicamentos sino también con la alimentación), la diabetes y el sedentarismo, son aspectos que se pueden modificar adoptando hábitos saludables”, enfatizó el doctor.
No es solo un tema de mujeres, los adultos jóvenes también están en riesgo
El doctor Giovanni De la Cruz, señaló que los adultos jóvenes con condiciones como hipertensión, diabetes, enfermedad renal crónica y antecedentes de accidentes cerebrovasculares “tienen un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca”.
Además, factores como el tabaquismo y el consumo de alcohol también aumentan las probabilidades de sufrir un infarto. En el caso de personas con antecedentes familiares de enfermedades cardíacas prematuras o portadores de cardiopatías genéticas –que pueden ser heredadas en un 50% de los casos–, es esencial someterse a exámenes cardiovasculares de rutina para un diagnóstico oportuno.
Para detectar enfermedades cardiovasculares, es esencial hacer chequeos médicos regulares que incluyan el control de la presión arterial, así como los niveles de colesterol y glucosa. Pruebas diagnósticas como el AngioTAC coronario, la prueba de perfusión miocárdica, el electrocardiograma, el ecocardiograma y las pruebas de esfuerzo permiten evaluar el funcionamiento del corazón y detectar arritmias o problemas coronarios.
“Si bien el riesgo de enfermedades cardíacas aumenta con la edad, es importante que los jóvenes comprendan que también están expuestos a desarrollar enfermedades cardiovasculares. Hoy en día, muchas personas llevan su esfuerzo físico al límite sin conocer la anatomía de su corazón, lo que puede derivar en eventos cardiovasculares”, puntualizó el cardiólogo de la Clínica del Country.