Es una de las preguntas que más se hace la gente. Y la respuesta es “depende”. Vamos a dar un ejemplo: Si tengo un plato de ravioles, en este caso rellenos de ricota, esto tiene unas 300 calorías, o por ejemplo, en el caso de unos fideos spaghetti, una porción razonable tiene 270-280 calorías.
A pesar de esto, esa misma porción, un plato de una porción razonable, se puede comparar con:
-2 empanadas de jamón y queso fritas: 550 calorías
-1 porción de pollo al horno con papas fritas: 530
-1 milanesa frita con arroz: 550
-1 sándwich de lomito completo: 600
-2 porciones de pizza napolitana: 630
-1 porción de asado, no con papas al horno con ensalada: 726
Si yo comparo con las 270 calorías de los spaghetti o los 300 de los ravioles, indudablemente que está todo bien con las pastas. Pero vamos a ver ahora algunos agregados: las salsas.
La salsa de tomate, que prácticamente no le agrega calorías, lo hace mucho más rico y la salsa rosa es una salsa que puede tener crema, entonces ahí depende de la cantidad de crema que tenga. Si yo la quiero hacerla light, la puedo reemplazar por leche o le puedo agregar crema light, le puedo ir bajando de alguna manera las calorías.
Otra opción es agregarle manteca. Si le agregamos una cucharada sopera de manteca a los spaghetti, ya tenemos 130 calorías más. Usted puede decir, no le agrego manteca, le agrego aceite de oliva o aceite de canola que son muy buenos. Sí, son muy buenos pero son aceites, y los aceites tienen calorías. Una cucharada sopera tiene más o menos unas 130 calorías.
Pero, ¿quién va a comer un plato de pastas sin agregarle una porción generosa de queso rallado? Con dos cucharadas de postre tengo unas 140 - 150 calorías. Pero resulta que nadie consume las pastas solas, con algo hay que bajarlas, con algo hay que acompañarlas, entonces agrego el pan para acompañar que de paso sirve para mojar la salsita después.
Finalmente esto no baja solo. Sino que para bajarlo tengo que acompañarlo con algo y, entonces, lo bajo con un vaso de vino. Pero, ¿cuántas calorías van? 300, 400, 550, 700, depende de la cantidad de salsa que le ponga. Pero supongamos que en lugar de una salsa rosa le hayamos puesto una boloñesa con bastante aceite y yo ahí estoy llegando a las 800 o 900 calorías.
¿Fueron las pastas las que engordaron? Difícilmente pueda decirlo. Si yo quiero hacer que las pastas sean menos engordantes tengo que elegir salsas que sean menos engordantes, yo le puedo agregar algún vegetal, como brócoli, por ejemplo, porotos, legumbres, arvejas a las pastas lo cual hace que se modifiquen en el momento de la absorción, las enfrían y cocinar nuevamente así hacen que el almidón sea menos digerible y de esa forma están produciendo menos calorías.
Ahora bien, las pastas contiene hidratos de carbono. El cuerpo es como una máquina y los hidratos de carbono son fundamentales para que funcione correctamente. Estos también son conocidos como azúcares o glúcidos, ellos son los encargados de dar energía para las actividades diarias, incluyendo ejercicios y tareas cotidianas.
Asimismo también tienen un gran porcentaje de hierro y este mineral interviene en procesos orgánicos de todo el cuerpo: ayuda en la formación de los glóbulos rojos, participa en el transporte de oxígeno en la sangre y es un aliado de la concentración y de las funciones cognitivas.
Para aprovechar las propiedades de la pasta podés combinarla con las vitaminas de los vegetales, con proteínas como el pollo o el pescado y con las grasas buenas o el aceite de oliva.
También aportan vitamina A que es muy importante para una buena vista, previene problemas oculares; el consumo de vitamina A es vital desde la niñez, ayuda a conservar la piel saludable, ya que favorece la producción de colágeno en el cuerpo, funciona como antioxidante y mejora el sistema inmunitario y permite que el organismo sea resistente ante infecciones y enfermedades.
Tienen ácido fólico, que es parte del complejo B y tiene múltiples beneficios, protege las células sanas, ayuda en la formación del sistema nervioso, reduce el porcentaje de aparición de enfermedades, contribuye en la formación de los glóbulos rojos.
*El doctor Alberto Cormillot es un reconocido médico argentino especialista en obesidad, educador para la salud, escritor y conferencista. Fundó y dirige la Clínica de Nutrición y Salud que lleva su nombre, Dieta Club, la Fundación ALCO (Anónimos Luchadores Contra la Obesidad) y el Instituto Argentino de Nutrición, desde donde asesora a industrias para la elaboración de productos dietéticos y saludables.
Realización: Sam Cejas / Edición de video: Martín Rodríguez / Producción: Macarena Sánchez
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