Este miércoles, en el Diario Oficial de la Federación (DOF), la Secretaría de Salud (SSa) publicó los requisitos que deberán contener las cajetillas de cigarros, en materia normativa y visual, del 1 de diciembre del 2021 al 28 de febrero del 2023.
Los nuevos mensajes incluyen advertencias por el daño que fumar puede ocasionar cuando se padece COVID-19.
Es el acuerdo por el que “se da a conocer la serie de leyendas, imágenes, pictogramas, mensajes sanitarios e información que deberá figurar en todos los paquetes de productos del tabaco y en todo empaquetado y etiquetado externo de los mismos”, informó la dependencia.
La Secretaría remarcó que las empresas productoras de productos de tabaco quedan como únicas responsables de la utilización y aplicación en tiempo y forma de las normas impuestas.
El pictograma y mensaje sanitario 1, en la cara anterior, tiene la imagen de una mujer recostada sobre la camilla de un hospital, los ojos cerrados y un objeto alrededor de su rostro y dentro de su boca. “Fumar detendrá tu corazón”, dice el primer mensaje. La cara lateral afirma que “Fumar puede agravar el daño por COVID-19″.
En la cara posterior, la dependencia de Salud lanza una advertencia: “El humo del tabaco daña los vasos sanguíneos produciendo coágulos, que derivan en ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares repentinos”. Además, revela que los cigarros contienen cromo, un metal tóxico “que daña las arterias del sistema circulatorio”.
También ofrece un número telefónico en caso de que el consumidor desee dejar de fumar: 800 911 2000.
El pictograma y mensaje sanitario 2, en su cara anterior, tiene la fotografía de un pie con gangrena, que afecta la piel.
Señala que fumar es causa de diabetes. En su cara lateral, que “este producto es adictivo”. En la cara posterior se explica que las personas que consumen tabaco tienen de 30% a 40% más probabilidades de padecer diabetes tipo 2 que aquellas que no lo consumen.
La SSa remarca que los cigarros contienen nicotina, la cual “aumenta el nivel de glucosa en sangre e incrementa la resistencia a la insulina”.
El tercer mensaje tiene la imagen de dos menores de edad, visiblemente cansados, y uno de ellos con un respirador. “Los niños expuestos al humo de tabaco sufren disminución en su función pulmonar aumentando el riesgo de padecer enfermedades respiratorias graves”, se puede leer en la cajetilla, agregando que contiene monóxido de carbono.
Algunos advierten sobre el cáncer de pulmón, cáncer de mama, y sustancias cancerígenas como alquitrán y polonio 210 y cloruro de vinilo. Otro de los nuevos mensajes menciona que “fumar incrementa el daño por COVID-19″.
“Las personas fumadoras tienen el doble riesgo de desarrollar casos severos de COVID-19 y de morir por esta infección”, informa la Secretaría de Salud. El último pictograma revela que fumar es riesgo de tuberculosis. “Advertencia: este producto mata”, dice la cajetilla.
El COVID-19, la enfermedad de la pandemia que afecta de manera importante los pulmones, generó diversos cambios en la vida social y económica del país. Entre los estragos se encuentra la disminución de la venta de tabaco y el incremento de las llamadas para solicitar ayuda en dejar de fumar.
Fue la Comisión Nacional contra las Adicciones (Condinac) quien dio a conocer durante una conferencia vespertina sobre la pandemia que el aumento de riesgo de contraer coronavirus por fumar habría sido la razón por la que las ventas de cigarro cayeron un 45 por ciento.
Gady Zabicky, comisionado del Condinac, informó que comenzaron a difundir información sobre los riesgos de fumar durante la pandemia para que quienes tuvieran este hábito se animaran a dejarlo.
“Se disminuyeron en 45 por ciento ventas de tabaco durante esta temporada, obedece a factores múltiples, pero creemos que en buena parte significa que la gente tiene mejor adherencia a la indicación de no fumar”
La Comisión informó también por medio del director de la oficina de Tabaco y Alcohol, Arturo Sabines, aseguró que la orientación se brinda por la Línea de la Vida y una red de hospitales psiquiátricos enfocados para este fin.
En cuanto la pandemia llegó a México, señaló, las llamadas que buscan ayuda para dejar de fumar incrementaron al igual que los contactos en redes sociales. “50% son personas que quieren dejar de fumar o buscan información sobre productos emergentes”, destacó.
Por otro lado, festejó que se hubieran prohibido los vapeadores en el país, pero aseguró que en México hace falta una ley a nivel nacional que prohíba fumar en lugares cerrados, pues ésta sólo existe en 14 estados de la República.
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