Ramón García Gibson, quien toleró el lavado de cientos de millones de dólares para el Cártel de Sinaloa cuando trabajaba en HSBC, fue cesado de sus funciones en el Servicio de Administración Tributaria (SAT) del actual gobierno lopezobradorista.
La noticia fue compartida por Quinto Elemento Lab, portal de investigaciones periodísticas que reveló las irregularidades cometidas por García Gibson, en septiembre del año pasado. De acuerdo con este sitio, el SAT argumentó que se había dado una pérdida de confianza y el ahora ex funcionario tenía conflictos de interés.
El despido ocurrió el pasado 29 de enero, cuatro meses después de publicado el reportaje en que se mencionaba a quien se desempeñaba como titular de la Administración Central de Asuntos Jurídicos de Actividades Vulnerables del SAT.
“Si es cierto lo que estás diciendo, ya ese señor no puede estar aquí en el gobierno, pero hay que saber, hay que investigar, ofrecemos eso. Voy a pedir información. Pero no queremos tener malos funcionarios, quienes vengan con malos antecedentes no queremos que trabajen en el gobierno”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador el 23 de septiembre del 2020, tras conocer del caso en su conferencia matutina y prometer indagatorias.
La publicación de Quinto Elemento y Connectas reveló que García Gibson fue omiso para que organizaciones criminales como el Cártel de Sinaloa y el Cártel del Norte Valle Cali, usaran la infraestructura de HSBC y blanquearan capitales, además de poner en riesgo el sistema financiero mexicano.
Entre 2006 y 2010, HSBC fue un banco que los propios narcotraficantes y criminales dedicados al lavado de dinero recomendaban por sus débiles controles, así como su tendencia a “hacerse de la vista gorda” a fin de mantener un flujo constante de negocio.
Antes de 2009, el ex funcionario del SAT era directivo del Comité de Comunicación y Control, la instancia encargada de detener el lavado de dinero en el banco HSBC. Su desempeño fue señalado por colegas de otras entidades financieras y por el Senado de Estados Unidos, apuntó Quinto Elemento Lab.
Pues en julio de 2012 fue elaborado un reporte por el equipo del Subcomité Permanente de Investigaciones de la llamada Cámara Alta norteamericana. En este documento, retomado por el sitio de investigaciones periodísticas, se mencionaba a García Gibson al menos en 59 ocasiones. Los señalamientos forman parte del estudio “Vulnerabilidades de EU al lavado de dinero, las drogas y el financiamiento al terrorismo: la historia del caso HSBC”.
García Gibson fue señalado por fallas del sistema de monitoreo de cuentas, deficiencias para garantizar que la supervisión cumpliera con la regulación oficial, expedientes de clientes de alto riesgo sin documentación, operaciones inusuales sin reportar, negligencia en el monitoreo, lo que implicaba la dificultad para detectar y analizar alertas de actividades sospechosas, por mencionar algunas de las acusaciones.
Para el SAT, la publicación periodística fue determinante para cesar a quien se desempeñaba al más alto nivel en el gobierno de la llamada “cuarta transformación”.
“Sí me da mucho gusto que el reportaje que hicimos @RodriguezReyna_ @zogallegos y yo haya resultado en el despido de una persona que nunca debió llegar al servicio público tras su historia de omisiones en el caso de lavado de dinero más grande en la historia de México, el de HSBC”, publicó el periodista Silber Meza en su cuenta de Twitter.
Ramón García Gibson salió de HSBC en 2009 y, en junio de ese año fundó una consultoría antilavado de dinero, nombrada con sus apellidos. Después fue invitado a impartir talleres y seminarios sobre el tema. Posteriormente se convirtió en investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales, donde propuso una estrategia nacional contra el blanqueamiento de capitales.
Pasó por Banamex y Santander, este último banco fue al que defendió de acusaciones del gobierno norteamericano por lavado de dinero en la Operación Casablanca. Para 2015 fue nombrado director general de Inspección y Evaluación para la Operación, en la Comisión Nacional de Seguridad. Después de un año, en noviembre de 2016, trabajó como coordinador de Investigación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita de la extinta Policía Federal; ahí estuvo hasta octubre de 2018.
Ya en los primeros meses de 2019 reapareció en su puesto del SAT, continuando su carrera en el servicio público que inició en el sexenio de Enrique Peña Nieto, pero ahora en el gobierno de López Obrador, quien ha tenido como bandera principal el combate a la corrupción.
“García Gibson como servidor público tenía un evidente conflicto de interés ya que es socio y fundador de García Gibson Consultores, S.C. que ofrece servicios de asesoría en materia de lavado de dinero y recursos de procedencia ilícita, áreas en las que contaba con información privilegiada cuando se desempeñaba como Administrador Central de Asuntos Jurídicos de Actividades Vulnerables del SAT”, indicó la dependencia encabezada por Raquel Buenrostro Sánchez.
Finalmente, el impacto periodístico llevó al despido de un funcionario con negro historial y operaciones irregulares que permitieron, por ejemplo, la compra de una flota de 13 aeronaves para que el grupo de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, e Ismael Zambada García, El Mayo, transportaran droga desde Sudamérica.
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