Los gatos son constantemente malinterpretados como mascotas domésticas apáticas o indiferentes hacia sus humanos, pero las investigaciones indican que en realidad son todo lo contrario. Los estudios han encontrado que los felinos sienten afecto por sus humanos, ya que ven a sus “dueños” como padres o cuidadores y que, en realidad, son extremadamente empáticos.
Una investigación reciente publicada en la revista PLOS ONE encontró que las personalidades y el bienestar de los dueños también tienen un impacto serio en sus gatos. “Cuando se trata de los animales de compañía y su bienestar, se presta mucha más atención al impacto del entorno físico de los animales, como alojamiento, enriquecimiento, nutrición, etc., que al de su entorno social”, dijo la autora del estudio Lauren Finka, investigadora asociada postdoctoral en Nottingham Trent University, en diálogo con PsyPost.
“Sin embargo, mi experiencia trabajando con gatos durante la última década realmente me ha puesto de relieve cuánto los humanos pueden afectar potencialmente el comportamiento y el bienestar de los gatos, simplemente por la forma en que interactuamos con ellos y los manejamos. Es probable que muchas veces esto esté sucediendo sin que nos demos cuenta. Por tanto, tenía muchas ganas de realizar un estudio que investigara científicamente este fenómeno”, añadió.
Para la investigación específica sobre gatos de Finka, el equipo de la Universidad de Nottingham Trent encuestó a 3.331 dueños de gatos sobre su personalidad y salud, luego analizó la salud, el bienestar y el comportamiento de sus amigos felinos. Y resultó que los dos están bastante conectados: el comportamiento y el bienestar de los humanos parecen corresponder con los de sus gatos.
“Nuestras personalidades pueden ser un factor importante en relación con la forma en que interactuamos con nuestros gatos y los manejamos, y esto puede tener consecuencias importantes para su bienestar”, destacó Finka sobre los resultados. “A los gatos no siempre les resulta fácil vivir como mascotas, y es importante que seamos conscientes de cómo nuestro comportamiento puede afectarlos, tanto de manera positiva como negativa”.
Por ejemplo, Finka descubrió que los dueños ansiosos tenían más probabilidades de tener gatos con afecciones médicas continuas: los gatos con humanos neuróticos tenían más probabilidades de tener sobrepeso, desarrollar dolencias inducidas por el estrés y mostrar patrones de comportamiento agresivos y/o temerosos. En resumen: la ansiedad de sus propios dueños aparentemente los estaba estresando.
Por otro lado, cuanto más relajado estaba un humano, también lo estaba su mascota. Los propietarios que eran abiertos y amigables informaron un comportamiento menos evitativo en sus gatos, y los extrovertidos también tenían más probabilidades de tener gatos sociables.
“Este estudio simplemente identifica una correlación entre la personalidad del dueño y aspectos del comportamiento, manejo y bienestar del gato y no puede asumir la causalidad”, concluyó Finka. “Se necesitan más investigaciones para comprender si, y cómo, los aspectos de la personalidad del propietario influyen directamente en el bienestar de sus gatos”.
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