José se presenta como un agricultor sobreviviente. Oriundo de Peribán, un pequeño municipio de Michoacán, tiene 65 años y trabaja las hectáreas que su familia le heredó.
Criado entre huertos, echa de menos los tiempos en que podía sembrar tranquilamente. Hace unos meses, José y su familia fueron amenazados por el crimen organizado, interesado en los sembradíos de aguacate. Sin elección, tuvo que abandonar sus tierras: “Fue una pena dolorosa”, recuerda.
Hace más de una década, Michoacán (ubicado al centro oeste del país) sufre una grave situación por la intromisión del narco en la producción del también llamado “oro verde”. A penas hace unos días vivió una de sus peores crisis, luego de que una amenaza a un inspector agrícola estadounidense pusiera en juego más de 25 mil toneladas de aguacate. La pérdida significaría USD 70 millones.
El gobierno de Estados Unidos señaló determinante que suspendería unilateralmente las importaciones de aguacate. Este viernes, reanudó labores.
Pero, la intimidación al funcionario norteamericano y la suspensión de envíos no ha sido lo único con lo que han tenido que luchar los empresarios y productores del aguacate.
El año pasado, se creó un grupo armado de productores de aguacate en Michoacán. En la tierra fértil del llamado oro verde, alrededor de 3 mil trabajadores decidieron unirse y tomar las armas para defenderse de las extorsiones y crímenes de los carteles, que se disputan desde hace años el control de este territorio.
El presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a los trabajadores del aguacate de Michoacán que desistieran de su grupo armado privado y confiaran en las autoridades.
Los productores se encuentran ahora sin esperanzas de que la situación cambie con el morenista Alfredo Ramírez Bedolla, quien ganó las elecciones el pasado 6 de junio.
Las extorsiones, secuestros y amenazas se han vuelto comunes en ese infierno, donde prospera la fruta convertida en toneladas de guacamole que los estadounidenses disfrutan durante el Super Bowl. Los municipios considerados como principales productores son Los Reyes, Peribán, Tancítaro y Ario de Rosales.
En 2014, éstas zonas sufrieron un pico de violencia con la disputa de los grupos hegemónicos de entonces: La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios. La respuesta en aquel tiempo de muchos productores y vecinos de los pueblos serranos fue constituir las llamadas autodefensas. La caída y aprehensión de los grandes líderes de dichas organizaciones criminales desplazaron el foco a otras zonas calientes del país. Sin embargo, la violencia nunca se fue de Michoacán. Ahora, los productores se enfrentan a Cárteles Unidos y al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El comercio del aguacate le ha representado a México importantes ingresos a su economía. Según datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), tan sólo en 2021 se calculó por más de 3 mil millones de dólares la cantidad recaudada por las arcas nacionales, de los cuales 2 mil 778 millones provinieron del país vecino.
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