Durante la pandemia muchas personas han descuidado su salud, debido a que la concentración masiva estaba enfocada en el nuevo coronavirus, su cuidado y erradicación. Las actividades que antes eran comunes, como el trabajo en oficina, ahora son cosa “del pasado”, ya que durante la pandemia, las empresas optaron por el trabajo remoto desde casa, pero ¿conoces cómo impacta esto en tu salud?
Con la “nueva normalidad” las personas realizan trabajos desde casa, adaptando espacios y mueblería para poder trabajar o estudiar. También muchos han reportado que el tiempo de trabajo se ha extendido durante esta época y esto sucede porque muchas empresas no respetan el horario laboral establecido y tampoco creen en la productividad desde casa.
Los espacios donde las personas pasan muchas horas trabajando son realmente importantes, sobre todo el asiento y la postura porque si se tiene un sillón adecuado y una postura correcta evitaremos sentir los dolores lumbares que hoy en día muchos jóvenes ya experimentan.
EL DOLOR LUMBAR CRÓNICO TIENE MILLONES DE VÍCTIMAS EN LATINOAMÉRICA
Las estimaciones apuntan a que 8 de cada 10 personas padecerán algún tipo de dolor en la zona lumbar a lo largo de su vida. Si esta afección se prolonga por más de tres meses es denominada dolor lumbar crónico y ya se trata de una enfermedad, que a su vez es una de las principales causas de discapacidad en el mundo.
El doctor Marco Narváez, representante de la Federación Latinoamérica de Asociaciones para el Estudio del Dolor (FEDELAT) asegura lo siguiente.
“En Latinoamérica, alrededor de 60 millones de pacientes viven con dolor lumbar crónico y, de ese número, el 10% se asocia a cierto grado de discapacidad, sea leve, moderada o severa”.
MÁS FACTORES QUE DERIVAN EN DOLOR LUMBAR CRÓNICO
El especialista explica que existen factores de riesgo asociados al dolor lumbar crónico como el sobrepeso, tabaquismo, sedentarismo, tener malas posturas y manejar carga pesada. Si la persona tiene estos factores, aparte de aumentar las posibilidades de padecer la enfermedad, también podrían limitar la funcionalidad del mismo y dificultar el desarrollo de actividades cotidianas como caminar, comer, dormir, interactuar con su entorno e incluso afectar total o parcialmente la movilidad, impactando en la vida laboral, familiar y salud emocional.
Ante este escenario, el Dr. Narváez agrega que un manejo integral del dolor crónico es determinante para mejorar el pronóstico de recuperación y evitar que genere discapacidad.
“Es importante abarcar las diversas dimensiones de la enfermedad y proveer un tratamiento multidisciplinar que incluya opciones farmacológicas personalizadas y adecuadas a las características del paciente, así como terapia física y psicológica”, señala.
MÁS INVESTIGACIÓN
Así mismo, el galeno destaca la necesidad de generar estudios sobre el costo de la enfermedad y de comprender el dolor lumbar crónico como un problema de salud pública, cuya atención debe ser priorizada por los sistemas de salud.
“Esta enfermedad tiene un impacto económico en el paciente, la familia y el Estado, debido a una significativa reducción en la productividad, gastos en tratamiento, hospitalización y licencias médicas”, enfatiza.
Como una de las tareas impostergables para contribuir a mejorar la calidad de vida de los pacientes con dolor crónico y reducir los riesgos de generar discapacidad, el especialista reitera la importancia de la educación médica en dolor.
“No es normal padecer de dolor crónico; actualmente existen opciones terapéuticas eficaces y seguras que deben ser indicadas por un especialista, para brindar un adecuado tratamiento a los pacientes y puedan tener una mejor calidad de vida”, enfatiza.
Finalmente, hace un llamado a evitar la automedicación con tratamientos de venta libre como los antiinflamatorios no esteroideos (AINES), “debido a que estos pueden provocar una complicación de salud mayor si son utilizados de forma inadecuada y sin supervisión médica”.
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