La noche del lunes 8 de noviembre, el gobierno federal confirmó la salida de Santiago Nieto de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la entrada de Pablo Gómez en su lugar.
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llevó a cabo esta determinación debido a la coyuntura provocada en torno a la boda de Nieto Castillo con Claudia Humphrey, miembro del consejo general del Instituto Nacional Electoral (INE), pues derivado de la celebración, salieron a la luz diversos factores que no fueron del agrado del mandatario.
De tal modo que el ex legislador federal entró en funciones de manera inmediata, y tanto el gobierno federal como Santiago Nieto y el nuevo director de la UIF confirmaron el cambió ocurrido al interior de la Secretaría de Hacienda.
El tener preparado un perfil de la envergadura de Pablo Gómez para recibir la unidad técnica de la SHCP de manera tan intempestiva parecería que López Obrador ya esperaba realizar esto; sin embargo, otra interpretación con apego al perfil del militante de Morena podría ser más pertinente, esto en virtud de la trayectoria política de Gómez Álvarez a lo largo de su vida y su cercanía con AMLO.
La carrera de Pablo Gómez respecto a la vida pública de México y su ideología política comenzaron en una etapa temprana del funcionario público. Esto porque a la edad de 21 años, el nuevo titular de la UIF se involucró activamente en las marchas y protestas de 1968.
Asimismo, mientras estudiaba la licenciatura en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el joven Gómez se afilió al Partido Comunista, algo que lo marcó de por vida su manera de entender al mundo.
Para 1972 fue miembro del Comité Central de dicho partido político, y tres años se convirtió en su dirigente. Con esa misma ideología, en la década de los 80 fue el líder nacional del Partido Socialista Unificado de México (PSUM).
Su desenvolvimiento político se ha caracterizado por estar siempre presente en el poder legislativo, esto porque ha sido diputado federal en seis ocasiones, siendo la primera en la LI Legislatura (1979-1982) y la más reciente en la LXIV Legislatura (2018-2021).
Aunado a esto, fungió como senador para el Partido de la Revolución Democrática (PRD) durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), donde fue una de las voces más críticas a la administración federal del abanderado por el Partido Acción Nacional (PAN).
Cabe destacar que, junto con toda la bancada del sol azteca de esos años, Gómez Álvarez condenó la presidencia de Calderón Hinojosa y sostuvo la versión del fraude electoral, donde se le “robó” la presidencia a AMLO en las elecciones de 2006.
Asimismo, Pablo Gómez fue una de las figuras políticas más activas contra las reformas a la Ley Federal de Telecomunicaciones (LFT) y Ley Federal de Radio y Televisión (LFRT), también conocidas como la Ley Televisa, donde el gobierno federal saliente (Vicente Fox) empoderaba a los principales generadores de contenido, propiciando la perpetuación del monopolio en radio y televisión.
Asimismo, durante las campañas fallidas de AMLO rumbo a la presidencia, apoyó en todo momento tanto al PRD como a Movimiento Regeneración Nacional (Morena), siempre que el tabasqueño estuviera involucrado en esos partidos.
De tal modo que para las elecciones de 2018, las cuales pusieron a López Obrador a cargo del ejecutivo federal, Pablo Gómez se candidateó y ganó un curul en el Palacio Legislativo de San Lázaro, donde estuvo a cargo del Comité de Decanos y también fue presidente de la Sección Instructora.
Y es en este contexto, con esta trayectoria y con esta confianza en la que el presidente de México decidió otorgarle el cargo a Pablo Gómez tras la destitución de Santiago Nieto Castillo.
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