En el marco de la conmemoración y concientización por el Día Mundial de la Diabetes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) ha dado a conocer una cifra que aunque no es nueva, es por de más preocupante. Y es que, de acuerdo con el organismo esta enfermedad -diabetes mellitus- fue la tercera causa de muerte en México durante 2021.
Sólo por debajo de razones como el Covid-19 y las enfermedades del corazón se encuentra este mal silencioso. Sólo el año pasado, 140 mil 729 mexicanos perdieron la vida, de los cuales 51% correspondió a hombres (71 mil 330) y 49% a mujeres (69 mil 396). Con esta cifra la tasa de mortalidad a nivel nacional quedó establecida en 11 fallecimientos por cada 10 mil habitantes.
Por entidad federativa, Puebla presentó la tasa de mortalidad más alta con 15.7. A esta le siguieron Veracruz con 15.6, Tlaxcala con 14.5, el Estado de México con 14.1 y Tabasco con 13.5. En contraste los estados con la tasa de muertes más baja fueron: Baja California Sur con 5.1, Sinaloa con 5.8, Quintana Roo con 5.9, y finalmente Aguascalientes y Sonora, ambos con 6.0.
Según lo define la Organización Panamericana de la Salud (OPS o PAHO por su nombre en inglés), La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. La insulina es la hormona que regula el azúcar, o mejor dicho la glucosa, en la sangre.
Con el tiempo, una diabetes no controlada daña gravemente muchos órganos y sistemas del cuerpo, especialmente los nervios y los vasos sanguíneo y se tienen identificados tres tipos principales de diabetes: diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 y diabetes gestacional (durante el embarazo).
La de tipo 1 (o también conocida como diabetes insulinodependiente o juvenil) se caracteriza por la ausencia de síntesis de insulina; la de tipo 2 (llamada anteriormente diabetes no insulinodependiente o del adulto) tiene su origen en la incapacidad del cuerpo para utilizar eficazmente la insulina, lo que a menudo es consecuencia del exceso de peso o la inactividad física; y la diabetes gestacional corresponde a una hiperglicemia que se detecta por primera vez durante el embarazo.
De acuerdo con las autoridades internacional, esta enfermedad puede dañar el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios, con el paso del tiempo. Los adultos con diabetes tienen un riesgo entre dos y tres veces mayor de sufrir un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular.
Además, las neuropatías (lesiones del tejido nervioso) de origen diabético que afectan a los pies, combinadas con la reducción del flujo sanguíneo, elevan la probabilidad de sufrir úlceras e infecciones que, en última instancia, requieran la amputación de la extremidad. También es una de las principales causas de insuficiencia renal y de la retinopatía diabética, que es una importante causa de ceguera, es una consecuencia del daño de los capilares de la retina acumulado a lo largo del tiempo.
Algunas de las medidas de prevención más comunes y recomendadas es el poder conseguir un peso corporal saludable y mantenerlo; realizar al menos 30 minutos de actividad física o de acuerdo a la situación puntual de cada persona; tener un dieta sana, sin excesos de azúcares ni grasas saturadas: y evitar el consumo de tabaco.
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