Autoridades capitalinas y de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) condujeron al arresto de dos presuntos líderes de una banda nigeriana que operaban desde México para el envío de millones en transferencias, autos lujosos y joyas con recursos provenientes de jaqueos a nóminas de empresas.
De acuerdo con los reportes, estos sujetos registran sus actividades ilícitas en el país al menos desde 2017 y durante este tiempo realizaron movimientos por 500 millones de pesos, según registros preliminares, pues las indagatorias continúan y el monto podría ser superior.
Integrantes de esta organización criminal tenían un esquema de lavado de dinero con operaciones en Estados Unidos, Canadá y Taiwán.
El fraude cibernético consistía en enviar correos electrónicos con software malicioso o malware a las empresas de EEUU, para jaquear el sistema de nóminas y apoderarse de los fondos. Después, ese dinero era transferido al sistema financiero en México.
Para ello, los operadores criminales amenazaban a personas de escasos recursos para que abrieran cuentas de HSBC, Banamex y Bancomer en Álvaro Obregón, Benito Juárez, Miguel Hidalgo e Iztacalco.
Luego, la banda nigeriana usaba un esquema piramidal para que las primeras víctimas amenazadas convencieran a dos personas más para abrir otras cuentas, a través de extorsiones e intimidaciones.
Posteriormente el dinero era enviado a Nigeria mediante depósitos a personas físicas, morales o empresas fachada. En México también se adquirieron productos como autos, joyas y ropa de diseñador, además de bitcoins llamados BTC/NGN.
Una de las cuentas identificadas fue de 149 millones de pesos, mientras que otra persona que será identificada registró movimientos de 17 millones de pesos.
“La investigación continuará, hemos solicitado estados de cuenta y movimientos que pudieron haberse dado por otras personas afectadas como víctimas que eran obligadas en este esquema piramidal para abrir las cuentas”, comentó en conferencia Santiago Nieto, titular de la UIF.
Entre los bienes adquiridos en México destacan un Mercedes Benz GLC 2019 cuyo cost fue identificado en un millón 580 mil pesos; otro auto Land Rover de 879 mil 310 pesos.
Así como relojes de 215 mil 517 pesos. O la exportación de 32 vehículos Mercedes, Acura, Honda, Toyota y Land Rover de México a Nigeria, cuyos movimientos implicaron 15 millones 572 mil 868 pesos.
Además de compras en centros comerciales que rondan los nueve millones o retiros en empresas que superan los 50 millones de pesos.
“No tenemos relacionada esta célula delictiva con ningún cártel, al momento, no decimos que no que no la tengamos [contemplada], las investigaciones continúan”, explicó Omar García Harfuch, secretario de Seguridad de la Ciudad de México.
Las investigaciones señalan que la banda estaría integrada por al menos cinco personas de nacionalidad nigeriana. Sus integrantes habitaban en condominios de lujo y utilizaban vehículos de gama alta, además, constantemente realizaban viajes a Colombia, Brasil y Bolivia donde, al parecer, mantenían vínculos delictivos.
Fue el pasado 15 de abril cuando la UIF recibió una denuncia anónima sobre este grupo criminal y sus operaciones. Desde entonces comenzó una coordinación con la oficina de García Harfuch para identificar el modus operandi, las compras realizadas y en dónde se localizaban los operadores.
Durante este 2 de junio, se cumplimentaron dos órdenes de cateo en domicilios de la colonia Anáhuac, primera Sección y otro más en la colonia Granada. Ahí fueron arrestados dos hombres de 30 y 39 años de edad, que se identificaron como ciudadanos nigerianos; además de dos mujeres de 19 y 36 años de nacionalidad mexicana.
“También fueron asegurados 27 frascos de vidrio pequeños, ocho frascos grandes, seis paquetes confeccionados en cinta canela en forma de ladrillo todos ellos etiquetados que contenían aparente marihuana, dos básculas grameras, 52 dispositivos telefónicos, una computadora tipo Laptop, documentación bancaria y diversa”, señaló un comunicado conjunto.
Para el 3 de junio reciente, la UIF congeló las cuentas de seis personas físicas (cuatro nigerianos y dos mexicanas) y cuatro morales.
En tanto, los inmuebles quedaron sellados y bajo resguardo policial. Todo lo asegurado y los detenidos, fueron puestos a disposición del agente del Ministerio Público correspondiente quien definirá su situación jurídica.
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