Desde hace meses, los habitantes de Aguililla, en Michoacán, viven un infierno debido a que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) busca quedarse con la tierra en la que nació su líder, Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”.
La situación ha trascendido las fronteras nacionales y ya es del conocimiento incluso del máximo representante de la Iglesia Católica en el mundo, el Papa Francisco.
Es por eso que el sumo Pontífice se solidarizó con el pueblo de Aguililla, a quienes les aseguró que “no están solos”.
En la carta -fechada en la Ciudad de Roma, Italia-, que fue recibida por el Obispo de Apatzingán, Cristóbal Asencio, quien la dio a conocer en medio de una misa, el jerarca de la Iglesia Católica dijo tener noticias de “grandes sufrimientos” causados por “violentos enfrentamientos entre bandas rivales de narcotraficantes”.
“He tenido noticias de los grandes sufrimientos causados por los violentos enfrentamientos entre bandas rivales de narcotraficantes que afectan a los habitantes de las poblaciones situadas en el territorio de esa Iglesia particular que el señor ha confiado a tu cuidado pastoral”, señaló.
El Papa Francisco pidió a los ciudadanos de Aguililla, no darse por vencidos y les recordó que no están solos.
“Puedo comprender el sentimiento de desánimo y la sensación de impotencia que nos abarca, pero recuerden que no están solos, que el señor es fortaleza y misericordia que nunca abandona a sus hijos, que la Iglesia es atenta y cercana a los que sufren. Jesús camina vehementemente a nuestro lado sobre todo en los momentos de pruebas y de tribulación, además, él está dispuesto a darnos 100 veces más, pero sin olvidar que su paz supone la cruz”, apuntó.
El sumo Pontífice aseguró que implora a Jesús que conserve la paz de Dios en la zona de Tierra Caliente en Michoacán, así como la riqueza de los dones del espíritu santo “para que puedan ir adelante en la vida y él les ayude a llevar sus cruces y sufrimientos con mansedumbre, fortaleza y paciencia”.
También llamó a los fieles católicos a confiar en Jesús y no temer a contrarrestar con amor, misericordia y perdón la violencia “que tiene origen en el maligno”.
Por último, el papa Francisco pidió al señor por convertir el corazón de los responsables de tanta muerte y desolación, así como que inspire a los encargados del bien común a comprometerse en la erradicación del crimen y la impunidad.
“Pido al Señor que convierta el corazón de los responsables de tanta muerte y desolación y también que inspire a los encargados del bien común a comprometerse en la erradicación del crimen y de la impunidad, así como en la generación de espacios de trabajo digno y útil para la entera sociedad, especialmente para los jóvenes de esta tierra. Que les permita salir de situaciones de pobreza y marginación, proyectarse a su futuro y no ceder a la tentación de adentrarse al circuito del narcotráfico y de la violencia”, finalizó el papa Francisco.
El pasado mes de abril, Franco Coppola, nuncio del Vaticano, visitó Aguililla en donde realizó un recorrido, ofreció una ceremonia religiosa y se reunió con las víctimas de violencia, en medio del sonido de las balas.
Coppola conoció los testimonios desgarradores de los pobladores. Ahí se enteró de los bloqueos, las balaceras, los decapitados y el drama constante de morir en el fuego cruzado.
Cristóbal Asencio, obispo de Apatzingán que colaboró para la visita, denunció que Aguililla como el resto de la región fue dejada en el abandono por parte de las autoridades. De ahí que los grupos delictivos se establecieron como dueños regionales y causaron el sufrimiento de miles de familias.
De acuerdo con reportes de la prensa local, en Aguililla se congregaron alrededor de dos mil personas en el evento cuyo fin era llevar un mensaje de paz, pues se trata de un territorio de la guerra que se ha intensificado desde hace medio año entre Cárteles Unidos y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
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