Las excusas no son una opción para los atletas. Existen muchas cosas que se vuelven demasiado complicadas con el agua cayendo del cielo, pero correr no es una de ellas. Así define el maratonista Santiago García el placer de entrenar bajo la lluvia.
“Cuando Gene Kelly bailaba, cantaba y chapoteaba en la película Cantando bajo la lluvia los espectadores del mundo se enamoraban de esa escena para siempre. Correr bajo la lluvia es tan placentero como el baile de aquel film. Eso es lo primero que hay que saber”, remarcó a Infobae García, quien completó la Six World Marathon Majors dos veces y es autor de los libros “Correr para vivir, vivir para correr” y “Volver a correr.
Lo más difícil son “los primeros cinco segundos de gotas sobre la piel, pasado ese momento es una sensación hermosa”, dijo el maratonista y repasó los consejos fundamentales para salir a correr en días de lluvia:
¿Cómo vestirse para correr bajo la lluvia?
Los colores fluo, que se vean claramente bajo la lluvia y no se confundan con el fondo, son una medida de seguridad para evitar accidentes y ser llamativos. Si se sale de noche, usar ropa refractaria, para ser visibilizados desde cualquier lugar.
“Estos son buenos consejos para los días sin lluvia, pero lo son aún más bajo una cortina de agua. Si se sale en primavera o verano la ropa tiene que ser la de esas estaciones y no requiere una consejo extra, aunque si se puede elegir entre dos pares de zapatillas, siempre se optará por las que tengan una suela con más agarre. La ropa en invierno requerirá un rompeviento, un cuello, un par de guantes, solo dos remeras si hace frío”, detalló García.
Es importante no llenarse de capas de ropa para protegerse del agua. Si la temperatura no es muy baja, abrigarse de más generará más sudor y un enfriamiento más rápido del cuerpo. Abrigarse en dos capas, puede solucionar ese problema. Una gorra también es de gran ayuda, porque evita que el agua caiga sobre los ojos.
Conocer el terreno en el cual se corre. Si se va a salir un día de lluvia lo ideal es no ir por lugares desconocidos. Cada superficie es diferente y bajo la lluvia los riesgos de resbalar existen. Pero si uno conoce bien el terreno, ese riesgo se reduce notablemente. Ser prudente cuando se pisa donde no se conoce. Generalmente se termina entrenando en superficies planas. Hasta llegar hasta esa clase de suelo, mantener la atención al máximo.
Superficies resbaladizas
Siempre es bueno recordar que las superficies metálicas resbalan mucho, por eso lo más conveniente es directamente evitarlas“Si el agua no deja ver el piso, no pasar corriendo salvo que se tenga la certeza de que debajo la superficie es plana y segura. Aventurarse a lo desconocido, alejarse mucho del punto de partida, no es para días de lluvia fuerte. Diferenciar también entre una suave llovizna y una caída de agua importante”, recomendó García.
Al terminar el entrenamiento hay que secarse y cambiarse la ropa lo antes posible, incluso antes de elongar. Una vez seco y cambiado se puede elongar. Una alternativa es una elongación activa breve, para luego sí, cambiarse y secarse.
En cuanto al frío que algunos sienten más en días de lluvia, García fue contundente: “Es justamente en ese momento posterior al entrenamiento donde el frío hace mal, no durante el tiempo que uno está corriendo. Una bebida caliente y, si ya se ha vuelto al hogar, una ducha caliente. Entrenamiento terminado y cuerpo abrigado”
Además, apuntó que en la previa al entrenamiento no estar demasiado tiempo con frío bajo la lluvia. Si es una carrera, llevar un piloto descartable o la menos elegante opción de una bolsa de residuos grande donde se hacen dos agujeros para pasar los brazos. No se ve bien, pero ayuda mucho a no tener frío. Si es posible, mejor aún una manta térmica que se tira al arrancar.
Conocer el límite de seguridad e hidratarse son claves
El sentido común es buen consejero: niveles de tormenta fuera de lo común o inundaciones son el límite para salir. La seguridad tiene la última palabra. Siempre y cuando la seguridad personal no esté en duda, se sale a correr.
La seguridad es lo primero. El maratonista explicó que también depende de cada corredor y cada momento. Queda en el criterio de cada uno la decisión final. En lo que a seguridad se refiere, redoblar la atención a la hora de cruzar la calle, pensar que los autos no tienen la misma visibilidad ni capacidad de frenado. Las tormentas eléctricas hacen imposible correr en espacios completamente abiertos.
“Correr bajo la lluvia también puede producir roces en la piel. Usar vaselina para evitar esos roces y la irritación de la piel. Es muy común el paspado cuando llueve. Otro elemento que no debe olvidarse es la hidratación. Hidratarse siempre es importante, pero con la lluvia muchas veces los corredores descuidan este punto. El cuerpo se deshidrata, no importa si está lloviendo o no”, completó el maratonista.
Tal vez en un día de lluvia el entrenamiento pierda algo de velocidad, tal vez no, depende del caso. Pero en una carrera muchas veces no afecta, al contrario. La lluvia puede refrescar el cuerpo mientras se corre y eso a veces mejora el rendimiento en una competencia.
Para cerrar, Santiago García recomendó: “No hay que dejar de correr porque llueve. Hay semanas donde llueve cuatro días seguidos, nadie puede resignar cuatro días de entrenamiento seguidos. No tiene sentido y no debe hacerse. Una llovizna leve ni califica como un inconveniente, tampoco como lluvia. Muchos ni salen por una llovizna y es un gran error. Muchas veces en las carreras llueve, si uno no ha entrenado bajo la lluvia va a tener una desventaja”.
*Santiago García es maratonista, autor del libro “Correr para vivir, vivir para correr” y “Volver a correr”. Completó la Six World Marathon Majors dos veces. En Instagram: @sangarciacorre.
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