Desde hace más de una década, el Valle de Guadalupe, ubicado en Ensenada, Baja California, ha sido epicentro de la explotación humana a causa de la apropiación de tierras que tienen como fin la construcción de centros nocturnos, espacios multitudinarios para conciertos y fraccionamientos inmobiliarios, causando un daño irreparable a la superficie agrícola.
Sin embargo, otro de los hechos que ha causado gran indignación a los locatarios de la zona ubicada al interior de la península de Baja California, que van desde vitivinicultores, enólogos, chefs y residentes, es la afectación directa a una de las zonas vinícolas más importantes de México, la cual según aproximaciones de diversos especialistas podría desaparecer en el 2037.
Por ello y tras la depredación que ha azotado a la zona, residentes del Valle de Guadalupe cansados de la opacidad de las autoridades estatales y federales, decidieron formar el movimiento Rescatemos el Valle el cual busca hacer “frente al embate de la urbanización, la venta ilegal de tierras y la ausencia de Estado de Derecho” que ha afectado por más de un lustro a la localidad.
Al movimiento se han unido académicos, empresarios y locatarios de la zona, en donde destacan el presidente del Consejo Estatal de Productores de Vid de B.C., Fernando Pérez Castro; la académica Ileana Espejel; el presidente de Provino, Mauricio Cantú; la vitivinicultora Natalia Badán; Claudia Turrent de Por un Valle de Verdad; el joven arquitecto Axel de la Torre y varios más.
Este último es uno de los pioneros del movimiento que se dio a la labor de unir a la población de El Valle de Guadalupe para dar paso a Rescatemos el Valle.
Por ello, Axel de la Torre tuvo la oportunidad de hablar con Infobae México sobre los riesgos en materia ambiental, turística y económica que ha ocasionado el crecimiento urbano sin regulación, en una de las zonas vitivinícolas más importantes de México.
El origen de Rescatemos el Valle y como lograron unir al sector privado con la población
Axel de la Torre tuvo la oportunidad de ahondar en los primeros pasos que tuvo dentro del colectivo que está en una segunda lucha, la cual inicio desde hace 10 años, y que, tras la urbanización, tuvo que evolucionar con el apoyo de la comunidad de la región vitivinícola de Baja California en Rescatemos el Valle.
“Lo que sucedió con la campaña Rescatemos el Valle es que una lucha que lleva más de 10 años y que en los últimos 5 años tomó revuelo sobre todo porque el Valle de Guadalupe se empezó a convertir en un caos, empezó a tener un crecimiento desordenado, fue muy fácil hacer que se sumaran las personas entre empresarios y residentes, pues al Valle de Guadalupe se lo está comiendo el concreto”, enunció.
Sobre como se vio interesado en esta iniciativa, el arquitecto egresado de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) dijo que desde los 11 años llego al Valle de Guadalupe de la mano de sus padres, por lo que se enamoró del entorno que, en ese entonces, lograba balancear la calidad de vida con el respeto al medio ambiente.
“La mayoría de las personas que viven en el Valle no son de ahí, normalmente las personas que no son de ahí no se apropian de un lugar, aquí es al revés. En mi caso yo llevo 11 años en el Valle, me enamoré del lugar, pues mis papás eran de aquí y yo de Guadalajara”, añadió.
La importancia del Valle de Guadalupe al PIB Nacional
Con relación a las cifras que los expertos han emitido en diversos comunicados en donde señalan que para el 2037 la región del Valle de Guadalupe, podría quedarse sin tierras de cultivo por la erosión y el estrés hídrico- lo que dejaría al país sin 75% de su producción vitivinícola, Axel hace especial énfasis en que las cifras son “optimistas” pues la urbanización avanza sin ningún impedimento.
“Es más frágil de lo que las estadísticas no están diciendo, es muy difícil seguirle el paso al desarrollo de urbanización [...] lo que hace (el daño) es que la gente o empresario quieren sacar provecho y empiezan a construir en zonas de conservación agrícola, nos va a pasar lo que le está pasando a Tulum”, resaltó.
Aunada a esta situación y debido a la deforestación en los últimos 6 años en donde han arrasado al menos mil hectáreas de conservación y producción, Axel de la Torre sobresaltó que durante esos años de opacidad “se perdió 18% de tierra agrícola en El Valle” más de 5 mil 445 hectáreas cultivables que había en 2017 y el Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP) de Ensenada prevé que quedarán menos de la mitad (2 mil) en el 2027.
Esto significaría una perdida significativa dentro de la zona, “más importante del país, con 75% de la producción nacional de vino, la cual contribuye con 1% del PIB agrícola”.
Un mensaje del gobierno de Baja California y para el presidente de la República
Sobre el apoyo del gobierno del estado de Baja California, encabezado por Marina del Pilar Ávila, quien dijo en su momento que “no permitiría que el Valle de Guadalupe se convirtiera en la cantina más grande México”, resaltó que, por lo menos, en el discurso hay un genuino interés en ayudar a Rescatemos el Valle.
“Al menos en el discurso hemos tenido el apoyo en cuidar el ambiente, lo dijo Marina en que ‘no permitiría que el Valle de Guadalupe se convirtiera en la cantina más grande México’, creo que la intención es buena, pero es un tema que ha rebasado al gobierno municipal y estatal, ya deberíamos de pensar en federal, tal vez en ir pensando en nombrar al Valle en una zona patrimonial”, enfatizó.
Las propuestas para preservar el Valle de Guadalupe
Para evitar la desaparición de la zona, los actores principales de Rescatemos El Valle han mandado cuatro propuestas específicas a las autoridades estatales encabezadas por Marina del Pilar Ávila y a las federales, siendo más específicas, al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) con quien comparten su visión de “rescatar el campo”.
-Crear una legislación de carácter estatal, en la que se ratifique la naturaleza agrícola del Valle, generando la protección jurídica necesaria para respetarla.
-Generar una nueva denominación jurídica federal para proteger el patrimonio agrícola del país, una denominación que proteja al campo y su cultura, cómo se protege también a las áreas naturales.
-Una iniciativa de protección al Valle ante el Congreso local y el Congreso Federal.
-Nombrar al Valle de Guadalupe como una “Zona de belleza natural y cultural”, tal y como lo establece la Ley de Preservación del Patrimonio Cultural de Baja California.
Para finalizar, el arquitecto de 29 años reconoció que la lucha se ha quedado corta, por lo que una solución de reparación de daños a corto plazo sería convertir al Valle de Guadalupe en patrimonio cultural de México, para que las autoridades “volteen a ver” a la localidad vinícola.
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