Seguro que alguna vez has escuchado que comer aguacate después de pasar por un coraje es malo para el estómago porque provoca indigestión. Se trata de una antigua creencia popular mexicana que ahora, ha desmentido la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
A través de una publicación, los expertos de la casa de estudios aseguraron que el oro verde no causa dolores estomacales, y explicaron por qué a veces sentimos malestar en situaciones así.
Cada vez que nos alteramos, se producen en el organismo distintas reacciones. En pocos minutos, las pupilas se dilatan, aumenta nuestra frecuencia cardíaca y respiratoria y también, se incrementa la secreción de ácidos en el estómago.
Además, al mismo tiempo, el individuo libera adrenalina, que es la verdadera culpable de que se produzca el malestar intestinal cuando nos enojamos.
“La liberación de adrenalina provoca que se vacíe la vesícula biliar, es lo que comúnmente conocemos como ‘derramar bilis’. Mantener la bilis en el estómago genera náuseas, vómito e inflamación en el estómago”, explicó la Facultad de Medicina.
Por ese motivo, pasar por un coraje puede provocar indigestión, y cualquier alimento que consumamos después, hará que nos sintamos mal, pero no tiene que ser necesariamente un aguacate.
“Por lo tanto, lo de no comer aguacate después de un coraje es un famoso mito”, zanjaron los expertos.
Así, realmente lo que provoca el dolor intestinal es encolerizarse. Y lo mejor para evitar dolores de tripa es una buena dosis de contención emocional y felicidad.
Beneficios de ingerir aguacate
El aguacate, conocido como oro verde por su exquisito sabor y cremosidad, es uno de los mejores alimentos del mundo, sobre todo porque nos permite pecar sin culpa. Y es que no solo es un mito que cause dolor estomacal tras un coraje, sino que además, reporta numerosos beneficios a la salud, tal y como recuerda la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco):
1. Contiene B-Sitosterol, un compuesto químico que se encuentra de forma natural en las plantas, y ayuda a prevenir las concentraciones de colesterol en la sangre.
2. Fortalece el sistema inmunitario, que nos defiende de las infecciones y enfermedades, esencial en estos tiempos de pandemia.
3. Es una fuente de potasio, un mineral que ayuda a la contracción de los músculos, a la función de los nervios, y a mantener un ritmo cardíaco constante. Además, expulsa los desechos de las células, y permite mitigar los efectos nocivos que el sodio causa en la presión arterial. También contribuye a que los nutrientes en las células fluyan.
4. Ayuda a reducir la inflamación y el dolor de las articulaciones.
5. Aporta vitaminas (como la A, C, E, B1) y minerales (calcio, potasio, hierro, magnesio y zinc)
6. Ayuda a reducir el colesterol malo y mejora el colesterol bueno. Cuenta con ácido fólico, beneficioso para la salud cardiovascular y el sistema nervioso.
Originario de América, forma parte de la dieta de las familias mexicanas desde tiempos prehispánicos. Los aztecas lo conocían como ahuacatl, y los españoles como ‘pera de las indias’. El mayor productor es Michoacán, seguido de Jalisco y el Estado de México.
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