Todos esperamos con ansias las vacaciones, un momento para relajarnos, divertirnos, visitar nuevos lugares y “alejarnos de todo”. Viajar a menudo significa desayunos exuberantes, cenas buffet, cócteles y otras indulgencias, agradables sin duda, pero las personas con colesterol alto pueden necesitar considerar su salud junto con sus planes de viaje.
Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), “aproximadamente el 38% de los adultos estadounidenses tienen colesterol alto”. Los niveles altos de colesterol no causan síntomas, pero pueden poner a las personas en riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Los datos de los CDC también indican que alrededor del 55% de estos adultos toman medicamentos para ayudar a controlar el colesterol.
El colesterol en sangre, una sustancia cerosa producida por el hígado, es esencial para una variedad de funciones corporales. Dado que el hígado generalmente produce una cantidad suficiente de colesterol, los expertos médicos recomiendan limitar el colesterol en la dieta, como el que se encuentra en la carne, los huevos, los productos lácteos, las aves y los mariscos. Otros factores del estilo de vida como la obesidad, la falta de actividad, la presión arterial y la herencia pueden influir en los niveles de colesterol.
A menudo, las personas con colesterol alto establecen una rutina de medicación diaria, ejercicio y dieta para controlar su colesterol. Los viajes pueden alterar la rutina con cambios de horario, cenas en restaurantes, estrés, menos horas de sueño y quizás más alcohol de lo habitual. Además, puede resultar inconveniente incluir el ejercicio en el programa de viaje. La planificación y las decisiones conscientes antes de un viaje pueden controlar algunos de esos desafíos, evitando un aumento en los niveles de colesterol que podría conducir a un ataque cardíaco o un derrame cerebral.
La prestigiosa revista de viajes Travel + Leisure habló con el doctor Rajagopal Manda, consejero principal de naturopatía en YO1 Health Resort en Monticello, Nueva York, un destino de lujo que ofrece a los huéspedes una variedad de experiencias de bienestar diseñadas para desintoxicar, revitalizar y promover una salud y un bienestar óptimos. Uno de los programas del resort spa está diseñado para controlar el colesterol alto y la hipertensión.
El especialista aconsejó a los viajeros que continúen haciendo ejercicio regularmente durante una hora al día, ya sea caminando, trotando o haciendo yoga. En cuanto a la dieta, sugirió que los viajeros “sigan una dieta vegetariana que sea fácilmente digerible, absorbible y eliminable”. También comentó que “las frutas, ensaladas y alimentos integrales, carbohidratos complejos, son bajos en grasas, bajos en calorías y ricos en fibra, todos los cuales son útiles para reducir el colesterol”.
El experto, que brinda consultas iniciales y continuas a los huéspedes de YO1 en función de su historial de salud y objetivos de bienestar, también recuerda a los viajeros que “beban al menos dos litros de agua al día”. La hidratación regular, explica, mantiene la viscosidad de la sangre delgada y reduce el riesgo cardíaco. También sugiere que los viajeros eviten el exceso de sal y grasa en los bocadillos.
El colesterol es una sustancia grasa muy importante para el funcionamiento normal del organismo en niveles recomendados. Valores alterados de colesterol, contribuyen a la acumulación de grasa en las arterias afectando el flujo sanguíneo al corazón, al cerebro y al resto del cuerpo. Esto aumenta el riesgo de afecciones cardiovasculares, derrames cerebrales y coágulos de sangre. El aumento del colesterol, también conocido como hipercolesterolemia, no provoca síntomas, por lo que es importante controlarlo periódicamente a fin de evitar males mayores.
“La mejor y más efectiva forma de controlar el colesterol es a través de un tratamiento trípode: alimentación, ejercicio, y en algunos casos, medicación”, recomienda la Fundación Cardiológica Argentina (FCA). El médico cardiólogo Carlos Reguera, jefe de las áreas de Cardiología y de Medicina Preventiva del Instituto de Neurociencias de Buenos Aires explicó que “hay que entender que muchas veces los factores de riesgo no anticipan la enfermedad, sino que son la enfermedad”. “Por ello debemos intensificar el cuidado y el control, focalizándonos en la prevención de cada uno en particular (hipertensión, diabetes, tabaquismo, sobrepeso, entre otros). Recordemos que actualmente las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la primera causa de muerte a nivel mundial”, agregó.
Medicamentos, alimentación y algo más: 10 consejos saludables para viajeros con colesterol alto
1. Empacar los medicamentos en el bolso de mano en caso de que el equipaje se pierda durante el viaje. De esta manera, será posible tener acceso a ellos en caso de retraso o cancelación de un vuelo.
2. Llevar los detalles de las recetas, los números de los médicos y la información de la farmacia en caso de que sea necesario reemplazar algún medicamento durante el viaje. Si es posible, mantener los medicamentos en su empaque original. Además, empacar algunos extras para cubrirse si se pierde algún medicamento o en caso de que el viaje se prolongue.
3. Llevar un registro de la hora en el área de origen si viaja a una zona horaria diferente y, si es posible, mantenerse cerca del horario de ingesta habitual.
4. Asegurarse de tener bocadillos saludables para los vuelos. Eso ayudará a evitar las papas fritas, los dulces y los refrigerios con alto contenido de grasa que se encuentran en las tiendas del aeropuerto, en los vuelos y en los minibares de los hoteles. Llevar agua y asegurarse de mantenerse hidratado.
5. Para viajes por carretera, empacar una hielera con fruta, agua y bocadillos bajos en grasa como hummus y pita, zanahorias y apio. Detenerse a menudo para estirarse y tomar un refrigerio: hacer algo de movimiento y evitar tener hambre y dirigirse a la comida rápida.
6. Viajar suele significar cenar en restaurantes. Si es posible, consultar el menú antes de salir para seleccionar comidas que tengan menos grasa y más fibra. Evitar los alimentos fritos, los postres y las bebidas alcohólicas. No dudar en pedir porciones más pequeñas o sustituciones más saludables, por ejemplo, una ensalada en lugar de papas fritas.
7. Cuando sea posible, optar por alojamientos con al menos instalaciones básicas de cocina para tener algunas frutas y verduras frescas a la mano o incluso preparar al menos una comida o dos. Los cereales y frutas para el desayuno, los jugos frescos y los panes integrales pueden alejarnos de los huevos, el jamón, el tocino y las salchichas en el menú de desayuno del restaurante.
8. En vuelos largos, elegir un asiento en el pasillo para poder levantarse y caminar aproximadamente cada hora para evitar la trombosis venosa profunda (coágulos de sangre).
9. A menudo, los viajes causan estrés, así que llegar a tiempo, saber a dónde nos dirigimos y qué podemos esperar, siempre es una buena idea. Según Manda, el estrés aumenta el LDL (colesterol malo), mientras que la relajación aumenta los niveles de HDL (colesterol bueno) en la sangre.
10. Llevar zapatos cómodos para caminar por la mañana o después de cenar. Aprovechar las piscinas, los gimnasios y las clases de ejercicios del hotel. Para viajes familiares, planificar algunas actividades como ciclismo, senderismo o un paseo por la playa.
Naturalmente, las vacaciones e incluso los viajes de negocios deben ser placenteros, y estas sugerencias no tienen por qué quitarle la alegría a los viajes.
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