En la actual era de Amazon, el gigante de la comida rápida McDonald's está pidiendo a sus clientes que esperen un minuto más. Eso es lo que necesitará para cocinar su nuevo cuarto de libra de carne fresca diseñada para atraer a millones de clientes que habían dejado los Arcos Dorados por otras opciones más saludables.
Algunos, sin embargo, no quieren esperar, según un informe de Reuters. La misma investigación revela que hoy en día, y con la tecnología celular que presiona a los proveedores, desde Uber hasta las tiendas de comestibles, la sociedad quiere cosas más rápidas pero sin sacrificar la calidad del producto.
"No hay duda de que en la sociedad actual, los clientes quieren lo que quieren y cuando quieren", afirma Sam Oches, director editorial de QSR, una publicación comercial dirigida a la industria de restaurantes de comida rápida. "Eso ha pasado también en la comida: si el cliente no puede conseguir lo que quiere cuando quiere en un restaurante, tiene otra opción donde ir", apunta.
Recientemente las acciones de McDonald's alcanzaron un máximo histórico. Wall Street reaccionó ante la noticia de que el gigante de la hamburguesa estaba modernizando su tecnología para satisfacer los pedidos bajo demanda.
El presidente ejecutivo de la compañía, Steve Easterbrook, asumió el cargo comprometiéndose a incrementar las ventas a través de ofertas con productos más frescos y de mejor calidad, así como la opción de vender el popular desayuno las 24 horas del día.
Los sándwiches de cuarto de libra con queso que han permanecido en el menú de McDonald's durante décadas están siendo testados en algunos mercados. La intención de la empresa es elevar la calidad de su producto en un sector, el de la hamburguesa, altamente competitivo.
Anteriormente, la carne se precocinaba a partir de hamburguesas congeladas. Según Oches, el tiempo medio de espera de un cliente de McDonald's desde que ordena hasta que la tiene en sus manos es de 208 segundos, un tiempo ligeramente más lento de lo habitual. Wendy's alcanzó un mínimo récord de 116, mientras que Starbucks es de hasta 300 segundos.
La demanda de un servicio más rápido, a veces, entra en conflicto con la calidad.
"La gente espera que se les gratifique al momento. Pero es difícil tener buenos productos y un servicio infinitamente rápido. Incluso en Amazon: pedimos cosas y no esperamos que nos llegue a los cinco minutos", apunta Alexander Chernev, profesor de la Escuela de Negocios Kellogg de la Universidad Northwestern (Illinois).
Chernev considera que aunque hay algunos clientes que no están dispuestos a esperar por el cuarto de libra, esas personas, probablemente, escojan otros productos del menú. Los clientes que se habían ido de la cadena en busca de una hamburguesa de mejor calidad podrán regresar de nuevo, aunque eso suponga perder un poco más de tiempo.
Jim Plamondon, dueño de 54 restaurantes Roy Rogers en seis estados, señaló que sus clientes son mucho menos conscientes de la rápidez que los de McDonald's. Alrededor del cincuenta por ciento lo hace a través del drive-thru (servido directamente al auto) mientras que el setenta por ciento lo hace en el de McDonald's.
Él esta seguro de que sus clientes están más preocupados por la calidad que por la eficiencia, ya que pasan bastante tiempo en el mostrador decidiendo qué ingredientes van a incluir a la hamburguesa.
"No sé si la gente es menos paciente. Pero algunos millenials están dispuestos a dejar a un lado su experiencia personal para obtener un buen servicio, ya sea en una habitación de un hotel o en un restaurante", sentenció Plamondon.