Diariamente, estamos expuestos a mucha información sobre la pérdida de peso, en donde se señalan ciertas prácticas para adelgazar en poco tiempo. Sin embargo, muchas de estas ideas son erróneas, pues exigen ‘sacrificios’ que perjudican la salud.
Los enfoques modernos en Nutrición se centran en el cuidado de la salud de forma integral, incluyendo el aspecto físico y emocional de las personas, y promoviendo estilos de vida saludables.
En cuanto a la pérdida de peso, la única manera de lograrlo es a través de un proceso controlado de déficit calórico; en sencillo: se trata de gastar más calorías de las que ingerimos. Aquí, además de la alimentación y la actividad física que realizamos, es importante la supervisión del nutricionista.
Al respecto, comparto cuatro ideas erradas que se deben dejar de lado si se quiere bajar de peso:
- ¿Debo dejar de comer por la noche?
Esta práctica no tiene influencia en la pérdida de peso, pues las calorías no saben de horas. Lo que importa es el total de aporte energético versus al gasto energético diario. El problema es la calidad de los alimentos que se consumen en la noche, que por lo general es una comida rápida y calórica, principalmente frituras o productos ultraprocesados.
El no cenar, significa tener un ayuno prologando que puede provocar la ingesta excesiva de alimentos al día siguiente, en compensación. Por lo tanto, la recomendación es que la cena debe ser más ligera que el almuerzo, debe incluir proteínas sin grasa como el pollo, la pavita o el pescado, carbohidratos complejos como la papa o las menestras y una porción de verduras que pueden ser frescas o cocidas. Además, es importante mencionar que la cena debe consumirse entre dos a tres horas antes de dormir para lograr una digestión adecuada y que el sueño no se vea afectado.
- ¿Debo eliminar los carbohidratos de la dieta?
Los carbohidratos son la principal fuente de energía para nuestro cuerpo, especialmente para el cerebro. A su vez es una importante fuente de vitaminas, minerales y fibra.
Toda dieta saludable debe contener carbohidratos, lo importante es la calidad, variedad y la porción que se consume. En este grupo de alimentos, se incluyen los carbohidratos simples (azúcares, harinas y frutas) y complejos (tubérculos, cereales, legumbres, verduras).
La recomendación es evitar consumir azúcares, harinas refinadas y sobre todo los productos ultraprocesados como los refrescos o galletas. Optemos por ingerir carbohidratos complejos ricos en fibra como las verduras (dos porciones al día) y legumbres, así como también un tubérculo como la papa, el camote y cereales como el arroz, la quinua, el trigo y la avena. Asimismo, es muy importante el consumo de tres porciones de frutas al día, que contienen vitaminas, minerales, antioxidantes, fibra dietética, que son beneficiosos para nuestra salud.
- ¿Debo pesarme todos los días?
Otra de las ideas erradas al querer bajar de peso es pensar que los resultados son inmediatos. Los cambios en la composición corporal son un proceso lento y complejo, más aún cuando el exceso de peso es resultado de años de malos hábitos. Esta práctica puede resultar frustrante y no es recomendable. Más importante es observar los cambios en el cuerpo como el perímetro de la cintura que tiene una mayor importancia clínica en la salud.
- ¿Los alimentos integrales tienen menos calorías?
En efecto, una gran parte de los alimentos integrales suelen tener menos calorías. Sin embargo, esto no significa que se puedan consumir en grandes cantidades, por lo que es importante tomar en cuenta las porciones. Por ejemplo, un pan integral tiene las mismas calorías que un pan blanco, la diferencia es que estos alimentos integrales contienen más fibra y nutrientes, lo que nos confiere beneficiosos: mayor saciedad, regulación del tránsito intestinal y reducción de los picos glucémicos, siendo importante su inclusión en la dieta.
En conclusión, dejemos de buscar la última dieta de moda, pastillas mágicas, batidos y pensar que dejar de comer nos ayudará a sostener el peso perdido. Al contrario, optemos por mejorar nuestros hábitos de alimentación, nuestra calidad de sueño, el manejo del estrés, y practiquemos actividad física. Esto realmente ayudará a mejorar nuestra salud.