La visión borrosa es una reducción de la nitidez visual que impide ver los detalles finos claramente. Este es un síntoma común que puede variar desde molestias leves hasta indicaciones de condiciones médicas graves y adquiere relevancia en el momento de que empieza a afectar la calidad de vida de las personas.
Héctor Darío Forero, coordinador del programa de posgrado de Oftalmología de la Facultad de Medicina de la universidad de La Sabana, en diálogo con Infobae Colombia, resaltó la importancia de una nutrición adecuada en la conservación de la salud ocular, destacando el rol vital de la vitamina A, especialmente en la prevención de la xeroftalmia “la cual es más frecuente Medio Oriente y norte de Europa, pero es mas importante una alimentación balanceada”, indicó el experto.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
La pérdida de visión súbita y los episodios de visión borrosa pueden tener múltiples causas, desde defectos refractivos no corregidos como miopía, hipermetropía, astigmatismo, y presbicia, hasta enfermedades más graves como retinopatías diabéticas e hipertensivas, desprendimientos de retina, y alteraciones de los medios transparentes del ojo.
El docente Forero advirtió “una visión borrosa que no persiste con el tiempo, su curso está autolimitado sin intervención médica por muchas causas”, destacando la diversidad de factores detrás de este síntoma.
En casos de pacientes donde la visión borrosa es acompañada por dolor de cabeza, el especialista explicó: “Eventualmente hay visión borrosa previo, como un aura de un episodio migrañoso y enfermedades como el glaucoma agudo producen cefalea o dolor de cabeza por las presiones oculares muy elevadas. Otros dolores de cabeza frecuentes pueden ser producidos por el cansancio visual secundario a un defecto refractivo no corregido, (astenopia)”.
El tratamiento para la visión borrosa es tan variado como sus causas. El doctor Héctor Darío Forero destacó la importancia de identificar con precisión el origen del problema para poder ofrecer una solución efectiva. La atención médica se vuelve crucial particularmente cuando la visión borrosa es persistente y no mejora con el tratamiento. La asociación de la visión borrosa con otros síntomas, según Forero, amerita una preocupación mayor por parte de los afectados y una consulta oportuna con profesionales.
“La visión borrosa debe preocupar cuando es persistente y no mejora con tratamiento médico. De igual manera cuando la visión borrosa esta asociada a algún otro síntoma. Una visión borrosa que no persiste con el tiempo, su curso esta autolimitado sin intervención médica”, afirmó el coordinador del programa de posgrado de Oftalmología de la Facultad de Medicina de la universidad de La Sabana.
La visión borrosa transitoria, un fenómeno que se resuelve sin intervención médica, evidencia la variedad de manifestaciones de los trastornos visuales. La incidencia de condiciones sistémicas como la hipertensión arterial y la diabetes en la salud ocular enfatiza la interconexión entre la visión y el estado general de salud del paciente.
“La perdida de visión repentina puede ser debido a problemas sistémicos como la hipertensión arterial y la diabetes (oclusiones arteriales y venosas de la retina), retinopatías diabéticas e hipertensivas, desprendimiento de retina”, agregó el docente.
El tratamiento de la visión borrosa depende de su causa, pero cuando se trata de errores de refracción se corrigen comúnmente con anteojos o lentes de contacto, y en algunos casos, mediante cirugía refractiva. Las enfermedades oculares pueden requerir medicamentos, procedimientos láser o cirugía. La visión borrosa representa una señal de alerta que amerita un examen cuidadoso, además, de una consulta con un especialista para su diagnóstico y tratamiento, así como una conciencia sobre la importancia crítica de la nutrición y el estilo de vida en la preservación de la salud visual.