Con los cambios de hábitos en la vida de los colombianos vienen también las modificaciones en la dieta alimenticia. De hecho, de acuerdo con un estudio realizado por Nielsen, el país ha registrado un interés visible por hábitos de vida saludable y su alimentación.
Es así como en el mercado se siguen difundiendo una gran variedad de dietas, algunas de ellas con promesas inimaginables y que además carecen de comprobaciones científicas que puedan dar cuenta de su efectividad.
En el Día Internacional Sin Dietas, el 6 de mayo, es importante recordar que la implementación de una dieta sin supervisión médica es fuente de varios peligros y efectos para el funcionamiento del organismo, especialmente cuando se ponen en marcha “retos” y otras prácticas virales con “soluciones mágicas” que dictan algunas personas en escenarios que tienen tanto alcance como la Internet.
Los testimonios de personas en redes sociales que mencionan los “cambios” resultan ser momentáneos, de ahí que salten los comentarios de “no funcionan”, “esta dieta no sirve”. Pero, ¿qué tan cierto puede ser?
Para responder esto, el médico funcional Carlos Jaramillo se refirió al funcionamiento de las dietas en conversación con Semana y explicó la razón por la que, según él, “todas las dietas fallan”.
Lo primero: qué es una dieta
Según explica el profesional, una dieta consiste en un estilo de alimentación que puede controlarse y cuyo manejo responde en función de un propósito.
En este sentido, es posible que existan distintos tipos de dieta, pues se encaminan a un objetivo concreto. Entre ellas se encuentran las dietas para bajar o subir de peso, para el cuidado de los riñones, funcionamiento intestinal, cuidado hepático, entre otros.
La razón por la que las dietas fallan
Ahora bien, las quejas por estancamiento o falta de eficiencia son una de las más recurrentes entre los profesionales cuando se implementa una dieta en ausencia de una supervisión médica. ¿A qué se debe?
De acuerdo con el profesional: “Todas las dietas fallan cuando yo hago exactamente lo mismo siempre”. Señaló que este no es solo el escenario de las dietas solamente, sino que, cuando es una conducta que se repite, incluso, en el mundo de los negocios, donde los cambios y la diversificación son los que hacen realmente efectiva una “técnica”.
La adaptación del cuerpo a la dieta alimenticia que se esté implementando generaría que, si bien el plan ofrezca resultados por un tiempo, más tarde esto no se pueda ver. De hecho, explica que:
“Todas las dietas fallan, además, porque el cuerpo es muy sabio”, aseguró Jaramillo. A esto se suma los planes estrictos, los cuales excluyen totalmente algunos alimentos y también no considerar condiciones particulares del organismo en cada caso.
También se refirió a aquellas que apuntan a la pérdida de peso, recordando conductas como el conteo de calorías y la reducción calórica. Mencionó que:
“Eso sirve al principio, en grandes obesidades, un ratico”. Sin embargo, en el caso de las personas que deciden hacer un déficit calórico y no pierden un gramo, señaló que son sumamente reducidas, debido a que aquí se desconoce la causa. Y reiteró: “Todas pueden funcionar un tiempo, pero todas van a fallar”.
Cómo hacer que una dieta funcione
Según Jaramillo, para que una dieta funcione es necesario que las estrategias vayan cambiando. Señaló que esta es una práctica que debe ir acompañada de una evaluación continua cuando se pone en marcha la dieta.
“Las dietas, todos los modelos de alimentación se tienen que basar en el gran porcentaje; 80%, 85% en comida real fresca y natural que se consigue en las plazas de mercado”, aseguró.
También añadió que es importante que en este proceso se realicen variaciones a la alimentación, las cuales van dirigidas en distintos aspectos: ingesta de proteínas, selección variada de tipos de carbohidratos, entre otros.