Científicos de la Universidad de Turín recomiendan tomar vitamina D para combatir la pandemia de coronavirus. El estudio de los profesores de Geriatría, Giancarlo Isaia e Histología, Enzo Medico, fue presentado a los miembros de la Academia de Medicina de Turín, quienes consideraron los primeros resultados como “muy interesantes”.
El documento analiza las posibles causas del contagio de Covid-19 y propone que la vitamina D ciertamente no es una cura, sino una herramienta para reducir los factores de riesgo.
Los primeros datos preliminares recopilados en estos días en Turín, una de las ciudades con más casos de coronavirus positivos en el mundo, indican que los pacientes hospitalizados por COVID-19 tienen una prevalencia muy alta de hipovitaminosis D.
“La compensación por esta deficiencia generalizada de vitamina puede contrarrestarse en primer lugar, exponiéndose a la luz solar tanto como sea posible, incluso en balcones y terrazas, ingieriendo alimentos ricos en vitamina D y, bajo supervisión médica, tomando preparaciones farmacéuticas específicas”, explican los investigadores.
El análisis, también realizado siguiendo las recientes recomendaciones de la Asociación Dietética Británica, investigó el papel que podría desempeñar la falta de vitamina D, que en Italia afecta a una gran parte de la población, especialmente a los ancianos, en esta pandemia.
En el documento, los autores sugieren a los médicos que junto a las medidas generales de prevención, se deben asegurar niveles adecuados de vitamina D en la población, sobre todo en los pacientes ya infectados, en sus familiares, en el personal de salud, en los ancianos frágiles, en los huéspedes de las residencias de asistencia social, en personas en aislamiento o cuarentena y en todos aquellos que por diversas razones no se exponen adecuadamente a la luz solar".
Además, consideran posible la administración de la forma activa de vitamina D, calcitriol, por vía intravenosa en pacientes con coronavirus y con una función respiratoria particularmente deteriorada.
"Estas indicaciones derivan de numerosas evidencias científicas, escriben los profesores, que han demostrado un papel activo de la vitamina D en la modulación del sistema inmunitario y su capacidad para contrarrestar el daño pulmonar causado por la hiperinflamación.
Estudio científico clave de 201
Uno de los principales beneficios de la vitamina D para el organismo es favorecer la regulación de los niveles de calcio y fósforo. A su vez, su deficiencia se asocia a un mayor riesgo de distintas enfermedades potencialmente mortales. Sin embargo, los réditos no terminan allí, ya que puede proteger contra resfriados, gripes y otras infecciones respiratorias, tal como lo afirmó un estudio que reabre el debate sobre la utilidad de los suplementos nutricionales.
Una investigación sobre 25 ensayos clínicos realizados en 14 países, algunos de los cuales dieron resultados contradictorios, halló “la primera prueba definitiva” de la relación entre la vitamina D y la prevención de la gripe, aseguraron investigadores en la revista British Medical Journal (BMJ).
Los efectos son mayores en las personas que tienen bajos niveles de este nutriente, que se encuentra en algunos alimentos y es absorbido por el cuerpo cuando la piel se expone a la luz ultravioleta. Mucha gente, principalmente de países con climas fríos y nublados, no tiene suficiente vitamina D.
La vitamina D protege contra infecciones respiratorias, incluyendo la bronquitis y la neumonía, al aumentar los niveles de péptidos antibióticos en los pulmones, según los científicos. Esto coincide con la observación de que resfriados y gripes son más comunes en invierno y en primavera, cuando los niveles de vitamina D son más bajos. También explica por qué el suplemento protege contra los ataques de asma, agregaron.
Durante años, los estudios científicos han defendido conclusiones opuestas sobre este tema. Algunos de ellos demuestran que las personas con niveles bajos de esta vitamina tienen más riesgo de sufrir fracturas óseas, enfermedades cardíacas, cáncer de colon, diabetes, depresión o Alzheimer. Para otros, no existe una prueba que corrobore este riesgo.
El estudio, realizado en 2017 por los investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres en base a una gigantesca muestra con 11.000 participantes, clarifica por qué los suplementos parecen funcionar en algunas pruebas y no en otras.
“La conclusión es que los efectos protectores de la vitamina D son más fuertes en las personas que tiene niveles más bajos del suplemento, y también cuando es suministrado a diario o cada semana, más que en dosis más espaciadas”, concluyó el director de la investigación, Adrian Martineau.
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