Pollerías de Chilpancingo retomaron actividades tras el asesinato de comerciantes hace tres días

Tuvieron que pasar tres días para que las pollerías en Chilpancingo, finalmente comenzaran a abrir de manera gradual. La ola de violencia que azota al estado alcanzó al mercado Baltazar Leyva Mancilla, el más grande de Guerrero. Con una cifra de 8 comerciantes muertos se mantienen temerosos el resto de vendedores de pollo, por eso, decidieron cerrar hasta nuevo aviso. Pues dicen temer por sus vida después de los ataques registrados el pasado 6, 9 y 11 de junio, contra trabajadores de una granja, distribuidores y repartidores de pollo.

Por el momento, únicamente 25 de 35 pollerías son la que reactivaron sus ventas, sintiéndose más seguros con la policía estatal vigilante en todo momento. Debido a este desabasto el precio que se maneja actualmente al público se mantiene muy elevado, con costos que van de $215 a $220 pesos por cada pollo.

Ante lo ocurrido, la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández confirmó a través de sus redes sociales oficiales, el regreso de la venta de pollo en el mercado. Así como su apoyo en las labores de investigación sobre los asesinatos. Ya que ella misma realizó un recorrido por el mercado para instalar al personal de seguridad.

“Agradezco los trabajos de la mesa para la Construcción de la Paz y reitero mi compromiso de seguir trabajando para que, desde las bases, vayamos construyendo la paz en bien de las y los ciudadanos”, señaló la mandataria.

A partir de lo sucedido arribaron a tomar sus posiciones, policías y soldados del Ejército mexicano y de la Guardia Nacional, incluido un binomio canino. Estos elementos estarán vigilando la zona durante toda la mañana y la tarde por tiempo indefinido.

Han sido días difíciles para la gente de Guerrero y ante la violencia registrada, los vendedores del mercado tomaron la decisión de cerrar sus locales hasta que alguien les asegurara protección. Fue así como se originó el desabasto de pollo, la gente tuvo que salvaguardarse sacrificando su empleo y la función medular que representan al distribuir la carne esencial para la dieta de los guerrerenses.

El mercado lucía desolado, algunos pasillos permanecieron abiertos pero pusieron a la venta verduras y abarrotes en general. Mientras que las pollerías estaban vacías con algunos mandiles negros colgados como señal. Otros puestos ofrecieron durante la escasez el producto en menudeo y los pollos se vendieron nada más en piezas completas. No hubo venta por piezas, fue así como sacaron poco a poco lo rezagado que les que les quedaba.

Realmente fueron crímenes horribles, los polleros eran originarios de la comunidad de Petaquillas y fueron acribillados a balazos a plena luz del día en distintas zonas. Sin embargo todavía no se tiene certeza oficial de lo sucedido, solo existen versiones extraoficiales que señalan al grupo criminal de “Los Ardillos” en busca del control de la plaza.

“Se siguen perfeccionando las carpetas de investigación. El agente del ministerio público que está conociendo de la investigación está integrando diversos actos de investigación y practicando las diligencias correspondientes. Hemos establecido la responsabilidad de diversos actores generadores de violencia en la entidad que pertenecen a diferentes células criminales, implicados en este tipo de hechos”, declaró Ramón Celaya Gamboa, vicefiscal de Prevención y Seguimiento.

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