El miércoles 107 personas presentaron malestar estomacal después de consumir pozole y agua de jamaica, durante la celebración religiosa realizada en la colonia El Guayabo de la cabecera municipal de Acatepec, en el estado de Guerrero.
De acuerdo con información del jefe de la Jurisdicción Sanitaria 04 Montaña, Euclides Villegas Basilio, durante el evento, los asistentes consumieron pozole con carne de puerco y pollo, y bebieron agua de jamaica misma que fue preparada, al parecer, con agua de pozo.
Las personas intoxicadas presentaron síntomas como: Náusea, vómito, distensión abdominal, mareo, somnolencia, deshidratación leve a moderada y adinamia, aproximadamente entre los 20 minutos y la hora después del consumo de alimentos.
El funcionario indicó que el brote fue notificado por el personal del Hospital de Acatepec, donde se trasladó un equipo para atención de urgencias epidemiológicas integrado por: Regulación sanitaria (1 Promotor y un Químico), Brigada epidemiológica ( 2 Médicos y una Química), así como personal para atención médica: 7 médicos del Hospital de Acatepec, 2 del Hospital de Tlacoapa, 2 de Tlatlauquitepec, 1 de Teocuitlapa, 9 enfermeras del Hospital de Acatepec, 3 del Hospital de Tlacoapa y 1 Químico.
Informó que hasta la medianoche se encuentran 6 personas hospitalizadas, los cuales se reportan como estables, mientras los demás reciben atención médica ambulatoria por presentar sintomatología leve.
Y es que, según expertos, beber agua directamente de pozos naturales, lagos, manantiales o ríos, entre otros, nos puede jugar una mala pasada, ya que el agua que carezca de indicación potable no se debe beber. La denominada ‘agua cruda’, aquella que no ha sido tratada, no cuenta con el aval de los expertos y estamentos sanitarios, por muy pura que parezca, para su consumo. Para que el agua puede ser bebida sin riesgo, esta debe ser sometida a controles periódicos de la composición química y de la microbiología.
En muchas ocasiones, puede estar contaminada y ser portadora de residuos ganaderos, restos de pesticidas o plaguicidas agrícolas y microorganismos patógenos que deriven en una intoxicación en la persona que consuma agua sin esterilizar. Una de las enfermedades más comunes que se pueden desarrollar si se consume agua no potable es diarrea, aunque de eso se derivan varios malestares que requieren atención médica de inmediato.
Ya se había dado un caso así en 2019 en la capital de Guerrero, pues alrededor de 200 habitantes, en su mayoría menores de edad, de la comunidad de Mexcalcingo, municipio de Chilapa, resultaron intoxicados por comer pozole en mal estado; los niños fueron tratados con vida suero oral y con suero intravenoso y no se reportó ninguno de gravedad.
Es importante resaltar que para la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 2 mil millones de personas consumen agua contaminada con heces, además, reporta también un alto riesgo de enfermedad por presencia de químicos como el arsénico, el fluoruro o el nitrato, productos farmacéuticos, pesticidas, sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), así como microplásticos.
El problema es tan grave que, recientemente, un estudio publicado en Environmental Science & Technology señala que ya rebasamos el límite de contaminación química planetaria y que suelos, aguas superficiales e, incluso, el agua de lluvia está contaminada por PFAS.
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