El joven, de 20 años, había cocinado el plato de pasta cinco días antes en su casa de Bruselas, Bélgica. Pero, en vez de guardar las sobras en la heladera, las dejó en un recipiente almacenado a temperatura ambiente.
Cuando "A.J." —así fue identificado por el artículo del Journal of Clinical Microbiology que dio cuenta de su caso— abrió los fideos con salsa, notó un olor extraño. Pero no le dio importancia y comió la porción entera.
Luego, se fue a practicar deporte. Pero no duró más de media hora. El malestar físico era tan grande que debió regresar a su casa.
Los gases y las náuseas se convirtieron rápidamente en un ataque incontenible de vómitos y diarrea. AJ se limitó a tomar agua y decidió acostarse, con la esperanza de que el descanso le permitiera reponerse.
Nunca más se despertó. Sus padres lo encontraron muerto en su pieza la mañana siguiente a las 11.00 AM. La autopsia reveló que había dejado de respirar alrededor de las 4 AM.
AJ murió en 2008, pero lo que le sucedió se difundió recientemente tras su publicación en la revista de medicina, que fue además retomada por el Dr Bernard, un youtuber que comenta casos médicos llamativos.
Los estudios realizados encontraron rastros significativos de la bacteria bacillus cereus en su materia fecal y en lo que quedaba del plato de pasta. Este microorganismo suele aparecer en casos de intoxicación con comida, pero no en la magnitud que tenía AJ.
La bacteria le destruyó el hígado, que directamente dejó de funcionar. Eso desencadenó su rápida muerte, facilitada por la ausencia de un tratamiento rápido.
La conclusión que deja el caso es clara: comer alimento que no estuvo correctamente refrigerado puede ser muy peligroso.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: